A la conquista de los Millennials Info de Prensa 30/12/2016 Lo que viene 2676 Bajo la premisa de ser genuinos y disfrutar, la nueva línea joven de vinos de Bodega Ruca Malen: Aimé, invita a poner el acento en las cosas que hacen bien. Con cuatro exquisitas e innovadoras versiones de Malbec, Cabernet Sauvignon, Red Blend y Sweet, Aimé aparece para romper las estructuras, y posiciona a Ruca Malen a la vanguardia en el segmento de vinos de valor, que apuesta a la conquista de aquellos consumidores que deciden madurar sin dejar de disfrutar. “Aimé es un producto audaz, especialmente pensado y diseñado para consumidores de espíritu joven y auténtico, que prefieren vinos diferentes, muy frescos y aromáticos. Son los que privilegian el sabor y la sencillez sobre la sofisticación, los que se animan a probar cosas nuevas, y que disfrutan experimentar el vino en situaciones no convencionales”, dijo Pablo Cúneo, enólogo de Ruca Malen y responsable de estas nuevas creaciones. Aimé Malbec 100% Malbec, este vino se presenta rojo violáceo con destellos azules. En boca es fresco, fluido y elegante. En nariz se perciben frutos rojos, intensas violetas, chocolate y vainilla. Aimé Cabernet Sauvignon Elaborado con uvas 100% Cabernet Sauvignon, este vino rojo rubí es ágil, fresco y sabroso. Impresiona los sentidos con su carácter especiado y refrescante. En boca se perciben notas de pimienta y pimientos y, en nariz, aromas dulces y tostados. Aimé Red Blend Corte audaz de Malbec, Bonarda, Cabernet Sauvignon y Merlot, este tinto atrevido, de color rojo violáceo intenso, atrapa con sus aromas de frutos rojos y negros. En nariz presenta notas especiadas y tostadas que le otorgan vivacidad y elegancia. Es jugoso, fresco y sabroso. Aimé Sweet Elaborado 100% con uvas Moscatel de Alejandría, este jovial Muscat nos muestra su lado fresco, jugoso y elegante a través de un equilibrio entre la acidez vibrante y su dulzura natural. De color amarillo y con reflejos dorados, e intensos aromas herbales y cítricos. Acerca de Ruca Malen El sueño de Ruca Malen comienza en 1998, cuando Jean Pierre Thibaud se retira de la presidencia de una importante bodega en Argentina. En esos más de 10 años al frente de este negocio, comenzó a deleitarse con los placeres del vino y se enamoró de su mundo. Con 75 años, Jean Pierre compartió la ilusión de tener una bodega propia en Mendoza con Jacques Louis de Montalembert, un colega de larga tradición vitivinícola en la zona de Borgoña. Ambos se asociaron con el deseo de producir vinos de calidad. Aunque se avizoraba un gran crecimiento, lograr grandes vinos, con elegancia y distinción, representaba entonces todo un desafío. Desde su primera cosecha en 1999, todos los que integran y forman parte del espíritu de Ruca Malen, trabajan apasionadamente para lograr la más alta calidad, elaborando vinos de estilo y con identidad. A partir de 2015, Ruca Malen pasa a formar parte del Grupo de Bodegas de Molinos Río de la Plata.