Decero empezó así, de cero. Aunque en realidad, para plantar un viñedo de 160 ha en el 2000, en un campo árido ubicado en el corazón de Agrelo, y sólo con variedades tintas, la familia Schmidheiny (oriunda de Suiza) la pensó mucho antes. Porque luego de adquirir dos bodegas en Australia y California (Chapel Hill y Cuvaison) y así incursionar en el mundo del vino, decidieron crear en Mendoza su tercer bodega, pero esta vez hacer todo a su modo desde el principio.

Una de las primeras decisiones que tomaron fue hacer vinos únicamente de es viñedo, bautizado como Remolinos Vineyard. Esto sin dudas coloca a la bodega como pinera de los Single Vineyards, más allá de no utilizar esa denominación en sus etiquetas. Otro detalle que habla de la planificación y la precisión, los viñedos fueron plantados a 33 grados Nornoroeste al Sudsudeste(y no de Norte a Sur) para aprovechar más el sol de la mañana. Todo este esfuerzo puesto en una época en la que no había preocupación alguna por diferenciar los terruños, y el Valle de Uco recién comenzaba sonar. Es decir que los vinos de Decero fueron desde siempre vinos de terroir. La primer vinificación fue en 2006 y se lanzó en 2008.

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Desde hace dos años el enólogo es Tomás Huges, sin embargo son vinos que no cambian por las manos del enólogo, porque están muy marcados por el terroir y seteados por los dueños de casa, y seguidos muy de cerca por Juan Marcó. No obstante, el de Tomás es un gran desafío, ya que como los enólogos de los mejores Grand Cru franceses, debe garantizar que el carácter del terruño llegue a las botellas. Otra de las decisiones que marcó el rumbo de esta bodega de perfil bajo pero alto nivel, es especializarse en vinos tintos, por respetar las condiciones del Agrelo. La mayoría de las viñas son Malbec, con Cabernet Sauvignon, Syrah, Petit Verdot, Cabernet Franc y Tannat. En su portfolio hubo, hay y habrá pocos vinos, para poder enfocarse en cada uno de ellos.

Es una de las bodegas más atractivas de Mendoza, con una capacidad mayor a las 500.000 botellas que producen para ellos. Claramente venden las uvas que no utilizan, pero hacen una selección previa muy intensa para lograr un equilibrio a través de los años en sus mejores parcelas.

A pesar de estar transitando por su décima cosecha comercial, sus vinos a nivel local aún son poco conocidos. Esto se debe básicamente a que exportan el 95% de su producción.

Tienen tres líneas de vino. Decero ($260), en la que hay un Malbec (del cual se hacen 300.000 botellas), un Syrah y un Cabernet Sauvignon. Decero Mini Ediciones ($460), una línea destinada a variedades no convencionales destinada a consumidores que buscan algo único y diferente, con un Petit Verdot y un Tannat. Estas dos variedades en principio se pensaron para conformar el blend de la casa, pero desde la primer añada (2006) el Petit Verdot demostró su potencial y se ganó un lugar como varietal. Y el Tannat se sumó a la línea el año pasado. Y A Mano ($950), el único blend de la casa, elaborado de manera artesanal y a base de Malbec, Cabernet Sauvignon, Petit Verdot y a veces el Tannat. El nombre del viñedo es tan importante que figura en todas las etiquetas de la casa.

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Los vinos Decero

2004 y 2005 fueron añadas experimentales para analizar el carácter del viñedo. Y ya desde ese momento se dieron cuenta de la elegancia que entregaba el viñedo, por eso todo en bodega es para resaltar esa característica. Para ellos, la elegancia y el equilibrio son propios de Remolinos. Y eso se nota en los vinos, a medida que avanzan las cosechas. Otro aporte importante es el aprendizaje del uso de la madera. A partir de este año emplean Roll Fermentors (barricas grandes que rotan sobre su eje y permiten una extracción más suave y completa). Tienen que usar levaduras seleccionadas porque las del viñedo no trabajan bien, y están haciendo un trabajo intenso de suelos en todo el viñedo que incluye un análisis de conductividad con Pedro Parra (asesor de terroir).

Ellos creen en el crecimiento de la marca de boca en boca y en el largo plazo, y son muy consistentes con la idea original, más allá de las modas. Sus vinos son equilibrados y expresivos a la vez. Quizás el Tannat sea al que más le cuesta seguir el libreto Decero. Entre sus varietales, se destaca el Cabernet Sauvignon. Según ellos porque Agrelo es la altura justa para esa variedad. Por su parte, lograr tal cantidad de un Malbec como el Decero es un gran merito. Del Mini Ediciones Petit Verdot se puede decir que es uno de los mejores exponentes del cepaje en todo el mundo. Es más, en el concurso Argentina Wine Awards 2015 fue elegido como el mejor vino (Trophy ) de los Valles de Mendoza. Sigo los vinos de la casa desde sus comienzos, y lo que al principio era concentración hoy es elegancia. Y aquellas intensidades que sólo remitían a fruta y crianza, hoy son complejidades. Son vinos que hablan poco pero dicen mucho y que suben la vara de un terruño tan prestigioso como el de Agrelo. Y esto significa mucho en un momento en que todas las copas apuntan a los valles de Uco.

 

Decero Remolinos Vineyard Malbec 2012

Bodega Decero, Agrelo, Mendoza

$ – $$ – $$$ – $$$$ (May2016 $260)

Sus aromas son intensos y densos pero equilibrados, cierta madurez de fruta y una tipicidad seria, casi terrosa. De ataque sutil pero carnoso, con buen volumen, franco, ágil y fresco. Poco profundo pero muy buen paso por boca, con un gran carácter de frutas negras y rojas, con suaves dejos herbales. Con fuerza y vivacidad en el final de boca, y un buen potencial. Un vino de Nuevo Mundo con espíritu de Viejo Mundo.

Puntos: 90

 

Decero Remolinos Vineyard Cabernet Sauvignon 2013

Bodega Decero, Agrelo, Mendoza

$ – $$ – $$$ – $$$$ (May2016 $260)

De buen ataque pero no muy profundo, y aromas austeros. Cuando se abre se muestra delicado y con buena frescura. Paladar jugoso y voluptuoso, con especias y frutas maduras pero vivas. Sus taninos bien finos le otorgan una delicada textura. Tanto que se puede servir refrescado. Sólo necesita más tiempo para integrar la madera, pero tiene todo. Gran potencial, con un final de grafito y suavemente ahumado, y una muy buena relación calidad precio.

Puntos: 92

 

Mini Ediciones Decero Remolinos Vineyard Tannat 2011

Bodega Decero, Agrelo, Mendoza

$ – $$ – $$$ – $$$$ (May2016 $460)

De aromas apretados pero delicados. Con buen volumen, no tan profundo y taninos algo firmes. Mantiene una textura intensa, pero su expresión frutal ha perdido fuerza. De paladar cálido más allá de su paso fresco, y con las notas de crianza que dominan el final de boca, maduro y especiado, que ya demuestra signos de evolución.

Puntos: 88

 

Mini Ediciones Decero Remolinos Vineyard Petit Verdot 2012

Bodega Decero, Agrelo, Mendoza

$ – $$ – $$$ – $$$$ (May2016 $460)

Sus aromas son densos pero con una expresión delicada. Paladar franco, fresco y consistente, de muy buen volumen y sabores con personalidad. Con taninos firmes y filosos, y una buena profundidad herbal. Es un vino carnoso pero con delicadeza y fuerza sobre el final. Consistente y se las arregla muy bien para entrar, pasar y perdurar con agilidad. Habla del carácter de la viña. Con buen potencial, beber entre 2016 y 2020.

Puntos: 93

 

Decero A Mano Remolinos Vineyard 2011

Bodega Decero, Agrelo, Mendoza

$ – $$ – $$$ – $$$$ (May2016 $950)

Sus aromas se sienten muy compactos. De buen volumen pero cierto peso en boca, necesita abrirse. Con taninos firmes y carnosos. Su paso por boca es serio, con frutas maduras y no muy profundo pero si persistente por peso. Su final es terrosos, algo cargado, con mucha fuerza y calidez más allá de la frescura inicial. Puede ganar más equilibrio con la estiba.

Puntos: 90

 

Decero A Mano Remolinos Vineyard 2012

Bodega Decero, Agrelo, Mendoza

$ – $$ – $$$ – $$$$ (May2016 $950)

De aromas sueltos y delicados, con paso fluido y ágil bien especiado. Hay tensión con fuerza y profundidad. Fresco, con taninos incipientes y una fruta equilibrada, no es pesado pero mantiene la misma fuerza que el 2011. Pero con sutilezas nuevas, quizás sea por ausencia de Tannat en el corte. A pesar de los 20 meses que descansan sus componentes en roble nuevo, la madera no se siente. Es un vino delicado que está dando sus primeros pasos y comienza a reflejar la elegancia de Remolinos.

Puntos: 92

 

 

 

Sobre El Autor

Hace 22 años degusté un vino por primera vez y supe que querría hacer de mi vida profesional. Compartir mi pasión; por eso me dediqué a comunicar el vino. Más de 30.000 vinos degustados y 20.000 publicados, más de 100 revistas editadas y miles de notas. Siete años en TV, cuatro en radio y seis en la web. Más de 20 exposiciones de vino organizadas y más de 30 concursos internacionales como jurado, además de muchos viajes a zonas vitivinícolas del mundo. Todo esto, simplemente me ayuda a conocer más, para poder compartirlo mejor.