Sin dudas, Montchenot puede ser considerado rey en el universo vínico local. Sin embargo, el título de la nota hace referencia a una realidad absoluta. Pero necesito empezar por el principio para poder dejar bien claro qué es una degustación vertical y cuáles son sus objetivos.

Se trata de catar vinos de la misma etiqueta pero de diferentes añadas. Por lo general se hacen del más jóven al mas añejo; aunque yo prefiero hacerlo al revés, porque me interesa más ver la evolución hacia adelante que hacia atrás. Pero más allá del orden – siempre cronológico – el gran objetivo es ver que hizo el tiempo. Es decir como han evolucionado cada uno de ellos hasta el momento de su descorche. Y también justificar el incremento en el valor de a cada añada. Porque además de las complejidades adquiridas, cada día que pasa ganan en exclusividad porque se vuelven más escasos. Y si encima ganan atributos, lógicamente la oferta crecerá mientras la demanda se reducirá. Y todos saben que cuando muchos quieren una botella de la que hay poco, su valor sube justificadamente.

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Pero vuelvo a la cata vertical, porque ahí empiezan los análisis; primero los más técnicos que recuerdan al clima. Y a partir de ello entender el por qué de la influencia del paso de los años en cada copa. El fin último de este tipo de cata es poder determinar como está cada vino para saber si se puede seguir esperando en la cava en busca de mejores atributos, o si ya esta listo para ser disfrutado, o si ya le pasó su hora y no tiene más para dar. Recordando que la idea de un vino de guarda no es sobrevivir dignamente, sino ganar atributos con la estiba o bien mantenerse en una meseta atractiva por un largo tiempo, antes de su natural caída.

Por eso, la cata vertical es tan interesante, porque además permite ir para atrás en el tiempo y empezar a recordar cosas personales, vinculadas a esa etiqueta o no. Y en la Argentina, el único vino que permite esto es el Montchenot, además de ser el único que permite retroceder 60 años en el tiempo. Algo bastante más común en el viejo Mundo, pero imposible en la Argentina más allá de este vino. Porque todos los demás grandes exponentes nacionales han cambiado muchas cosas desde su nacimiento.

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El Montchenot se hace con las mismas uvas Cabernet Sauvignon, Merlot y Malbec de la Finca La Marthita en Cruz de Piedra, Maipú desde 1956. Las plantas se siguen conduciendo en espaldero, la cosecha manual se ha respetado, lo mismo que la selección de los mejores racimos y la vinificación clásica. Y obviamente su crianza y añejamiento es en grandes toneles (de 5.000  a 20.000 litros) durante varios años y posterior estiba de al menos cinco años en botella, antes de salir al mercado. Y como si todo eso fuera poco, sigue teniendo al mismo enólogo; Don Carmelo Panela. Hoy jubilado pero asesorando a un equipo formado por él mismo durante los últimos veinte años. Cualquier otra etiqueta ha sufrido muchos más cambios. De uvas, de zonas, de manejos de viñedos, de momentos de cosecha, de métodos de elaboración, de crianzas, de enólogos o asesores; de todo. Y eso, que tiene su explicación lógica en la búsqueda del mejor vino, atenta contra el análisis más lineal que permite una degustación vertical. Al fin y al cabo, degustar la misma etiqueta de distintos años, y que cada una incluya varios cambios respecto de sus pares, termina siendo una degustación de vinos diferentes con el mimos nombre. Porque incluso su concepto suele ser diferente. Y si hay algo que es destacable en Montchenot, es que su concepto estuvo claro desde la primer cosecha en 1956 cuando Don Federico López comenzó a elaborarlo. Por eso, hoy es el único que puede servir una misma historia en las copas, y brindar el disfrute único del paso del tiempo.

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Se vienen un par de degustaciones en López recorriendo 40 años con sus Montchenot Centenario (1975), 115 Años (1988), 20 Años (1992), 15 Años (1996), Montchenot (2004) y Montchenot Joven (2009). Una experiencia única que seguramente se repetirá en breve para todos los amantes del vino que aprecien una vertical real.

Untitled-9 Más información en: www.bodegaslopez.com.ar

Sobre El Autor

Hace 22 años degusté un vino por primera vez y supe que querría hacer de mi vida profesional. Compartir mi pasión; por eso me dediqué a comunicar el vino. Más de 30.000 vinos degustados y 20.000 publicados, más de 100 revistas editadas y miles de notas. Siete años en TV, cuatro en radio y seis en la web. Más de 20 exposiciones de vino organizadas y más de 30 concursos internacionales como jurado, además de muchos viajes a zonas vitivinícolas del mundo. Todo esto, simplemente me ayuda a conocer más, para poder compartirlo mejor.