7 de noviembre Día del Merlot Fabricio Portelli 07/11/2018 Notas, Vinos Notas 4219 Es cierto que no hace falta esperar a un día específica para descorchar un vino, pero al Merlot le viene bien que lo celebren, sobre todo en la Argentina donde ha sufrido el embate de las modas. Llegó al país a mediados del siglo XIX junto con el Malbec y las demás variedades francesas que hicieron posible este presente vitivinícola. El haber estado siempre a las sombres del Cabernet Sauvignon no le permitió alcanzar el status que se merece, aunque sigue siendo la uva protagonista del segundo vino más caro del mundo; el Pomerol. Siempre fue noble pero nunca pudo desplegar su grandeza fuera del Viejo Mundo. Cabe destacar que en Italia (Bolgheri, Toscana) se hace el Masetto, uno de los mejores Merlot del mundo. Pero en Estados Unidos primero y en Chile después lo utilizaron para conquistar más paladares. Al ser más “soft” que el Cabernet, se creyó que selo podía multiplicar sin límites. Pero el Merlot, como cualquier uva, los tiene. En los 90´ aparecieron exponentes económicos que inundaron las góndolas de los supermercados americanos, y su efecto duró una década. Precisamente hasta el estreno de la película Sideways (Entre Copas) en 2004, que lo bastardeó a manos del Pinot Noir. Y así, todos los Merlot del mundo que se elaboraban con destino a los Estados Unidos, debieron recalcular su destino, y pronto miles de hectáreas de Merlot fueron injertadas con variedades más comerciales. Obviamente en nuestro país el reemplazante más elegido fue el Malbec. Y si bien el Merlot retrocedió un paso, su estirpe nunca la perdió. Sigue siendo de la misma familia del Cabernet Sauvignon, con ese carácter más vegetal y especiado que frutal, pero con la ventaja de ser más sedoso en sus texturas y por ende más suave en su paso por boca. Claro que esto tiene que ver mucho más con la elaboración que con sus características varietales. Es una uva que prefiere el clima más fresco, y por eso ahora se lo cuida más de los rayos solares, con un mejor manejo de canopia y cosechándolo antes, para resguardar mejor su acidez natural. En Patagonia fue considerada siempre una cepa emblema, aunque no abundaban los exponentes. Y en Mendoza se luce más en zonas como Agrelo y Valle de Uco. Quizás, lo más sorprendente llegue de Chañar Punco, un enclave a más de 2000 metros en los Altos Valles Calchaquíes. De las 223.000 hectáreas (aprox) plantadas, unas 120.000 están en Mendoza, y de esas el 1,7% es de Merlot. Si se mira solo el Valle de Uco, ese porcentaje sube al 5%. Las modas pasan y los buenos vinos quedan. No fue culpa del Merlot sino de lo que hicieron con él. Por suerte quedaron en pie muchas hectáreas plantadas, y hoy, de la mano de enólogos que la respetan, está volviendo al lugar que le corresponde. Merlot nacional vs Merlot internacional Es una MasterClass conducida por la Master of Wine Madeleine Stenwreth (Suecia), quien conoce mucho de vinos argentinos porque ya en 2005 era la responsable de comprar los vinos para el monopolio de Suecia. Su relación con nuestro país va más allá porque Daniel Pi, chief wine maker de Trapiche la ayudó en su la tesis que le dio su título en 2008, y trataba sobre la influencia de la altura en el Malbec de Mendoza. Con motivo de presentar el nuevo Single Vineyard de Finca Notables de El Esteco, dirigió una degustación de Merlot del viejo y del nuevo mundo. Para la experta, el Merlot es una variedad apasionante que está sufriendo injustamente, luego de tocar el cielo con las manos en 1991, cuando se convirtió en la estrella vínica de los Estados Unidos gracias a la paradoja francesa. Fue en un programa de TV (60 minutos) que este tinto se hizo famoso y a partir de eso la venta creció un 400% ese año. Pero además el Merlot pegó fuerte porque no era un vino tan complicado como el Cabernet Sauvignon, la estrella de los conocedores. Así fue como el Merlot explotó en el mundo, y como madura rápido fue fácil de hacer. Pero eso, así como lo multiplicó lo hizo sufrir, porque rápidamente se convirtió en “un vino fotocopia” (como diría Brascó), siempre el mismo y sin importar de donde venía. Generalmente sobremaduro y cocido, aburrido, sin frescura y muy maderizado. Esto saturó al consumidor americano y la película fue el golpe de knock out, porque ningún vino crece para siempre, y menos si se lo maltrata. Y mientras el consumo de buenos vinos se consolidaba en el mundo y todas las variedades crecía, en los Estados Unidos; principal destino de las etiquetas importadas, la venta de Merlot se derrumbaba. Hoy, la tendencia es usar racimo entero, aunque eso marca el regreso de algo verde. Hay que recordar que el “green character” no es una buena palabra porque eso a veces significa taninos inmaduros que delatan alta productividad y rendimiento en climas fríos. En los Altos Valles Calchaquíes la metoxipiracina, que da el carácter verde, es natural por la sombra de las tardes. Obviamente hay Merlot en Europa, desde su cuna en Pomerol (Burdeos). En Italia se elabora bastante, en la Toscana porque en Chianti se utiliza para darle músculo al Sangiovese, y también en Alto Adige. En España es una rareza, pero en Navarra hay uno muy tradicional que se elabora en toneles. Australia es uno de los mayores productores de Merlot, pero no tiene los mejores clones y son muy productivos, por eso no se lucen, según la MW. En Nueva Zelanda la región que se destaca es Hawke’s Bay . En América está muy presente, en los Estados Unidos los más destacados se hacen en Walla Walla, Washington State. En Chile, hasta hace poco bastante confundido con el Carmenére, mientras que en British Columbia se hace el mejor de Canadá. En Brasil se da bien en Serra Gaucha y en Mendoza en Patagonia, Mendoza y el flamante hallazgo de Chañar Punco, en Catamarca; 90 km al sur de Cafayate. Madeleine está enamorada de Cafayate, Catamarca y el gran Valle Calchaquí. Destaca que Chañar Punco es más frío, a pesar de una mayor radiación. El viento genera una brisa constante que permiten pieles más gruesas, y por ende con más concentración de polifenoles. Francisco Tellechea (Ing. Agrónomo), trabajó en Langedoc, donde había mucho Merlot, y ahí aprendió a diferenciar los mejores Merlot en una viña. Fue así que en el Block 28 encontró unas hileras con las mismas hojas, aunque no sabe porque ni cómo llegaron hasta allí. Plantado en 1999, con algo de calcáreo en los suelos, son uvas que Claudio Maza (enólogo) vinificó siempre por separado. Chateau Rouget, Pomerol 2013 (u$s35), Francia: no es una de las mejores cosechas, pero es un vino orgánico y biodinámico, clásico y elegante, con el carácter del terruño, y la frescura y textura suaves del cepaje. Alois Lageder Merlot 2014 (u$s18), Italia: en el Veneto están los Merlot de mayor rendimiento de Italia. Este nace en Trentino Alto Adige, una zona fría. Full bio de buena frescura, pero poco expresivo y con un carácter vegetal, la acidez marcada y un final de torrefacción. Viña Magaña Gran Reserva 1985 (u$s35), España: un vino que se hace con estacas de Petrus desde 1972 pero solo en años excepcionales y muy pocas botellas. Delicado y bien evolucionado, con buena frescura, poco expresivo; todavía con agarre y final de fruta madura. Villa Maria Reserve Gimblett Gravels 2013 (u$s25), Nueva Zelanda: Hawkes bay es la mejor zona para tintos más allá del Pinot Noir. Muy “Bordeaux Style”, de aromas integrados y bien apoyados en la fruta roja y negra, con leves dejos especiados y suave torrefacción. Leonetti Cellar Merlot Walla WallaValley 2015 (u$s91), Estados Unidos: Son los pioneros de la región y responsables de la buena fama del Merlot. Columbia Valley es como un desierto, con suelos volcánicos y mucha amplitud térmica, que da una frescura brillante. De aromas delicados e integrados, con cierta concentración y leves dejos de crianza. en su carácter. Ovni Merlot 2017 (u$s25), Chile: Gonzalo Castro; top winemaker en San Pedro y Altair, y uno de los propietarios de Viña Aquitania, pero no encontraba el lugar ideal para Merlot hasta que llegó a Itata. Su Merlot nace en suelos de granito con práctica de dry farming (sin riego) y clima muy frío. Es orgánico y de aromas algo herbales. Franco y de buen cuerpo, algo apretado y de paso firme. Pizzato DNA 99 Single Vineyard Merlot 2012 (u$s72), Brasil: Su primera añada fue 1999, y nace en suelos rocosos. De aromas maduros, cálido y confitado, con especias, taninos firmes y un ahumado final persistente. El Esteco Finca Notables Merlot 2015 (u$23), Argentina: De aromas expresivos e integrados, con leves dejos especiados y herbales, buen cuerpo y paladar franco, con un carácter de fruta más salvaje. “Un vino distinto, un Merlot con esteroides” según la MW. Orden de preferencia de la cata de Merlot: 1) Francia 2) Estados Unidos 3) Argentina 4) Italia 5) España 6) Nueva Zelanda 7) Chile 8) Brasil Algunos Merlot argentinos para enamorarse de la variedad Humberto Canale Estate Merlot 2016 Bodega Humberto Canale, Alto Valle Río Negro Si hay alguien que siempre apostó por el Merlot, y nunca bajó los brazos, fue Guillermo Barzi. De aromas amables, con frutas maduras y especias frescas. Paladar fluido y suelto, con taninos que se marcan un poco, pero de carácter franco y con tipicidad varietal, con fuerza, pero sin peso, y un mensaje terroso interesante. Puntos: 88 Domingo Molina Merlot 2016 Domingo Molina, Valles Calchaquíes, Salta Es una de las novedades de esta tradicional y familiar bodega de Cafayate. Los 14,5 grados de alcohol hablan del origen, pero no del estilo de este Merlot, y eso es lo novedoso. De aromas frescos y algo vegetales, con dejos especiados que se asocian al varietal. Paso fluido, bien fresco y muy especiado, de paladar amable y suelto, pero carácter equilibrado. La novedad está en la expresión de la fruta sin rasgos cálidos ni de sobre-madurez. Un buen comienzo en el norte argentino para este noble cepaje. Beber entre 2017 y 2019. Puntos: 88 Salentein Reserva Merlot 2013 Bodega Salentein, Valle de Uco Sigue siendo uno de los poco Merlot firmes en el marcado y que no cede ante la indiferencia de muchos consumidores. Por suerte para los amantes de esos vinos que hablan en voz baja, pero que tienen mucho para decir. Como este de Salentein que exhibe agradable fluidez, con frescura y sabores clásicos; tiene nervio y no es muy largo. Sobre el final de boca asoma algo terroso que le da más carácter, y su fruta se siente levemente madura. Un tinto que realza la comida. Beber entre 2018 y 2019. Puntos: 88 Laureano Gómez Reserva Merlot 2016 Laureano Gómez, Valle de Uco, Mendoza Laureano es uno de los enólogos que más Merlot ha vinificado. En su bodega de familia elabora un par. Este presenta aromas vegetales y frescos, con buen cuerpo y una concentración que le queda bien. De paso algo compacto y taninos firmes, con un carácter de fruta que sobresale, bien combinado con la crianza. Beber entre 2018 y 2021. Puntos: 88,5 Andeluna Altitud Merlot 2015 Andeluna, Valle de Uco, Mendoza Se sabe que en la altura del Valle de Uco el Merlot se siente cómodo. Aquí hay un exponente de aromas equilibrados y algo vegetales frescos. Paladar franco, con cierta concentración y la madera que acompaña hasta el final de boca. Su carácter es algo maduro pero fresco, sin complejidad, pero con agradable tipicidad. Beber entre 2018 y 2020. Puntos: 88,5 Primogénito Sangre Azul Merlot 2015 Bodega Patritti, San Patricio del Chañar, Neuquén El joven enólogo de la casa, Nicolás Navío, elige las mejores parcelas y de más bajo rendimiento para lograr su Merlot Top. De aromas intensos a frutas maduras y especias. De buen cuerpo y paso amable, con taninos que se mantienen firmes, franco y profundo, con dejos licorosos y ahumados que persisten en el paladar. Se nota que es un vino más pensado para la guarda. Beber entre 2018 y 2022. Puntos: 89 Saurus Select Merlot 2016 Familia Schroeder, San Patricio del Chañar, Neuquén Lo mejor del Merlot es cuando se expresa sin vueltas y su paso por boca es fresco y amable. Así es este Saurus de Leo Puppato, en el que se siente la madurez de la fruta, con cierta concentración y notas de crianza (12 meses el 40 % de segundo uso). Los taninos finos, pero aún firmes piden más botella para ganar equilibrio. Beber entre 2018 y 2019. Puntos: 89 Casa Boher Merlot 2014 Cavas Rosell Boher, Valle de Uco Es un secreto no tan bien guardado, porque hace tiempo que la bodega lo elabora a su modo; es sin dudas un tinto neoclásico. De muy buen perfil varietal, algo que escasea últimamente. Con algo vegetal y terroso, también con especias frescas y paladar amable, en línea con el estilo de la casa. Hay volumen y fluidez con carácter, es delicado y con potencial, para lucirse en la mesa. Beber entre 2018 y 2020. Puntos: 89 * Hay un secreto de Los Árboles bien guardado en bodega, son solo 250 botellas de un 100% Merlot 2014 con más de dos años de crianza. Ojo con ese Merlot, tiene con qué desafiar a los mejores. Fabre Montmayou Reserva Merlot 2016 Bodega Fabre Montmayou, Luján de Cuyo, Mendoza Desde su llegada (a principio de los 90´) Hervé J. Fabre apostó por el Merlot, un cepaje noble originario de su misma tierra; Burdeos. De aromas equilibrados y apoyados en la fruta roja pero más fresca que en años anteriores, propio de la cosecha. De paladar franco con taninos que se agarran y leves dejos vegetales que hablan de la tipicidad varietal. Un vino que se mantiene joven y fresco. Beber entre 2018 y 2020. Puntos: 90 Mariflor Merlot 2013 Bodega Rolland, Vista Flores, Valle de Uco Nadie puede discutirle a Michel Rolland sobre Merlot, y esta es una muestra cabal que sus vinos son diferentes. Porque nada tiene que ver, en estilo, el Mariflor con el Le Bon Pasteur, por ejemplo. De aromas intensos, frutas negras y algo de vegetales, maduro y casi confitado. Con taninos incipientes y bien compacto en sus expresiones, que se abren en la copa. Un Merlot para descorchar o guardar. Beber entre 2018 y 2021. Puntos: 90 Bianchi Particular Merlot 2014 Bodegas Bianchi, San Rafael El Merlot se mantiene vigente en nuestro país gracias a vinos como este, que, sin traicionar un estilo, demuestran carácter propio y potencial. En este 2014 sus aromas ya se sienten maduros, con dejos herbales y mucho regaliz. De trago profundo y complejo por su grata evolución. Hay especias secas y café, con taninos firmes, de buen volumen y un largo final que deja pensando. La uva proviene de Finca Asti en Las Paredes, y el vino fue creado doce meses en barricas de roble. Beber entre 2018 y 2020. Puntos: 90 Kaiken Ultra Merlot 2016 Bodega Kaiken, Vistalba, Luján de Cuyo De aromas intensos pero equilibrados en su carácter. De buen volumen y agarre, más de estilo bordelés y menos argentino clásico por su paso fluido y fresco (se nota el toque de Cabernet Franc). La fruta y las especias conviven con la madera que se está integrando, aunque por ahora le aporta algo goloso y cálido que lo hace más comercial. De paladar vivaz y vibrante, necesita más botella para desplegar mejor esa vuelta de rosca que se nota, tiene en el final de boca. Puntos: 90 Finca Notables Merlot 2015 Bodega El Esteco, Chañar Punco, Altos Valles Calchaquíes Este vino nace a 2000m, en suelos de piedras con calcáreo, y si bien la finca tiene 160ha y hay Merlot en muchos lugares, las uvas provienen de una parcela de 4ha bien extrema que da otra cosa, según Claudio Maza (enólogo). De aromas expresivos, cálidos y equilibrados. Paladar profundo con notas de frutos negros y algo de vegetales. Franco y con taninos finos, es jugoso y algo terroso, con fuerza, pero también con fineza. Ofrece un carácter austero muy interesante que le gana a la calidez de sus expresiones. Beber entre 2018 y 2021. Puntos: 91 Rutini Single Vineyard Altamira Merlot 2014 Rutini Wines, Valle de Uco, Mendoza Se sabe que es una de las debilidades de Mariano Di Paola que hace tiempo lo elabora en la línea Rutini. Aquí presenta su nueva creación, un single vineyard con carácter propio. De aromas cárnicos y algo maduros, pero paladar fresco y amable, voluptuoso y envolvente, con taninos incipientes y un final de boca persistente que remite a cuero y especias. Beber entre 2018 y 2022. Puntos: 91 Pulenta Gran Merlot 2012 Pulenta Estate, Agrelo, Luján de Cuyo Con el mismo perfil, tan bajo como elegante, de la bodega se luce este Merlot hace varias cosechas. Un tinto completo y expresivo, de aromas equilibrados. Fresco y delicado, bien apoyado en las frutas negras y especias, con las notas de crianza totalmente integradas. Sus taninos incipientes resaltan su final especiado y le aseguran más potencial de guarda. Beber entre 2018 y 2022. Puntos: 91 Infinitus Gran Merlot 2015 Fabre Montmayou, Alto Valle Río Negro Desde 1999 este Merlot se luce, con su estilo más bordelés, pero con una auténtica frescura patagónica. De aromas elegantes y austeros. Paladar equilibrado y buen cuerpo, con agarre y frescura, algo de fruta madura y especias con leves tonos vegetales, y la madera muy integrada. Buen potencial de guarda y con más carácter de fruta que de crianza. Beber entre 2018 y 2023. Puntos: 91