Lo primero es la familia, y lo segundo los vinos Fabricio Portelli 11/11/2021 Notas, Vinos Notas 839 Es un año difícil para los Falasco, porque se fue Jorge; falleció hace cinco meses por COVID-19. Él era el líder de la bodega y el único capaz de mover, día a día, ese gigante monstruo bodeguero que supo construir en familia. Hoy, esa responsabilidad recayó en las manos de Franco Falasco, representante de la 4ta generación, y que ya se encontraba trabajando en la empresa desde hace algunos años, y desde 2015 viene desarrollando los vinos de alta gama de Falasco Wines junto al enólogo Pablo Sánchez. Más tarde, en 2019 se sumaría Alejandro Cánovas para encargarse específicamente de los tintos. El grupo familiar ya contaba con la bodega Balbo y Los Haroldos, y era hora de atender a los paladares más exigentes, explorando los caminos de la alta gama. Así nace el diverso portfolio de Falasco Wines, que desembarcó en 2019 en Mar del Plata, y de a poco en CABA y el gran Buenos Aires. Pero desde 2015 se exportan unas 1000 cajas del Hermandad Malbec y del Blend. Luego se sumó el Chardonnay por insistencia de Pablo Sánchez. Y ya en 2017 se suman varias etiquetas, siempre apuntando a más calidad y a lograr vinos de más categoría. Como Antonieta y los Winemaker Series. Y las últimas novedades de la casa son un Malbec corte de terroirs (Bressano) y el flamante Antonieta Rosé de Pinot Noir. Pero lo que pocos saben es que detrás de estos nuevos vinos hay mucha historia y una bodega familiar que sigue en manos de la misma familia, algo poco común.En 1939 Octavio Rufino Falasco (bisabuelo de Franco), como tantos otros inmigrantes italianos, llegó al país. Pero sólo tenía 11 años. Sin embargo, ese niño ya conocía la cultura del trabajo y rápidamente comenzó trabajar como albañil y se instaló en Chacabuco, provincia de Buenos Aires, donde obviamente no existía el mercado de vinos finos, y los vinos llegaban en tren. Luego, comenzó a fabricar jabones, y con el tiempo y la ayuda de su hijo, Haroldo Santos Falasco, abrieron una planta fraccionadora; donde hoy está la planta de Coca Cola. Pero cunado el gobernador Bordón promulga la Ley de “vino envasado en origen” ellos se mudan a Mendoza. Y allí, en Rivadavia; más precisamente en El Mirador; levantan una bodega de cien millones de litros. Pero el mercado de los vinos comunes sufrió muchas crisis. Ahí es donde entra en juego la habilidad de Jorge Ariel Falasco (padre de Franco), apostando a los varietales. Ahí empieza la historia fuerte, el protagonismo de la familia en la industria. Hoy Franco tiene el desafío de representar a sus tres hermanos (uno de los cuales lo acompaña desde el cielo), en una industria complicada y ya sin la ayuda de su padre, pero con un gran equipo que le permite aspirar a pisar fuerte, también en los segmentos de alta gama. Los nuevos vinos de la familia La marca Hermandad, y lo que representa su etiqueta, habla de la unión de la cuarta generación y del respeto por el desafío que están encarando. Y si bien todo empezó con un Malbec y un blend tinto para exportación, al mercado interno también llegaron un Chardonnay y los espumosos, todos by Pablo Sánchez. El enólogo venía de Catena Zapata, justamente de encargarse de los blancos, rosados y espumosos. Así surge el primer Antonieta en honor a la madre de Franco (Laura Antonieta Vila de Falasco). Un Charmat lungo (9 meses sobre lías) Brut Nature a base de Chardonnay y Pinot Noir del Valle de Uco. El primero de Los Chacayes, y el otro de El Peral, del mismo viñedo donde nació el Hermandad Chardonnay 2019; el segundo exponente, ya que entre 2016 y 2018 la uva venía de viñedos en Vista Flores. Pero desde 2019, Pablo eligió un viñedo especial en El Peral, a 1300 metros, hacia elSur de las Lomas del Jaboncillo y al Norte de La Carrera. Es un blanco fermentado 100% en barricas de roble francés, al estilo de la Borgoña pero con algo oxidativo como hacen en Estados Unidos. “Es por ello que expresa mucho el terruño” afirma el enólogo, que espera se convierta en un gran exponente de la IG El Peral Tupungato en la cual se está trabajando.Este vino ya fue presentado en diferentes eventos en Estados Unidos, Reino Unido y Brasil para conmemorar Los 80 años de Falasco (1839-2019), que se vieron pospuestos por la pandemia. En el primer evento realizado en Buenos Aires también se hicieron presentes Cristian Raghianti (Gerente Comercial), Carlos Díaz (Gerente de Marketing) y el eterno Ariel Ansaldo, una de las personas que más y mejor conoce el mercado de vinos argentinos.Una de las características estéticas de los vinos es que todos los nombres refieren a la familia, y el diseño está a cargo de Florencia Falasco. Hermandad fue creada por Franco, pensada como marca punta de lanza de la 4ta generación, simbolizando la fusión de los hermanos, con la misión de lograr vinos únicos e irrepetibles para la Argentina y el mundo. El joven bodeguero sabe muy bien que en la alta gama los consumidores del mundo te pueden amar tanto como odiar dependiendo del estilo enológico. “Ferus es un “entry label” pero de alta gama”, aclara Franco. Aquí hay un Malbec y un interesante blend de blancas (ambos del Valle de Uco) por composición (Viognier 45%, Semillón 25%, Sauvignon Blanc 20% y Torrontés 10%) y por concepción. Por su parte Fausto es un Malbec, también del Valle de Uco pero de viñedos viejos (40 años), creado en honor al hermano fallecido, el cual está siempre muy presente. La última creación de Pablo Sánchez es el Antonieta Rosé, un Pinot Noir Single Vineyard de Los Chacayes, del clon 115, para el cual se realizan tres cosechas vinificadas de manera diferente; dos en blanco y la tercera con maceración pelicular.La línea Winemaker Series fue creada por Alejandro Cánovas, el enólogo venía de trabajar muchos años junto a Carlos Pulenta en Vistalba, pero se dejó tentar por el gran desafío. Conoció a Franco en un viaje en 2018 y pudo ver que ya tenía la energía puesta en el proyecto. Luego conoció a Jorge, otra persona con mucha pasión e intelecto, “una persona que no le tenía miedo a nada, se jugaba a todo o nada”, recuerda Alejandro. Su idea es ofrecer en esta línea vinos no convencionales, por ahora hay un Pinot Noir y un Petit Verdot, pero se vienen un Bonarda y un Cabernet Franc. Todo empezó con un Petit Verdot (una variedad que conoce muy bien y ya había vinificado y creando uno de los grandes exponentes desde 2004) 100% elaborado en tanques de acero inoxidable. Pero algo le faltaba. Por eso le propuso a Jorge sacar algunos tanques y reemplazarlos por 15 piletas de concreto para lograr una vinificación más consistente. “Se hicieron 112 piletas. Jorge no era fácil de convencer, lo suyo eran las ciencias económicas, pero sabía de todo, y cuando estaba seguro de algo, iba a fondo”, cuenta el enólogo. Así se construyó la nueva nave en la bodega para la cosecha 2020. Otras de las enseñanzas de Jorge Falasco, según cuentan los hacedores, es que consideraba que la vendimia duraba lo que duraba en la finca, y había que hacerle la vida fácil a los productores. Agilizaron la recepción de uva, y así como antes se demoraban a algunos camiones para juntar mismas variedades de uvas pero de distintos lugares, hoy camión que llega, se descarga y prensa en el momento. Antes al Petit Verdot lo usaban en él Hermandad Blend. Ahora, con la uva que llega de Los Arbolitos (Los Chacayes), se hace el Winemaker Series, con una crianza en barrica durante quince meses y una producción limitada de 12800 botellas.Pero la estrella del momento es el vino nuevo. Un corte de Malbec que llegará al mercado en febrero 2022. Los terruños seleccionados fueron Vista Flores (25%), Paraje Altamira (40%) y Gualtallary (35%); todos muy trabajados por Alejandro Cánovas. Así es el Bressano (por el apellido de la abuela de Franco) 2018, que en la próxima vendimia tendrá algo de Los Chacayes y seguirá siendo un corte de terroirs, aunque Los Árboles también está en la mira a futuro, y sabe que Gualtallary es un gran terruño, pero está en manos de pocos y eso complica un poco. La crianza del vino es como la de un Single Vineyard, cada componente por separado por al menos seis meses. Luego se hace el corte y pasa como un año más en barricas y mínimo dos años en botella. Por eso el enólogo prefiere servirlo decantado. “No siempre serán los mismos tres terruños” asegura el winemaker, y advierte que en la bodega quedan dos barricas de cada componente, no solo como testigos sino para seguir aprendiendo con la evolución de esos vinos de lugar.Con estos primeros pasos vínicos, al menos en la alta gama, que están dando los Falasco y equipo, demuestran claramente hacia donde apuntan, y que quieren meterse en la conversación con los mejores exponentes nacionales. Hay pasión y recursos, equipo y terruños para lograrlo. Solo será cuestión de tiempo. Degustación de los vinos Antonieta Sparkling Brut Nature Falasco Wines, Valle de Uco, Mendoza $1490 Blend de Pinot Noir y Chardonnay de la cosecha 2020. De aspecto pálido, rosa viejo, tenue pero brillante. Aromas bien frutados, con burbujas finas. De trago simple y buena acidez, poco profundo, agradable y equilibrado. Puntos: 89 Antonieta Pinot Noir Rosé 2021Falasco Wines, Los Chacayes, Valle de Uco $1600 Pablo Sánchez eligió un Pinot Noir del clon 115 de un solo viñedo (single vineyard), el cual cosecha en tres pasadas y los elabora diferente, dos en blanco y una con maceración pelicular. Así logró este flamante rosé de aromas muy frutados con algo de almíbar. Refrescante y de buen volumen, paladar franco con notas de peras y flores blancas. Puntos: 90,5 Hermandad Barrel Fermented Chardonnay 2019Falasco Wines, El Peral, Tupungato $1590 Blanco de aspecto brillante y aromas equilibrados. Se lo nota más tenso y fresco que el 2018, con suaves dejos cremosos y algo de ananá verde. De trago vibrante, con buen carácter frutal, paladar franco y amplio que refleja el trabajo con levaduras. Puntos: 90,5 Hermandad Winemaker Series Petit Verdot 2018 Falasco Wines, Mendoza $3300 Tinto de aromas intensos y algo maduros, con buen protagonismo de la crianza. En boca se perciben notas de fruta pasa y especias, con paso mordiente fino, buen cuerpo y leves dejos vegetales sobre el final. De carácter classy y equilibrado por el paso del tiempo, pero se mantiene voluptuoso y con la fuerza que habla del varietal. Beber entre 2021 y 2023.Puntos: 91 Bressano Malbec, Malbec, Malbec 2018 Falasco Wines, Valle de Uco $6000 (sale en febrero 2022) Si bien no es el primer Malbec que se hace con tres componentes de terruños diferentes, es el primero que ostenta el cepaje por triplicado en la botella, en clara alusión a su composición. De aromas integrados y frescos, que remiten al cepaje y al lugar. Paladar amplio y denso, con buena acidez que resalta el carácter de las frutas de baya y las especias en el final de boca. Con las notas de crianza bien integradas y más vida por delante. Beber entre 2021 y 2025. Puntos: 91,5