El lanzamiento del año Fabricio Portelli 09/09/2014 Novedades 1846 Abremundos, el proyecto hecho realidad de Pedro Aznar y Marcelo Pelleriti (enólogo de Monteviejo), se presentó en sociedad. Algo te venía anticipando sobre estos vinos que son diferentes; pero no por calidad porque eso ya se encuentra en todos los grandes vinos argentinos. La diferencia está en su concepción. Uno, un enólogo que soñó siempre con ser músico. El otro, un músico que siempre soñó con hacer sus propios vinos. El destino los juntó y, luego de compartir la primer copa de vino, se entendieron de maravillas y supieron que juntos podrían hacer sus “otros sueños”, realidad. Así nace Abremundos, con Marcelo invitando a Pedro Aznar, de paso por Mendoza con su banda, a hacer un vino. Ese vino dio origen a una barrica (equivalente a 300 botellas) que Marcelo le obsequió a Pedro. Ese es el Página Uno 2011, un tinto muy exclusivo por su significado. Pedro tiene la botella nro 1, Victor Herdedia la 3, Teresa Pardoi la 4, la 11 la descorcharon en la presentación. Es decir que si su precio es de $2000, es por muchas razones. Seguramente la gran mayoría se quedará sin poder degustarlo. Pero, si bien es un proyecto que tiene límite, el deseo de Pedro es compartir sus vinos, básicamente con el consumidor argentino. Por eso más de la mitad de la producción sólo se venderá en nuestro país. Y, a las cuatro opciones presentadas, antes de fin de año se le sumarán un blanco, un rosado, un aceite de oliva y hasta una grapa que se las trae. Además del Página Uno, presentaron el Octava Bassa ($210), un Malbec puro La Consulta y Altamira. El Octava Alta, blend de Malbec y Cabernet Franc. El Octava Superior ($980), del cual me gané una botella que pienso guardar un par de años. En este caso es el Cabernet Franc el que predomina por sobre el Malbec, del cual solo se hicieron 4000 botellas. Son todos vinos elegantes que acusan mucha juventud y potencial. Por su frescura y jugosidad, se pueden disfrutar ya, pero será interesante darles tiempo en botella. Los que lo hicieron auguran guardas de 10, 20 y 30 años. El proyecto incluye una pequeña bodega en la pequeña viña propia recién plantada en la Villa de los Enólogos (The Vines) en el corazón del Alto Valle de Uco. Todo está muy pensado, desde los nombres, los diseños, y las variedades “raras” que se vienen. Pero hay algo que me di cuenta durante la presentación. La calidad ya no es un valor agregado, porque la mayoría la puede ostentar. Son los detalles los que marcarán la diferencia de cada vino. Pero esos detalles hoy están más relacionados a las personas que al vino. Porque hoy, pesan más las intensiones y mensajes de los vinos, que los atributos del terroir, más allá de lo que que imprime un lugar en un vino. Aún; al menos aquí; la naturaleza corre detrás del hombre. Y son los hacedores los que pueden marcar las diferencias. Acá, Pedro y Marcelo, las han marcado. Y ojalá que muchos músicos más se lancen al mundo del vino, para bien de todos nosotros.