Fin de un ciclo, comienzo de una era Fabricio Portelli 08/04/2016 Notas, Vinos Notas 2 Comentarios 2174 Quizás suene exagerado en términos cuantitativos de tiempo, pero no en un sentido figurativo. Porque eso el lo que significa la inauguración de Zuccardi Valle de Uco, la flamante bodega de la familia, por muchos motivos. Por un lado, marca el final de un camino de búsqueda que empezó con la sana intención de aprender, de entender los tantos por qué que tiene el vino argentino. Así Sebastián Zuccardi en 2009 creó la unidad de Investigación y Desarrollo en la bodega familiar, a donde ingresó a trabajar en 2005, sin saber que en poco tempo causaría una verdadera revolución. Y poco a poco la casualidad (compró tres piletas de cemento porque eran más económicas que los tanques de acero) se convirtió en causalidad. Los resultados de esos estudios formados por microvinificaciones, cosechas y elaboraciones en otros países, calicatas en distintos viñedos de la mano del experto terroirista Pedro Parra, degustaciones y más degustaciones de vinos de aquí y de allá. Y sobre todo escuchar, observar y pensar. Así nacieron primero las fincas Piedra Infinita (donde se levanta la imponente bodega) y Canal Uco (al otro lado de la calle) y luego la bodega. Que en realidad es la continuación del viñedo según explica el joven wine maker, es decir que pasó sin escalas de la dupla Agrónomo-Enólogo a meter el viñedo en la bodega. Pero volvamos al fin del ciclo. Sebastián propuso, Pepe dispuso y todo un equipo se puso a trabajar. Así, poco a poco las fincas en el Valle de Uco se multiplicaron, algunas ya plantadas y otras desde cero, al tiempo que se profundizaron los acuerdos con viñateros conocidos, siempre de la misma zona. Sebastián también trabajó incansablemente para dar vida a la IG Paraje Altamira, sin perder el foco en mejorar la calidad de todos los vinos de la casa. Y ya desde hace un par de cosechas, a partir de la línea Santa Julia Reserva, todos los vinos son elaborados con uvas de altura. La calidad de sus etiquetas top se disparó y los reconocimientos no tardaron en llegar. Ya no sorprende a nadie si se dice que Zuccardi es la bodega número uno. A lo sumo se discutirá qué puesto del podio ocupa. Lo mismo pasa con sus vinos, hoy calificados por la prensa internacional entre los mejores exponentes del país. Algo seguramente soñado por la familia pero también inesperado en tan corto plazo. Pero el ciclo de la excelencia en la calidad ha llegado a su fin. Hoy, con Zuccardi Valle de Uco nace una nueva era, y no sólo para la familia protagonista, sino para toda una industria. Porque en definitiva todos apuntan hacia el mismo lado, a lograr vinos con una fuerte conexión al entorno que les da origen. Pero pocos tienen los condimentos que hay aquí. Una familia propietaria e involucrada activamente hasta la generación más joven, lo cual le brinda una proyección inimaginable. Una evolución cualitativa de todos sus vinos muy evidente. Y el sacrificio constante, tirando todos para el mismo lado. Todo esto junto no se consigue en otra bodega nacional de esta magnitud. Por lo tanto, el futuro ya lo tienen garantizado, y deben trabajar ahora para llegar más allá. Esta bodega llega en el momento justo. No es una construcción moderna a pie de la montaña como otras. O mejor dicho si, con sus diferentes matices. Pero la diferencia en esta no es sólo estética, sino conceptual. Porque tanto Salentein, como las del Clos de los Siete o la de José Manuel Ortega Fournier, fueron creadas en medio de viñedos recién plantados y desconocidos por ellos mismos. Y los vinos que fueron llegando, crecieron al ritmo de la viña y de la experiencia de sus hacedores. En cambio, los Zuccardi ya producían varios vinos de acá; es decir que empezaron estudiando para dar cada paso. Y un ejemplo vale más que muchas palabras. Los Malbec 2013 Finca Canal Uco y Piedra Infinita (de las viñas que rodean a la bodega) obtuvieron 98 y 97 puntos respectivamente en el último Reporte de Tim Atkin, uno de los referentes internacionales más respetados. Además, si bien en muchas bodegas se vinifican y microvinifican viñedos y parcelas por separado, acá todas las piletas y vasijas fueron concebidas en formatos (ánforas, huevos, etc.) de entre 2500 y 10.000 litros, y en material (todas son de hormigón a partir de los materiales del lugar: arena, limo, arcilla y piedra) en función a las fincas. Es decir que cada viñedo tiene sus vasijas destinadas, y se cosechan ad hoc. El uso del concreto tiene que ver con su naturalidad y lealtad a la hora de fermentar y conservar los vinos, manteniendo las temperaturas más estables, permitiendo una mejor oxigenación respetando el vino sin interferir en los planes de elaboración. La madera también está presente pero en tamaños más grandes que las habituales barricas de 225litros, hay foudres y muchas barricas de 500 l, para no enmascarar el carácter del terruño en los vinos. Desde afuera la bodega es impactante, pero no albergará más de un millón de litros de vino. Es más, hoy allí sólo se elaboran 600.000, incluyendo las líneas top de la casa: Zuccardi Q, Tito Zuccardi, Emma Zuccardi, Zuccardi Concreto, Zuccardi Zeta, Polígonos del Valle de Uco, Zuccardi Aluvional y Zuccardi Finca. El desafío ahora es hacer vinos de terroir, un terroir dominado por la montaña. Ya la búsqueda no es la del vino perfecto, sino la del mejor vino posible de cada lugar de acuerdo a la visión del wine maker. Hoy Sebastián tiene dos niñas pequeñas y no tiene idea si alguna seguirá sus pasos. Sin embargo, trabaja para las generaciones futuras y poder dejarles un legado de trabajo y muchos vinos, estratégicamente descansando en una cava de la bodega. Claro que todo esto no habría sido posible si el éxito no los hubiera acompañado en el trayecto. Y mucho tiene que ver el turismo, y que los consumidores puedan vivir allí la experiencia del vino a la máxima expresión. En este rubro también son líderes ya que sus dos restaurantes (La Casa del Visitante y Pan & Oliva) de la bodega de Maipú son los más visitados de Mendoza. Así, Piedra Infinita Cocina, también al mando del chef Matías Aldasoro, pero esta vez asesorado por (a esta altura) “flying-food-maker “ Fernando Trocca, promete convertirse en el punto más álgido de la región. Es decir que en Zuccardi Valle de Uco todo está pensado y, sobre todo, bien complementado: paisaje, diseño, vinos y gastronomía. A Sebastián le queda un largo camino por recorrer, aunque ya logró reescribir en poco tiempo la historia de su familia, iniciada a mediados del siglo pasado por sus abuelos Tito y Emma. Pero el desafío es aún mayor; crear auténticos vinos de terroir que puedan expresar un lugar al compás de las añadas, y que puedan esperar descansando en la cava por décadas sin perder atractivo. Tal como lo hacen los mejores vinos del mundo. 2 Respuestas cesar diaz 26/04/2016 Hola Fabricio t queria comentar q tuve la dicha d tomar el q tempranillo 2011 un vino q hacia mucho tenia en la lista d pendientes vinicos; y si la verda q cumplio con creces las expectativas y demostro q mas alla d ser el primer tempranillo alta gama argento, hoy por hoy lo sigue siendo d los mejores, si no el mejor. T queria preguntar si has tomado alguna añada d esta etiqueta con varios años, si es asi como se comporto con la guarda? Saludos y segui asi q es un placer leer los articulos y opiniones Fabricio Portelli 27/04/2016 César, si tuve la oportunidad recientemente de hacer una cata vertical desde el 1997 (el primero) hasta el 2010. Ese vino evoluciona muy bien, con una madurez muy nítida y unos taninos que se mantienen vivos. Además, despliega aromas y sabores muy complejos, propios de la guarda. Por lo tanto si es un vino que te gusta, tiene todas las condiciones para que tengas botellas guardadas y cada tanto te des el gran gusto. Abrazo y gracias por tus comentarios
cesar diaz 26/04/2016 Hola Fabricio t queria comentar q tuve la dicha d tomar el q tempranillo 2011 un vino q hacia mucho tenia en la lista d pendientes vinicos; y si la verda q cumplio con creces las expectativas y demostro q mas alla d ser el primer tempranillo alta gama argento, hoy por hoy lo sigue siendo d los mejores, si no el mejor. T queria preguntar si has tomado alguna añada d esta etiqueta con varios años, si es asi como se comporto con la guarda? Saludos y segui asi q es un placer leer los articulos y opiniones
Fabricio Portelli 27/04/2016 César, si tuve la oportunidad recientemente de hacer una cata vertical desde el 1997 (el primero) hasta el 2010. Ese vino evoluciona muy bien, con una madurez muy nítida y unos taninos que se mantienen vivos. Además, despliega aromas y sabores muy complejos, propios de la guarda. Por lo tanto si es un vino que te gusta, tiene todas las condiciones para que tengas botellas guardadas y cada tanto te des el gran gusto. Abrazo y gracias por tus comentarios