Esta bebida asociada a la frescura y al encuentro entre amigos se está ganando un lugar en el paladar de la gente, y en especial de los más jóvenes.

Pony Line Bar, único bar gourmet de la ciudad, incorporó un dispenser de 8 bocas, que sirven vermut tirado.

Delicados, livianos de alcohol, apenas dulces sin ser empalagosos y bien refrescantes, las variedades que se pueden degustar son las siguientes: Americano (blanco) y Americano Rosa, Dopo Teatro (Rosso amargo con un poco de vino Barolo,) y Barolo Chinato (100% Barolo) de la bodega italiana Cocchi. De la bodega Carpano se ofrecen el Antica Formula (un rosso italiano, conocido en el mundo como el estándar de un buen vermut), y el Punt e Mes (vermut amaro).

También se ofrece uno de los mejores vermut españole, Rojo Reserva de bodega Yzaguirre y el argentino Lunfa, un rosso muy aromático a base de vino torrontés.

A diferencia de las canillas, el dispenser permite preservar el producto de manera tal que cada vez que se sirva se encuentre en estado ideal, como si estuviese recién abierto. Las máquinas inyectan un gas más pesado que el oxígeno (argan) al conectar las botellas, para evitar que el producto entre en contacto con el oxígeno y se oxide.

En cuanto a la manera de tomar esta refrescante bebida, Pedro Giustinian, head-bartender de Pony Line Bar explica que “Hay muchas maneras de tomarlo, pero para apreciar el producto en sí, lo mejor es tomarlo con hielo y una rodaja de limón o naranja. También suele usarse para preparar Negronis o Manhattans. Tradicionalmente son aperitivos (a excepción del Barolo Chinato que es excelente para combinar con un postre con chocolate), así que son ideales para acompañar temprano con nuestros urban bites o una tabla de quesos y fiambres”.

Sobre El Autor