Ponéle la firma Fabricio Portelli 24/10/2017 Notas, Vinos Notas 2678 Cuando se está muy seguro de algo se firma sin dudar; un contrato, una escritura, la libreta de casamiento, un cheque, un plano, un libro; un vino. Porque la firma vale como la palabra, es una extensión de las intenciones y los deseos, pero también del compromiso. A lo largo de los años y para mantenerse en copa de todos, una bodega debe ser consistente, pero también tener que saber evolucionar a tiempo y a la par del mercado. Porque más allá de las mejoras que proponen la tecnología y el know how en viñedos y bodega, es la acertada interpretación de las necesidades del consumidor la que potencia el crecimiento. Norton es una de las pocas bodegas centenarias de la Argentina, y desde fines de los 90´está en manos de una prestigiosa familia austríaca, liderada por Michael Halstrick. La familia Swarovski eligió la Argentina como destino de descanso allá por 1985 y adquirió una estancia en la Patagonia a la que visitaba periódicamente. Ellos no estaban en busca de hacer negocio por estas tierras, pero fue un Malbec y el placer por el vino el que los acercó a la industria. “Tomando el Malbec 1982 de Norton – con gusto a toneles – con la familia en la estancia, mi padre quedó sorprendido con ese buen vino, y eso lo inspiró. Así llegamos a Norton en 1989, un año complejo del país por la hiperinflación”, recuerda Michael. En aquel entonces, todas las bodegas estaban a la venta, y Norton en Perdriel fue la elegida de los Swarovski por ser de las pocas rodeada por 100 hectáreas de viñas propias. Y Michael decidió radicarse en Mendoza para manejar la bodega, convirtiéndose en los primeros grandes inversores extranjeros en quedarse con su familia a trabajar en el país. Norton acaba de cumplir 120 años, y sus vinos ya se exportan a más de 60 países, siendo la cuarta bodega más grande de la Argentina. Uno de los artífices fue Jorge Riccitelli, referente nacional, elegido como Mejor Winemaker del Año por una revista especializada y con más de cuarenta cosechas en su haber (25 en Norton), cientos de etiquetas y millones de botellas producidas. Creador y hacedor de vinos tan famosos como el Norton DOC, el Norton Clásico, el Cosecha Tardía, y más recientemente los Lote, una serie de Malbec microvinificados de distintos terruños. Hoy, los vinos de la bodega nacen más allá de Perdriel, poseen nuevos viñedos en otras zonas, y acuerdos de compra de uva con casi 200 viñateros. “El equipo forma parte de la familia”, asegura Michael Halstrick, imprimiendo su sello a la conducción de una de las bodegas referente de los argentinos. Porque a esta altura se comporta más como mendocino que como austríaco. Pero no perdió su esencia genética, y sabe que en los detalles están las diferencias. Por eso, cuando Jorge decidió jubilarse para disfrutar más de los suyos, y poder acompañar más a su hijo enólogo (Matías Riccitelli) en su flamante bodega, Michael no dudó en volver a apostar fuerte, por el país y sus vinos. Evolución con tradición Llegar a ser la cuarta bodega más grande del país es un gran logro, como así también ser responsable de algunas de las etiquetas más vendidas. Pero el desafío era enorme. La base estaba firme, entonces la diferencia había que buscarla en los detalles, en las sutilezas, pero sin perder la esencia de Norton. El primer paso era buscar a un sucesor que estuviera a la altura. Y la elección fue unánime, tanto de la familia como del equipo enológico. Así David Bonomi volvió a la bodega que lo vio nacer profesionalmente antes de 2004. Y tras dos años de trabajar en la transición, hoy comienza una nueva etapa en Norton. A los cambios vitivinícolas había que acompañarlos con un concepto, una explicación que fuera precisa y descriptiva de lo que fue, es y será Norton. Así nace “Signature Winemaking”, que pone el foco en la autoría. Porque si bien los vinos nacen en el viñedo, un hombre (y su equipo) los hacen posibles. Con sus estudios, con sus decisiones, con sus degustaciones. Son los que definen el rumbo, el estilo y los que toman riesgos. David sabe que debe provocar cambios en pos de inaugurar esta nueva etapa de la bodega, y cuenta con todo el apoyo de Michael. Pero mucho más allá de un objetivo comercial hay una estrategia que tienen a los vinos de alta gama de la casa como los principales protagonistas. “Hoy es la cuarta bodega de la Argentina y sus vinos son muy conocidos en el mundo” asegura David, quién agrega: “presentamos Signature Winemaking porque queremos mostrar la pasión que hay detrás de nuestros vinos”. Michael está muy contento de tenerlo a David de vuelta, liderando el equipo como Director de Vitivinicultura. Él maneja todo, pero sobre todo los terroirs, esos diamantes que brinda la naturaleza tiene que encontrarlos en los viñedos y pulirlos en la bodega para que brillen en el mercado. “Signature Winemaking” es el nuevo camino de la bodega y es un gran cambio para Norton que involucra innovación y creatividad. “Parece mentira pero el consumidor no conocía la historia de Norton, solo algunos productos como Clásico, DOC y Cosecha Tardía”, cuenta Santiago Galli, flamante Gte. de Marketing y pieza clave en esta nueva etapa. “Queremos contar qué es Norton, quiénes somos y qué queremos darles a través de nuestros vinos. Por eso la firma como símbolo de compromiso, único e irrepetible”, agrega en alusión al nuevo concepto de comunicación. Ahora, todos los vinos de alta gama salen con el sticker de “Signature Winemaking”, desde el DOC al Gernot Langes. Los vinos de la transición Lote Negro es el primer vino de David Bonomi en esta nueva era de Norton, aunque no es la única novedad que presenta la bodega, ya que anunció el lanzamiento de Privada en la Argentina. Un vino que triunfa en los principales mercados de exportación hace varios años (se comercializa solo en vinotecas y restaurantes). Quorum está elaborado con distintos varietales de distintas cosechas. Ahora llega el IV al mercado, pero David ya elaboró el V que espera su turno en la cava. “Acá hay esa posibilidad, porque tenemos vinos guardados en barrica y en piletas, y así podemos lograr un vino distinto a todos”, comenta el enólogo. Se sabe que Norton es una de las pocas bodegas que recorre la historia de la viticultura argentina, y este vino es una buena manera de mostrarla. “Se utilizaban tres variedades y de Luján de Cuyo en este vino, ahora buscamos más acidez, no solo porque me gusta sino porque es la estructura ósea del vino y sumé variedades y el Valle de Uco como terruño”, cuenta David con su perfil bajo. Su padre era viticultor y de él aprendió a hacer vinos a partir de la viña. En los viñedos de Norton hay plantas de más de 100 años; parte del Lote Negro viene de allí. “Para poder hacer vino hay que tener viñas, y para poder tener viñas hay que ser explorador y animarse a desafiar los límites. Estamos viendo nuevas zonas y comenzamos a invertir en una propiedad de la familia (la estancia de la Patagonia), y por eso estamos seguros que hay muchas cosas que se vienen porque las tenemos”, afirma David. Él ama las Compuertas, y también le gusta mucho Los Árboles como terruño, es por ello que el Lote Negro Cabernet Franc viene de allí. Una variedad que, junto al Malbec, desvela al hacedor, y que la bodega posee 45ha (algo así como el 8% del total plantado en el país) de unos 25 años. Por su parte el Privada, antes llamado Family Blend (Malbec 40%, Merlot 30% y Cabernet Sauvignon 30%), fue el primer vino “de puño y letra” creado por el padre de Michael Halstrick. Cuenta la historia que Gernot caminaba por las cavas eligiendo vinos que luego se separaban según sus gustos, y eso se convirtió en Privada. Allí también reposan 1200 botellas del mítico Norton Malbec 74 y otras pocas del Tannat 44, quizás el primer varietal argentino. Con mucho respeto David encaró el blend 2014 fiel a sus convicciones; “me gusta generar vinos con boca”, dice, recordando que las últimas cosechas han sido difíciles, con altos costos y daños climáticos. La Colonia es una de las fincas emblemáticas de la bodega y de Mendoza, cuenta con 1000 hectáreas. Adquirida en 1997, fue el origen inicial del Privada a partir de sus parrales, la conducción tradicional de la zona para evitar los fríos que se dan cerca del suelo. En este Privada 2014 se mantuvo el Malbec y el Cabernet Sauvignon, pero se jugó con Las Compuertas y con toques del Valle de Uco. “Nuestra enología va a ser transversal y no horizontal, buscando poner en valor a Lujan de Cuyo y al Valle de Uco en forma genuina”, asegura el joven pero experimentado winemaker. El Gernot Langes 2012 fue el primer vino con Cabernet Franc y el más diferente en cuanto a estilo de la bodega, uno de los legados de Jorge Riccitelli, experto en la elaboración de blends. Además de ser el ícono de la casa, también viene en dos presentaciones muy lujosas que simbolizan la unión de dos famosas familias austríacas; en cofre de madera con dos copas Riedel con sus respectivos tallos con cientos de cristales incrustados ($11.000), y en botella Magnum también decorada con cristales ($6000). “Uno se pone en la piel del productor, hay que estar comprometido con lo que se hizo. El 2012 es 100% de Luján de Cuyo pero el próximo (2014) tendrá algo del Valle de Uco”, afirma David. Degustación de vinos Norton Quórum IV Norton, Valle de Uco, Mendoza $530 De aromas limpios y jóvenes, bien equilibrados de Malbec (2010, 20%) tradicional pero con frescura moderna de Cabernet Franc 2013 (28%). Buen cuerpo, con cierto agarre (propio del Petit Verdot 2012, 52%), y una madera muy bien puesta. Con buen volumen, algo de frutas negras y especias, agradable fluidez y taninos incipientes, bien al estilo Norton pero más moderno (por su frescura) para ser Quórum. Hay una madera que se siente pero sutil, fruta roja viva pero clásica, más de primera zona, y se nota una elaboración muy cuidada. Beber entre 2017 y 2020. Puntos: 90 Lote Negro Malbec, Cabernet Franc 2015 Norton, Valle de Uco, Mendoza $644 Este vino marca el comienzo de una nueva era en la bodega. Es la primer cosecha del flamante enólogo de la casa, David Bonomi, y el primer vino 100% del Valle de Uco producido en Norton. El nombre está inspirado en la concentración de su color, un blend de Malbec (65%) y Cabernet Francés (35%); una combinación que le sienta muy bien al autor. De aromas bien integrados, con un carácter de fruta negra muy equilibrado. De paladar compacto y con fuerza, por ahora muy protegido por la madera (16 meses de crianza en barricas nuevas de roble francés). Trago profundo, con volumen y buena frescura, taninos vivaces y amables, con potencia y potencial para ganar complejidad en los próximos años. Beber entre 2018 y 2022. Puntos: 91 Privada, 2014 Norton, Valle de Uco, Mendoza $585 Sus aromas son nítidos y equilibrados, con buena frescura y agarre, algo de fruta joven con texturas que hablan de la combinación del Malbec y Cabernet Sauvignon, aunque también participe el Merlot de la mezcla. Resalta por la frescura, es un vino que se mantiene muy joven, y llena la boca con carácter y mucha fluidez, agarre y buen potencial. Es agradable y expresivo en su paso por boca, donde se notan sus intenciones y el sello de la casa. Beber entre 2017 y 2019. Puntos: 90 Gernot Langes 2012 Norton, Luján de Cuyo, Mendoza $1910 De aromas clásicos y muy bien equilibrados, también delicados, con fruta madura pero muy elegante. En su estilo, muy buen ataque con frescura y músculo, y sus taninos se mantienen firmes, garantizando más potencial. En su final de boca predominan las notas de crianza (18 meses de crianza en barricas nuevas), especias y ahumados, con algo de frutas pasas. Este blend de Malbec (60%), Cabernet Sauvignon (20%) y Cabernet Franc (20%), elaborado con uvas de fincas propias en la primera zona, tiene más vida por delante y seguramente, cuando la madera se integre más, gane en complejidad. Beber entre 2017 y2022. Puntos: 92