Hermanos de la vid(a) y del vino elaborando vinos tan clásicos como actuales Fabricio Portelli 30/09/2021 Notas, Vinos Notas 763 Argentina tiene una larga tradición vitivinícola, que si bien no vivió un crecimiento sostenido desde la plantación de la primera vid (Santiago del Estero 1556), se puede decir que evolucionó muy bien a pesar de las dificultades del país. Desde el impulso de Sarmiento (1853) se habla de la concepción de la industria que, luego de atravesar varias crisis, hoy se muestra como una de las que mayor valor agregado aporta. Porque es el producto agroalimentario más diverso, y porque se están elaborando los mejores vinos de la historia del país. Entre tantas bodegas existentes, hay grandes, medianas y pequeñas, también nuevas y tradicionales, algunas de las cuales son centenarias y siguen en mano de las familias fundadoras. Pero el vino, más allá de su tradición, es evolución constante. Es por ello que también hay bodegas nuevas, pero que ostentan una larga tradición. ¿Cómo es eso? Porque están fundadas por preferentes de la industria, con una larga trayectoria en otros establecimientos. Como el caso de Bodega Vistalba, fundada a comienzos del milenio por Carlos Pulenta, tercera generación de una de las familias más importantes del vino argentino. Pero Carlos, y ahora su hija Paula, no están en el día a día de la elaboración del vino, sino que son los miembros de otra familia los encargados de hacer los vinos de la casa. Se trata de los hermanos Colucci, quienes hace tiempo trabajan con en la bodega, y con su trabajo y visión, ayudan a forjar los nuevos vinos de Bodega Vistalba. Fernando y Evangelina Colucci son jóvenes y entienden muy bien qué es trabajar en familia, porque son hermanos antes que compañeros de trabajo. Y esto les permite comprender muy bien las pretensiones de Carlos y Paula Pulenta. Los hermanos Colucci también nacieron y se criaron en una bodega, en este caso en Lavalle, porque su padre era encargado en una bodega de elaboración granelera. Y no por casualidad ambos se recibieron de enólogos. También poseen un viñedo propio en Lavalle, donde aprendieron las labores culturales, desde la vendimia hasta la elaboración, desde muy pequeños. Fernando tuvo su primera experiencia en Trivento, allá por 2008, y luego ya pasó Bodega Vistalba, donde su profe de la facu (Alejandro Cánovas) era el winemaker. Primero estuvo como operario de bodega y en 2011 aprovechó la oportunidad y se convirtió en segundo enólogo de la casa, hasta diciembre 2017, que hereda el puesto de enólogo principal luego de la salida de Alejandro. En el medio hizo un intercambio en un chateau de Burdeos (Francia), y desde la cosecha 2018 está a cargo de los vinos de Bodega Vistalba. Es decir que conoce muy bien la concepción y la visión enológica de la casa, además del carácter que otorgan los diferentes viñedos de la familia. Por su parte, Evangelina ingresó en 2017 a trabajar en el laboratorio por esa vendimia. Allí se conocieron bien con Paula y Carlos, quienes en 2020; justo con la pandemia; la invitaron a sumarse al equipo técnico junto a su hermano como segunda enóloga. Es decir que le ha tocado sus dos primeras vendimias en la bodega en plena pandemia. Tomero; esos vinos clásicos tan actuales Cuenta Fernando que desde 2011 hasta 2017, siempre tras las vinificaciones de los vinos fueron clásicas. Los Vistalba siempre como vinos de corte, los Tomero como varietales y los espumosos Progenie. En esos años, lo único que cambió en dichas líneas fue la incorporación del Cabernet Franc de Tomero (clásico) y el Malbec Reserva; ahora denominado Single Vineyard. Es decir que todas las vinificaciones estaban pensadas para los vinos que ya existían. Pero con la salida de Alejandro, desde 2018 se comienzan a elaborar nuevos vinos. Los singulares, con los dos Autóctonos (Malbec y Chardonnay), el Bend de blancas y un espumoso Progenie, el primero método Charmat. Hoy la prestigiosa línea de espumosos de la casa se compone del Progenie I y II (ambos métodos champenoise), Progenie III (método charmat). Y en breve se suman el Progenie Rose, un método charmat 100% Pinot Noir, y otro rosé de Pinot Noir método champenoise con 24 meses sobre lías (una crianza al medio del I con 36 meses y del II con 12 meses). “Y estamos trabajando en otros tipos de vinos nuevos, pero aún están sin embotellar”, cuenta Fernando. Carlos Pulenta siempre concibió su bodega con un formato clásico, de Chateau francés. Más allá de su arquitectura moderna. Es por ello que en sus casi 20 años de vida Bodega Vistalba no había pateado el tablero vínico. Con los clásicos, desde los últimos años de Alejandro, solo cambió la crianza, bajando los niveles de madera nueva en los cortes. Y en los últimos años con la incorporación en fermentación de racimo entero y con un porcentaje de maceración carbónica, según cuenta Evangelina. Los Tomero siguen siendo varietales jóvenes, con un Sauvignon Blanc 2021 recién fraccionado, un Chardonnay también del año y un Torrontés (elaborado con uvas de Cafayate). La línea se completa con un Rosé puro de Pinot Noir, y los tintos 2020 de Malbec, Cabernet Sauvignon y Cabernet Franc. Todos elaborados con uvas del Valle de Uco, gran parte de Finca Don Antonio, en Los Árboles; un emblema de la familia Pulenta, con 400 hectáreas, salvo el Cabernet Franc, y el Torrontés. Para los Tomero Single Vineyard; antes denominados Reserva; si se utilizan solo uvas de esa finca, y la línea se compone de un Semillón 2020, un Malbec y un Pinot Noir 2019, y los Petit Verdot y Syrah, ambos 2018. “En el Pinot Noir cambió la vinificación respecto de hace cinco años, ya que estamos trabajando con maceración carbónica, y una maceración total más corta, para terminar el proceso como un blanco, descubando temprano con la idea de ir limpiándolo rápido para evitar la reducción”, explica claramente Fernando Colucci. La crianza también se ha modificado, hoy emplean menos madera, con muy poco aporte de roble, y con bastante crianza en barricas de 225l usadas, buscando la oxigenación del vino nuevo. “Con los años nos dimos cuenta que lo principal es mantener la fruta y ahí es donde mejor se cría, evitando los sabores reducidos y preservando mucha fruta, que también la potenciamos con la maceración carbónica”, agrega Evangelina. Para el Semillón se hace una fermentación que empieza en acero inoxidable, y el último 30% se termina en pipones de roble de 500l. Por su parte, el Petit Verdot, el Syrah y el Malbec, son vinos muy del viñedo, “más en el Petit Verdot porque carga mucho y hay que trabajarlo bien en la poda para lograr la concentración buscada”, comenta Fernando. Y si bien el Malbec 2020 ya está fraccionado, la 2019 es la que está en el mercado, y tiene mucho que ver con la añada. “Buscan la mayor expresión del lugar, con más fruta y frescura, pero sin perder fuerza y volumen de boca”, aclara Eva, destacando que el 2020 es un vino más estructurado. La línea está coronada por el Tomero Single Block 41 de la cosecha 2018, el antiguo Malbec Gran Reserva. Las uvas este vino, como para todos los Single Vineyard, provienen siempre de los mismos cuarteles. Esto quiere decir que desde siempre fueron “single vineyard” aunque no lo decían. Desde 2005, cuando se incorpora la línea Tomero a la bodega, se vinifican los diferentes cuarteles por separada, y el cuartel 41 en particular. Y si bien no es la parcela de más sur; porque es SO; está en la parte más alta del viñedo y siempre dio una mayor expresión, demostrando más potencial. Y esa consistencia, que se mantiene a lo largo de las cosechas, está muy relacionada al suelo más pedregoso, más allá de la elaboración. “Es un Malbec muy concentrado, con un 10% de maceración carbónica que da vinos más livianos, pero con más fruta. Al ser un viñedo concentrado realizamos maceración pre-fermentativa hasta el descube, luego fermentamos en piletas de concreto de 9000l, y el sombreo se maneja manual. Luego de una fermentación tradicional, hace la maloláctica en barricas, y realizamos una crianza mixta, en foudres y pipones de 500 l durante 18 meses. Degustación de vinos Tomero Tomero Cuartel 41 Malbec 2018 Puntos: 91 Tomero Cuartel 41 Malbec 2018 Tomero Single Vineyard Malbec 2019 Puntos: 90,5 Tomero Single Vineyard Malbec 2019 Tomero Single Vineyard Pinot Noir 2019 Puntos: 91 Tomero Single Vineyard Pinot Noir 2019 Tomero Single Vineyard Petit Verdot 2018 Puntos: 91 Tomero Single Vineyard Petit Verdot 2018 Tomero Single Vineyard Syrah 2018 Puntos: 90 Tomero Single Vineyard Syrah 2018 Fernando y Evangelina Colucci son jóvenes y entienden muy bien qué es trabajar en familia, porque son hermanos antes que compañeros de trabajo. Y esto les permite comprender muy bien las pretensiones de Carlos y Paula Pulenta.