Nuevo espacio, divino y dinámico Fabricio Portelli 16/03/2020 Bodegas, Novedades 1731 El auge del enoturismo de los últimos años ha obligado a las bodegas más importantes a aggiornarse, y Trapiche es una de las que ha tomado más cartas en el asunto. Hoy, en su bodega de Maipú; a 30 minutos de la ciudad de Mendoza; reciben 80.000 turistas al año, entre la bodega y el Espacio Trapiche, uno de los restaurantes top de la provincia. Allí, el cocinero Lucas Bustos define un menú de pasos con productos de la huerta, que cambia con cada estación, y está pensado en función a los vinos de la casa, hoy a cargo de Sergio Casé, quién trabaja allí desde 2001. En todo este tiempo, muchos turistas se quedaron con las ganas, ya sea por falta de tiempo o de presupuesto, y luego de la visita a bodega (cuesta menos de $500 con degustación de tres vinos) seguían su camino; incluso a terminar su día en los flamantes patios cerveceros aledaños. Por eso, entre todo el equipo de turismo, decidieron darle vida a esos viejos vagones que yacían en las vías lindantes a la bodega; porque antes el vino viajaba a Buenos Aires en tren, y el ferrocarril entraba en las bodegas más grandes. Así nace Estación 83, en conmemoración al año de fundación de la bodega (1883). Un espacio dedicado al vino, pero mucho más dinámico y descontracturado a todo lo conocido. Allí, el reconocido sommelier Rodrigo Kohn y su equipo, reciben a los turistas al aire libre, en confortables livings. Se pueden disfrutar vinos exclusivos que salen tirados o en botella, a la temperatura justa. Son vinos innovadores o de partidas limitadas que no tienen lugar en el wine bar de la bodega, y mucho menos pueden llegar al mercado. El sommelier sabe que la mayoría de los visitantes no tiene mucho tiempo para quedarse, y quieren seguir su recorrido. Por eso la atención es self-service, se paga y el pedido se lo entregan en las cajas de madera de los vinos top de la casa, con todo lo necesario para disfrutar. La gastronomía es simple y divertida, pero con el mismo concepto de kilómetro cero del Espacio Trapiche, porque todos los ingredientes de los sándwiches, ensaladas y tapas, salen de la huerta, o de productores vecinos de la bodega. El espacio es ideal para disfrutar el atardecer, porque es el único lugar de bodega que permanecerá abierto después de las 16hs (y hasta las 21,30); horario en que cierran las demás de la zona. Para beber hay vinos tirados y cócteles con vino, pero también agua y pomelada, porque desde allí van a promover el consumo responsable, no solo entre los visitantes que llegan en auto, sino también entre los que se acercan en bicicletas; y próximamente también en monopatín eléctrico. Todos los vinos que se sirven en Estación 83 fueron elegidos por Sergio Casé (enólogo de Trapiche). Un Sauvignon Blanc, un Semillón criado con sus pieles en ánforas, un Chardonnay con breve paso en barricas, un curioso blend rosado de Syrah y Sangiovese, un Malbec vibrante, un blend de tintas con Malbec, Cabernet Sauvignon y Merlot como protagonistas, y un impactante GSM (Grenache, Syrah, Mourvedre). Ese espacio además servirá como centro de prueba de “vinos de innovación”, ya que la opinión de los turistas será muy tenida en cuenta por los sommeliers para luego hacer la devolución al equipo enológico del vino en cuestión. Otra forma para hacer que el espacio sea más entretenido, más allá de la música, serán los juegos permanentes, los happy hours cuando pase el tren de carga verdadero; justo por detrás de la bodega; y las muestras de arte. Sin dudas, Espacio 83 promete convertirse en uno de los spots de vinos más entretenidos de Mendoza.