Dame gas y me incentivas. Las burbujas conviven con nosotros en distintos ámbitos según el contexto y momento de nuestro día a día con su atractivo particular y la velocidad de su desplazamiento en distintas sustancias líquidas. Las bebidas gaseosas y sodas tienen un movimiento constante en barras y puertas adentro, no es un dato menor, en este punto, que Argentina sea el segundo país con mayor consumo de soda o agua con gas a nivel mundial, tras el fenómeno que se da en Alemania. ¿Cómo? Así como lo vemos, consumimos ¡46 litros per cápita anuales!

Los cócteles o tragos gasificados siempre tuvieron su lugar, pasaron las épocas y, como todo, fueron evolucionando. Se hizo una costumbre el consumo de tragos simples con gaseosas o aguas gasificadas, los cuales atraviesan hoy su mejor momento, siempre fueron mezclas de las más populares entre los consumidores y continúan en franco ascenso. También pensamos en un Birroni, como una versión del clásico Negroni pero con burbujas, sin llegar a ser un Negroni Sbagliato o un Americano.

¿Qué es un cóctel gasificado? Particularmente tienen en su proceso de preparación la inclusión en gran parte de una bebida carbonatada. No hablamos sólo de sodas o gaseosas como mencionamos con antelación sino que, además, podemos pensar en la inclusión de un espumante, espumoso, sidras, cervezas, entre otros.

Ciertos tintes de la gran inventiva y constante movimiento de los bartenders están supeditados y se deben a algunos inconvenientes que surgen a la hora de recibir ciertos insumos referentes a la coctelería, motivo por el cual se replican ciertas bebidas que se vuelcan a lo handmade. Las bebidas gasificadas premium para los cócteles en nuestro país no abundan, con productos limitados como los ginger ale y ginger beer, y allí radica la cuna de la creatividad nacional en coctelería. Los atenuantes de precios e ingresos implican un desafío a la hora de lograr preparados de calidad.

La carbonatación y la gasificación natural son alternativas para determinar que un cóctel es gasificado y forma parte de este método. Aquí podemos mencionar, como producto fermentado particular y natural, a la Kombucha y, también, hablar de las técnicas de gasificación con máquinas para elaborar soda en casa de forma instantánea y a gusto.

En palabras del especialista mendocino con una carrera de más de siete años en Buenos Aires, Maximiliano Salomón, owner en Mito Bar y creador de la marca de fermentados Conejo Muerto, “al momento de gasificar, el objetivo lo determina la bebida que utilicemos para este propósito. Si utilizamos un agua con gas – burbuja más fina- o soda, que de por sí no tienen sabor en sí mismo, lo que buscamos es esa sensación chispeante que levante aromas y sabores de lo que mezclemos con ellas por el simple hecho de la existencia del gas y la burbuja”. En todos los casos es fundamental ser rigurosos con las cantidades porque, sino, “corremos el riesgo de que se nos puedan aguar los cócteles y lo que queremos , en contraparte, es realzar las bondades de los insumos del cóctel y la bebida alcohólica”.

Salomón, ganador de distintas competencias a nivel mundial, dentro de este mundo de la gasificación, se encuentra realizando de forma artesanal Ginger Beer -con una gasificación por fermentación- y Kombucha en botellas pequeñas de 330cc. Aquí gasifica con dos tipos de fermentación, una con todos los ingredientes en un frasco y, en segunda instancia, otra fermentación en botella. Se puede adquirir en sabores hibisco, manzanilla y tradicional Ginger Beer clásica.

Al hablar de Kombucha -su preparación lleva entre siete y veinte días-, nos referimos a una bebida fermentada probiótica, refrescante y equilibrada, con gran cantidad de propiedades beneficiosas para la salud del organismo y, sobre todo, natural. Es una suerte de infusión con grandes capacidades digestivas, la cual proporciona energía y es baja en calorías. La Kombucha es un producto saborizante, ácido y fresco.

Menos alcohol, más burbujas

En el último tiempo podemos encontrarlos más sobre las barras de nuestro país y esto se debe puntualmente a la tendencia que se nota por bajar los niveles de consumo de alcohol, lo que da lugar a los cócteles LOW ABV (baja graduación alcohólica). Las bebidas gasificadas cumplen la función de “estirar” las cantidades de alcohol y, por qué no, beber más de un cóctel sin ingerir grandes cantidades. Esto en algunas ocasiones se asocia a los Highball, en la combinación de una bebida fuerte con soda para bajar el nivel del alcohol a la hora del consumo.

La tendencia está llevando a los bartenders a crear recetas compuestas a base de productos de baja graduación como los vermouths, que cada vez están ganando más terreno en Argentina. “El vermouth en este sentido, es uno de los productos más versátiles de la coctelería ya que se pueden crear cócteles como el Negroni, Manhattan o Rob Roy, de alta graduación alcohólica pero también cócteles Low Alcohol. La presencia botánica hace que logremos un dulzor y un retrogusto amargo que nos da la idea de tomar algo con más presencia y bajos en alcohol”, destacó Juan Luciani, Bartender y Brand Ambassador de la Familia Carpano.

Como vamos viendo, las burbujas hacen muy buen juego con los vermouth -que cuentan con entre 16,5% y 21% vol de graduación-, algo que permite mantener la estructura botánica de la bebida base logrando mezclas de baja graduación y fáciles de beber. En palabras de Luciani, “pocas cosas son tan placenteras como beber un Vermouth Carpano con agua con gas o con gaseosa de pomelo, otra opción puede ser un Punt e Mes con tónica que nos permite una intensidad mayor manteniendo esa baja graduación. Mezclas simples como las mencionadas no implican poca complejidad sino que, por el contrario, nos permiten una explosión de sabor”. Con la profesionalización de la coctelería, esto fue evolucionando y más allá.

Efervescencia con sabor

Más allá de la demora en la llegada de tendencias a nuestro país, la curiosidad cada vez más latente en los consumidores y la celeridad que nos brinda la web son un cóctel explosivo para la creatividad y ganas de crear. Las marcas, desde su lugar, están marcando la forma de beber ciertos cócteles apoyando el consumo de la tendencia de los cócteles Low ABV desde la oferta de los productos. “Lo importante a la hora de marcar tendencias es que se de con cócteles de preparación sencilla, posible de llevar a cabo puertas adentro.

Hoy tenemos, de un lado, consumidores cada vez más instruidos y con más apertura hacia la creación en coctelería y, del otro, marcas que buscan que se beba mejor, con menor grado alcohólico con cócteles gasificados y con ingredientes fáciles de conseguir”, destaca Maxi Salomón.

Hoy gran cantidad de bartenders elaboran sus propios mixer e, incluso, algunos con algunos puntos de alcohol como es el caso de las Ginger Beer. No sólo hablamos de mixer como el Ginger Ale o Ginger Beer, sino cócteles fermentados de forma natural en los cuales se aprovecha el dióxido de carbono, formando parte del cocktail y de la experiencia de bebida. Fermentaciones naturales logran un mixer de alta calidad y, hoy con un consumidor más experimentado, esta es una nueva opción, aunque, si bien lo artesanal no es garantía de calidad al cien por cien, es una realidad que se están logrando cócteles gasificados de alto vuelo -o que se elevan, como las burbujas-. Este proceso es algo similar al método Champenoise utilizado en la elaboración del Champagne, en el cual la bebida logra una fermentación natural en botella, adquiriendo así la gasificación.

Se juega mucho, en este estilo, con la presencia del hielo, puesto que los cócteles deben estar bien fríos y sus preparaciones –con cierta sencillez- los necesitan. Aunque parezca una obviedad, una clave es saber que la bebida carbonatada o gasificada que incluyamos debe tener gas ¿Cómo? Sí, probemos si la botella que utilizamos está empezada, dado que puede afectar de forma determinante a nuestro cóctel. Los ingredientes fundamentales, por otra parte, rondan el camino de los cítricos con la lima como estrella, como sería en el caso de un cóctel en vaso Mule, puesto que “un cítrico bien utilizado -y pongo énfasis en el correcto uso y proporciones- corta el dulzor y equilibra ingredientes”, aporta Salomón.

En este punto, Martín Olivera, Bartender y Brand Ambassador de Fernet Branca Argentina y Sernova Vodka, nos recomienda probar un Moscow Mule, ya que “gracias a este cóctel, el vodka logró ser el destilado más consumido en la coctelería en las últimas décadas, a pesar de que cuenta con más de 400 años de historia. El vodka recién después de la década del ‘50, empezó a ser utilizado en la coctelería, llegando a su esplendor en los años ‘80”.

Orgullo nacional

El reciente reconocimiento, gran logro a celebrar como argentinos que somos en nuestra burbujeante génesis eufórica y futbolera, del Fernet Branca & cola por la IBA (Asociación Internacional de Bartenders) como parte de los “tragos de la nueva era” lo ubica como uno de los grandes exponentes de este tipo de coctelería a nivel nacional y, ahora, mundial. El Fernandito, cómo fue bautizado por la entidad y figura oficialmente, se convirtió en el primer trago argentino reconocido por esta asociación que representa a los bartenders más importantes de todo el mundo.

Como bien destaca Olivera, Branca & Cola ingresó con su combinación de botánicos, gasificación particular y mix tan característico de dulces y amargos a la élite mundial como un emblema de los argentinos que nos llena de orgullo, forma parte de nuestra cultura y  nos identifica, haciéndonos únicos en el mundo”.

A lo largo y ancho de todo el país, Branca & Cola es el compañero gasificado y espumoso infaltable en todo tipo de reuniones grupales y salidas con amigos, así como también eleva el grito de presente en todo tipo de encuentros familiares y festivos a los que, sin duda, podremos volver cuando la situación sanitaria se normalice.

Fundada en 1951 en el salón del Grand Hotel en Torquay, Inglaterra, la IBA se creó con el objetivo de impulsar, conceder premios, enseñar y promocionar bartenders alrededor del mundo y es, actualmente, la asociación internacional más importante en términos de coctelería.

El nombrado Martín Olivera recomienda “pensar primero en los ingredientes sin alcohol que despiertan nuestro interés y, en función de eso, pensar con qué bebida alcohólica combinarlo. Es importante elegir bebidas nobles y de buena calidad para destacar todos los ingredientes que se usan. Cada vez más bartenders elaboran recetas low alcohol. En el caso de Fernet Branca, por ejemplo, encontramos el Branca Smash, un cóctel frutal con un final en boca con las notas amargas del fernet, que en su composición alcanza una graduación alcohólica de 12% Vol.”.

Mediante la plataforma de E-Commerce BrancaStore, se ofrecen diferentes productos e insumos necesarios para elaborar algunos de nuestros cócteles gasificados.

Para tener contacto con el expertise de Maxi Salomón, se lo puede consultar a través de su cuenta @maximilianoysalomon y visitarlo en Mito Bar, ubicado en el corazón del barrio de Palermo.
Para saber más sobre los productos de Fratelli Branca, la vía de acceso a más conocimientos por parte de los Brand Ambassadors es @juanlucianiok y @oliveramartinok a través de la red social Instagram.

Para tener contacto con el expertise de Maxi Salomón, se lo puede consultar a través de su cuenta @maximilianoysalomon y visitarlo en Mito Bar, ubicado en el corazón del barrio de Palermo.
Para saber más sobre los productos de Fratelli Branca, la vía de acceso a más conocimientos por parte de los Brand Ambassadors es @juanlucianiok y @oliveramartinok a través de la red social Instagram.

Psss. Bebida, mucho hielo y burbujas… ¡Salud!

¿Qué es un cóctel gasificado? Particularmente tienen en su proceso de preparación la inclusión en gran parte de una bebida carbonatada. No hablamos sólo de sodas o gaseosas como mencionamos con antelación sino que, además, podemos pensar en la inclusión de un espumante, espumoso, sidras, cervezas, entre otros.

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