VivA le Pepa Fabricio Portelli 07/07/2018 Notas, Vinos Notas 4486 La Argentina vínica ha cambiado tanto en las últimas dos décadas que parece un nuevo país productor. Pero por suerte no es así, ya que sin la historia y la cultura precedente, este presente no sería promisorio. Lo cierto es que los cambios a nivel bodega y viñedos van mucho más rápido que los consumidores. Y es por ello que los vinos salteños pueden llegar a ser de los más sorprendentes hoy en día. Porque la mayoría de los amantes del vino seguramente tiene in mente aquellos blancos invasivos y efusivos, con ciertas rusticidades dadas por los amargores típicos del Torrontés. Y de los tintos quizás tenga el recuerdo en el paladar de vinos concentrados y cálidos, alcohólicos y tánicos, con mucha sobre madurez. Es decir, vinos que podían impactar (más en las alturas de Cafayate) pero que no podían fluir tanto en las copas. Y si bien esa podría ser una descripción de los vinos argentinos en general, muy lejos está de los vinos actuales, y mucho más de los que están llegando del NOA, más precisamente del Valle Calchaquí. Principalmente porque la evolución no solo ha tocado a Mendoza, también desembarcó con todo en el valle, y los nuevos vinos son muy elocuentes. El Esteco no es la bodega más tradicional de la zona pero sí es una de las dos naves insignias, que siempre pujó por los vinos de Cafayate y alrededores aquí y en el mundo (la otra es Etchart). Y si bien es cierto que Donald Hess con sus Colomé le ganaron de mano a principios del milenio, con los primeros vinos salteños frescos, y por ende más bebibles, ahora es el turno de Alejandro Pepa y su equipo; formado por Claudio Maza y Carolina Cristofani en bodega, y Francisco Telechea en viñedos; de demostrar todo el potencial que tienen los vinos del valle. Protagonistas de la evolución del vino salteño Alejandro hace 18 años que trabaja en El Esteco, llegó cuando recién empezaba la bodega a rodar; por aquel entonces Don David era la nave insignia, y el Altimus un ícono naciente. Una de las primeras claves fue pensar el valle en grande, poniendo en valor todos aquellos viñedos viejos conocidos, o nuevos de lugares más extremos, pero siempre con características vallistas. Por eso los viñedos van de Catamarca y Tucumán a Salta y Jujuy, con el epicentro en Cafayate y sus alrededores. Es interesante como Francisco Tellechea, ingenero agrónomo de El Esteco, explica las condiciones naturales del valle en general, y de cada zona en particular. La lluvia es generalmente escasa, y la altura es radiación y temperaturas que generan una amplitud hacia las temperaturas más frescas. “Noviembre es le mes más cálido en el valle, y la radiación (a partir de Diciembre) desde las 15 hs decrece, y más en Emero por la nubosidad que genera la cadena Los Quilmes. Como resultado, las temperaturas medias del último mes antes de la cosecha son como las de Altamira”, explica Francisco admirando el Valle de Cafayate, desde Finca El Socorro (160ha). Otro de los factores que han influenciado a El Esteco y a los vinos de la región en general es COPROVI, la degustación de los vinos de la cosecha que organizan los mismos profesionales de la zona. Hace 11 años que, más allá del evento social en el que se degustan a ciegas los mejores representantes varietales de la cosecha, los enólogos y agrónomos que elaboran en el valle intercambian experiencias y conocimientos durante todo el año. Eso potenció a los vinos de la región. Y más allá del los tinos tradicionales como el Malbec, el Cabernet Sauvignon, el Tannat (que se perfila como el más representativo de la zona), y el típico Torrontés, que allí adquiere un carácter único, quizás el Sauvignon Blanc sea el mejor hallazgo. Hay pocos pero diversos exponentes del valle, desde Tacuil hasta Guacalera (Jujuy) que así lo demuestran, con un estilo y carácter propio. A veces hay que ver el contexto para entender los vinos, dicen los hacedores de la zona. Hay que pensar en la extremidad de Guacalera (Jujuy), y de lo que este varietal puede expresar en la Quebrada de Humahuaca. Además, para lograr estos vinos se traen las uvas de Jujuy a Cafayate, se hace un desborre previo, y luego se elaboran con levaduras seleccionadas con una leve corrección de acidez., por solo dar un ejemplo. “Tratamos que los viñedos de Sauvignon Blanc tengan gran canopia para cubrir todo el racimo, y así obtener el carácter salvaje, con notas de arveja, ruda y algo de pomelo”, describe Alejandro Pepa durante la degustación. Otra de las gratas sorpresas son los blends de variedades blancas, pero no por la originalidad de sus composiciones, sino por la frescura que ofrecen. “El Esteco Blanc de Blanc es un corte culpa de los agrónomos, pero es una tendencia que ha llegado al valle para quedarse” dice Pepa, asegurando que está pensado para tener una larga guarda. Es evidente que se tienen en cuenta muchos más factores para concebir los vinos. Otro productor referente de la zona elabora su reconocido Torrontés a partir de la combinación de dos zonas. Una más arenosa, elegida por la insolación y por como rebota la luz en la arena, con uvas de otra región de vientos constantes, que da perfumes más frescos. La idea es alejarse de los blancos pesados de antes, pero a la vez potenciar la expresión y la estructura. Para ello se cosechan a mediados de Marzo, y una parte fermenta en barricas para aportar graso, y el resto en tanques con mucho trabajo de borras finas. Francisco Tellechea es un estudioso y sabe muy bien como impacta la altura en los vinos blancos (sobre todo) y como están empezando a ser caracterizados por los parámetros climáticos. De las 206.000 hectáreas de viñas que hay en el país, 40.500 son de uvas blancas (casi el 20%). El Valle Calchaquí representa el 1,9% del total, y 1278 ha son de uvas blancas; principalmente Torrontés Riojano, Sauvignon Blanc y Chardonnay, que representan el 96% de las uvas blancas de la región. El peso de las blancas allí es más que en el resto de las regiones del país. Además, es una de las zonas más altas del mundo, ya que va desde los 1600 hasta los 3100 metros, y en la altura las temperaturas promedio no son elevadas. Todo esto confirma las razones del auge en la zona de los vinos blancas. Más allá de la evolución de todos sus tintos. Los secretos de los nuevos vinos de El Esteco A la revolución en los viñedos siguieron los cambios en bodega, incorporando huevos de cemento y foudres de 6000 l, además de barricas nuevas de diferentes tamaños y varios roll fermentors. Según el enólogo, 2017 fue una cosecha espectacular, y no duda en catalogarla como la mejor en el Valle Calchaquí, al menos desde que él llegó en el 2000. Eso se explica porque El Niño, de La Rioja hacia el norte, potenció la sequía en 2016 y así en 2017 llovieron menos de 200 mm. “A los taninos queremos domarlos pero no eliminarlos” dice Claudio Maza., en una clara alusión a encontrar una nueva identidad del valle pero sin traicionar la esencia del lugar. Los vinos más representativos de la bodega empiezan en Don David, una de las marcas más reconocidas y tradicionales del mercado, y a la vez una de las que más ha evolucionado. Por ejemplo, el Don David Chardonnay 2016 (menos de $200) tiene un porcentaje fermentado en foudres y otra parte en barricas usadas y nuevas (casi el 20%). El resto se hace en acero inoxidable; una parte con duelas y sin maloláctica. Se cosecha cada vez antes, con 13.5 de alcohol potencial para mantener la frescura, y tiene casi 9 meses de trabajo con borras finas. Todas las uvas provienen de fincas propias y casi todas en espaldero. Los estudios que vienen realizando demostraron que el mes anterior a la cosecha 2017, las temperaturas medias habían sido más bajas que las del Valle de Uco. Algo inimaginable en el valle años atrás. “Al conocer esto y protegiendo las uvas del sol pudimos obtener vinos blancos bien frescos con Chardonnay, Torrontés y Sauvignon Blanc”. “Además, la tecnología nos ayudó mucho; la limpieza, el frío, la fermentación en foudres (que ya llega al 7% del total) y también algo en barricas de roble usadas”, afirma Alejandro Pepa. La línea Don David Reserva nace por los premios obtenidos por la marca, sobre todo en los mercados de exportación. Con el Don David Reserva Malbec la idea es mostrar la fruta que tiene el valle. Hay uvas de Chañar Punco que son viñedos de rendimientos más altos, mezcladas con algo de Cafayate. Un buen porcentaje es con levaduras nativas, se elabora con un 20% de racimos enteros, una parte en roble francés y americano y otra en tanques con duelas nuevas. El objetivo es lograr una alta tomabilidad, asegura el enólogo. Para el Cabernet Sauvignon de la línea realizaron un trabajo agronómico en cuarteles seleccionados y clasificados con imágenes satelitales, para luego cosecharlos por separado. El Esteco es una línea importante por llevar el nombre de la bodega, y nace para mostrar el potencial del valle, sin roble evidente, con crianzas de doce meses en barricas usadas. Se trata de blends de parcelas diferentes, pueden ser parrales y espalderas, con algo de racimo entero. Se nota que son vinos bien logrados y que cumplen su misión. Son fluidos, tomables y cada uno apoyado en sus caracteres primarios, con texturas y frescuras que les aportan vivacidad. Después viene una línea de vinos con más expresión y concentración, que proviene de viñas muy viejas; los Old Vines. Quizás la línea de vinos más exitosa de la casa de los últimos tiempos. Con un Torrontés, un Criolla, un Malbec y un Cabernet Sauvignon; en todas las etiquetas figura el año de plantación de los viñedos. “Esta línea nació en las fincas, y viendo los viñedos longevos nos preguntamos por qué no hacer algo directo y por separado para lograr algo diferente”, comenta Alejandro. Antes de la 2015, que fue la primera en salir al ruedo, hubo una en 2012 pero no obtuvieron el estilo deseado, sobre todo con la Criolla, que había sido el disparador del nuevo proyecto. Pero en 2015 la elaboraron en huevos de cemento, con levaduras nativas y racimos enteros, y salió. Vinificada al estilo de un Pinot Noir, con mucho frio y maceración pre fermentativa, y con el arranque explosivo que promueven las levaduras indígenas. Luego se descubó y volvió al huevo para seguir su elaboración como un rosado. Hoy es el Criolla más respetado del mercado. Por su parte, el secreto del Torrontés Old Vines es que una parte fermenta con los orujos, más allá del carácter propio de la viña. Algo que también distingue al Malbec y al Cabernet Sauvignon. Sin dudas, el Esteco Blanc de Blancs y el Blanc de Noir son dos de los vinos salteños que patearon el tablero. El primero es un vibrante blend a base de Viognier, Chardonnay y Torrontés, con dos variedades nuevas en Argentina; Marsanne y Roussanne, plantadas en 2015. Se elaboró en tanques, con levaduras seleccionadas, y se crió siete meses sobre lías. El Esteco Blanc de Noir 2017 es un 100% Pinot Noir de Chañar Punco, proviene de 7,5 ha, se cosechó manual en cajas. Se hace todo en el Chañar con prensado suave. Por su parte Finca Notables empezó en 2009 con un Cabernet Sauvignon (en 2010 se sumó el Malbec, en 2011 el Tannat, y por último en 2012 el Cabernet Franc). Por ejemplo, para el Finca Notables Cabernet Franc 2015 cosecharon a mano uvas de tres fincas diferentes, con distintas exposiciones, distinto tratamiento de canopia y en momentos diferentes, menos de 8000 kg por hectárea, con plantas equilibradas y selección de racimos y de uvas, y de ahí directo a las cubas de roble usadas. Una de las mejores novedades de la casa es el Finca Notables Merlot 2015, el segundo vino puro de Chañar Punco, a 2000 msnm. Una finca de 6 km de largo, en espaldero, de suelos pedregosos con calcáreo. “Ese Merlot proviene de 4 ha extremas, que trabajando las mismas a lo largo de los años nos dieron un mejor resultado, luego lo elaboramos en tanques de acero en Chañar Punco y críamos en El Esteco, en foudres de 6000 l”, comenta Claudio Maza. Por su parte el Finca Notables Malbec proviene del cuadro nro 9; un espaldero bien equilibrado con orientación NE a SE. Es una zona más fresca, y da una uva de mediana a grande y súper jugosa. Últimamente han adelantado un poco la cosecha. Chañar Punco llegó con la cosecha 2011 para demostrar que Catamarca también puede dar vinos de gran nivel. Queda a 80Km hacia el sur de Cafayate y a 2000 msnm, y ya es un importante protagonista de los vinos actuales del Valle Calchaquí. Es un suelo muy diferente, más rocoso y arenosos. Allí, Claudio Masa selecciona las parcelas más altas y con más piedra. “Es una región más salvaje y tensa, con más de todo, y que da para mucho, por eso en 2013 hasta nos animamos con un Merlot”, asegura Claudio. “Nos gusta el estilo de Altimus, pero ha ido cambiando con el tiempo, aunque el concepto sigue siendo el mismo. Partimos de un Malbec y un Cabernet Sauvignon con elegancia y complejidad, con 12 meses de crianza por separado, y 6 meses más después de hecho el corte, y luego un año y medio en botella. Hay una intención bordelesa en este vino salteño” asegura Ale Pepa, quién reconoce que a partir del Altimus 2007 cambiaron radicalmente. Nueva inversión Grupo Peñaflor, empresa vitivinícola líder de Argentina con presencia en más de 90 países, anunció que en los próximos años invertirá 15 millones de dólares para incrementar el cultivo de viñedos y la producción de vinos en Salta. El Gobernador Urtubey recibió en Casa de Gobierno a directivos de Grupo Peñaflor para dialogar sobre la inversión que realizará la empresa vitivinícola para aumentar la producción en la provincia de Salta. En la reunión de la que participaron Francisco Do Pico, Director de Relaciones Institucionales, Juan Schamber Gerente de Relaciones Institucionales y Maximiliano Leister, Gerente de Operaciones de Bodega El Esteco, también analizaron la situación actual del sector vitivinícola a nivel nacional, los desafíos en la actividad y futuras inversiones. En los próximos 5 años la compañía realizará un plan de inversión de 15 millones de dólares para aumentar el cultivo de uva y producción de vinos en los valles Calchaquíes, más precisamente en bodega El Esteco, que actualmente cuenta con 520 hectáreas cultivadas. Esta inversión, que se sumaría a los 8 millones de dólares que en los últimos 5 años el Grupo generó, permitirá profundizar la exportación de los productos; actualmente el 60% del volumen de producción se exporta y el 40% se dirige al consumo interno. Integrada por prestigiosas y centenarias bodegas como: Trapiche, Finca Las Moras, El Esteco, Navarro Correas y Mascota Vineyards, Grupo Peñaflor, cuenta con 3.200 hectáreas productivas y bodegas en 5 provincias. Con U$S 200 millones por año en ventas al exterior, es el principal exportador de vino de Argentina y el productor N°1 de Malbec del mundo. Los nuevos vinos de El Esteco Don David Chardonnay 2016 El Esteco, Valle Calchaquí $ – $$ – $$$ – $$$$ De aromas limpios y buena intensidad, con cierta tipicidad. Buen volumen, paladar franco y agradable, con fruta blanca y algo de ananá. Buen carácter y profundidad, con la potencia bien equilibrada y fuerza que lo hacen muy bueno para la mesa diaria. Puntos: 87,5 Don David Torrontés 2017 El Esteco, Valle Calchaquí $ – $$ – $$$ – $$$$ Tiene una gran intensidad y tipicidad, sin ser invasivo, con flores blancas. De paladar limpio, con muy buena frescura y fuerza final, con un amargo que le da carácter, pero lo que gana es su paso refrescante y vivaz, con dejos cítricos, con nervio y un final crispy. Muy bien para acompañar platos picantes de la cocina oriental. Puntos: 88 Don David Reserva Malbec 2016 El Esteco, Valle Calchaquí $ – $$ – $$$ – $$$$ La idea de este vino es mostrar la fruta que tienen los valles, por eso hay uvas de Chañar Punco y Cafayate. Un buen porcentaje fermenta con levaduras nativas, y un 20% se elabora con racimos enteros. Es un Malbec de aromas intensos y equilibrados, con cierta potencia y una agradable fruta roja con leves notas lácticas aportadas por el roble. En boca tiene buen volumen, con cierta fluidez y taninos inicpinetes, paladar franco con frescura final. Puntos: 88 Don David Reserva Cabernet Sauvignon 2016 El Esteco, Valle Calchaquí $ – $$ – $$$ – $$$$ De aromas intensos y profundos, con cierta madurez y dejos vegetales. Taninos algo firmes pero paladar franco. Hay un ataque con cierta frescura, y un principio de fruta roja con un final de pimientos. Con músculo y equilibrio, y con unas texturas que piden carnes asadas. Puntos: 88,5 El Esteco Malbec 2015 El Esteco, Valle Calchaquí $ – $$ – $$$ – $$$$ De aromas expresivos, con buena fruta roja, algo madura y con leve torrefacción. Buen volumen, gana en boca la fruta roja joven pero su paso es algo diluido. De paladar suelto, con taninos algo firmes. Prolijo pero sin mucha profundidad, con buena frescura, agarre, y un final refrescante con leves dejos herbales. Puntos: 87,5 El Esteco Cabernet Sauvignon 2015 El Esteco, Valle Calchaquí $ – $$ – $$$ – $$$$ De aromas frescos, con leves notas vegetales (pimiento rojos), pero más frutas rojas frescas. Con taninos que se agarran bien, y un paso vivaz por boca. Hay mucha fluidez pero con volumen, de trago ágil y con una tipicidad bien notable. Tiene todo lo que se puede esperar de un vino actual, de este varietal y de esta zona. Puntos: 88,5 El Esteco Old Vines Torrontés 2017 El Esteco, Valle Calchaquí $ – $$ – $$$ – $$$$ Alejandro Pepa (enólogo) y Francisco Tellechea (agrónomo) han encontrado un viejo parral plantado en 1945. Con uvas seleccionadas de las mejores plantas añosas, lograron un blanco con buen ataque y cuerpo, con mucho carácter. La frescura potencia su tipicidad floral. Con más fuerza y vibrancia que sus antecesores. Es voluptuoso y por sus expresiones se recomienda servir en decantador. Incluso es un vino que ganará con la guarda. Puntos: 91 El Esteco Old Vines Criolla 2016 El Esteco, Valle Calchaquí $ – $$ – $$$ – $$$$ A partir de un viñedo viejo y una uva que hasta hace poco solo se utilizaba para vinos comunes, Alejandro Pepa (enólogo) logró un vino revolucionario. Porque es un tinto con alma de blanco pero carácter propio. De aromas terrosos y algo animales con dejos de frutas rojas. Buena boca, refrescante con agarre y un dejo leve amargo final que le da carácter y fuerza. De buen volumen y cierta calidez en su final de texturas vibrantes. Puntos: 90 El Esteco Old Vines Malbec 2016 El Esteco, Valle Calchaquí $ – $$ – $$$ – $$$$ Las uvas provienen de Finca Las Mercedes, parrales plantados en 1946; este viñedo en la actualidad es orgánico. Hay una buena concentración con cierta frescura y sabores con tipicidad pero algo compacto. Buen volumen, y agradables texturas, con especias secas, taninos finos pero firmes, y un final austero. Un Malbec jugoso y vivaz que demuestra una nueva faceta del valle. Puntos: 91 El Esteco Old Vines Cabernet Sauvignon 2016 El Esteco, Valle Calchaquí $ – $$ – $$$ – $$$$ Sus aromas son elocuentes, de paladar fluido, con frescura y agarre. Taninos firmes pero finos, con fluidez y un paladar más suelto que su par Malbec (algo que a esta altura ya no sorprende). De paso jugoso y con buen potencial, muy apoyado en el carácter primario de la fruta y con las notas de crianza muy bien integradas. Puntos: 91 El Esteco Blanc de Blancs 2017 El Esteco, Valle Calchaquí $ – $$ – $$$ – $$$$ La intención de Alejandro Pepa fue lograr un vino blanco diferente y complejo que muestre el potencial de los valles. Así eligió dos variedades plantadas en 2015 como Marsanne y Roussanne, y las combinó con algo de Viognier, Chardonnay y Torrontés. Todo fermentó en tanques con levaduras seleccionadas y permaneció siete meses en contacto sobre borras. Y si bien le falta más botella despliega una tipicidad de zona muy elocuente. De aspecto cristalino, algo pajizo, con aromas expresivos, buen volumen y una frescura que resalta sus texturas. Un vino con gracia y muy completo. Beber entre 2017 y 2020. Puntos: 90 El Esteco Blanc de Noir 2017 Bodega El Esteco, Chañar Punco $ – $$ – $$$ – $$$$ Sorprende desde el vamos este Pinot Noir de Catamarca. De aspecto actual, piel de cebolla, con buen volumen y nervio. Un carácter de frutas blancas, y leves frutas rojas acidas. De paladar limpio y final amable, también vivaz, y muy equilibrado. Un rosado con todas las letras para adoptar y lucirse con platos delicados. Puntos: 90 Finca Notables Cabernet Franc 2015 El Esteco, Valle Calchaquí $ – $$ – $$$ – $$$$ De aromas intensos y equilibrados, con frescura y un paladar voluptuoso, con taninos incipientes y un final herbal típico, con fruta roja madura y algo de calidez final. Final limpio y largo, en el que se notan los taninos y se combinan con sus expresiones herbales y de especias secas. Con cuerpo pero sin peso ni concentración. Sobre el final aparece apenas un tostado de la madera. Es un vino que habla de la variedad y de la zona. Puntos: 90 Finca Notables Merlot 2015 Bodega El Esteco, Chañar Punco, Valle Calchaquí $ – $$ – $$$ – $$$$ Este vino nace a 2000m, en suelos de piedras con calcáreo, y si bien la finca tiene 160ha y hay Merlot en muchos lugares, las uvas provienen de una parcela de 4ha bien extrema que da otra cosa, según Claudio Maza (enólogo). De aromas cálidos y equilibrados, paladar profundo con notas de frutos negros y algo de vegetales. Franco y con taninos finos, es jugoso y algo terroso, hay fuerza pero con fineza. Ofrece un carácter austero muy interesante que le gana a la calidez de sus expresiones. Puntos: 91 Finca Notables Malbec 2015 El Esteco, Valle Calchaquí $ – $$ – $$$ – $$$$ De aromas fresco y algo lácticos, con buen volumen, carnoso y con taninos algo duros para ser Malbec. De paso jugoso, con fuerza y frescura, buena estructura y potencia equilibrada, pero de final cálido. Hay mucho potencial y necesita estiba para domar esas texturas de taninos que se agarran bien. Totalmente apoyando en la fruta, con leves dejos vegetales frescos que hablan de la región. Puntos: 89,5 Finca Notables Cabernet Sauvignon 2015 El Esteco, Valle Calchaquí $ – $$ – $$$ – $$$$ De un parral viejo plantado en 1960 nace este tinto de aromas equilibrados, con buen carácter vegetal (y salteño). De paso delicado y bien fresco, fluido, con taninos incipientes, con buen agarre y una profundidad bastante austera. Jugoso y algo compacto en su paso por boca, con especias y frutas negras, joven y con potencial. La frescura del vino es muy interesante, pero un poco más de botella le va a venir muy bien. Puntos: 91 Finca Notables Tannat 2015 El Esteco, Valle Calchaquí $ – $$ – $$$ – $$$$ Este vino nace en un parral con rendimientos equilibrados. Posee un carácter cárnico y frutal, de buena intensidad. Un paladar compacto, con taninos firmes que se agarran mucho, paso jugoso y fresco, con mucho carácter; en boca más que en nariz, con algo de café, y una profundidad apoyada en la fuerza del vino. Muy buen potencial de guarda. Puntos: 90,5 Chañar Punco 2013 Bodega El Esteco, Chañar Punco $900 Los suelos de Chañar son muy diferentes a los de Cafayate, más rocoso y arenosos, y es una región más salvaje y tensa. Allí se seleccionan las parcelas más altas y mas rocosas de Malbec, Cabernet Sauvignon y Merlot (esta fue su primer cosecha). De aromas compactos, con algo de fruta roja y negra madura, con buen volumen y agarre. Es un vino con muchas capas, de texturas (firmes y finas) y de sabores austeros donde la crianza habla. De paladar jugoso y muy fresco, con tensión y notas de frutas maduras y especias. Necesita más botella. Beber entre 2018 y 2025. Puntos: 93 Altimus 2013 El Esteco, Valle Calchaquí $ – $$ – $$$ – $$$$ Blend de Malbec , Cabernet Sauvignon y Cabernet Franc, de aromas equilibrados, con leves notas de cuero y fruta roja fresca. Buen volumen, con fluidez y taninos incipientes. Hay equilibrio con cierta complejidad, paso delicado, con agarre y final expresivo, con especias hay un dejo bordelés marcado. Se nota que hay una intención de complejidad, solo necesita más tiempo en estiba. Puntos: 91