Día mundial del sommelier Info de Prensa 03/06/2022 Bodegas, Tips 518 Adriana Huck, dedica su búsqueda de perfeccionamiento profesional al mercado vitivinícola. Su carrera se desarrolla desde hace más de 20 años en el sector de marketing de grandes bodegas Argentinas como Brand Ambassador. La efeméride reza que en este día se festeja la fundación de la ASI (Association de la Sommellerie Internationale) que nuclea a los sommeliers profesionales del mundo y que fue creada para: promover la profesión, establecer estándares de calidad y protocolo en torno a esta tarea que está presente en la industria gastronómica y de restauración (hotelería, restaurantes, vinotecas). Más allá de esta y las muchas definiciones que se pueden encontrar, la que más le gusta y siente que se adapta a la actualidad de la profesión en nuestro país es la de la Asociación Argentina de Sommeliers (AAS), que define que el sommelier “es la persona que por sus estudios, conocimientos y experiencia es especialista en bebidas, incluyendo aguas, infusiones, destilados y licores, pero por sobre todo, vinos. Si se mira la tarea desde este concepto se hace más fácil ubicar la figura del sommelier en los múltiples espacios que están ocupando actualmente dentro canales de comunicación y comercialización en nuestro territorio, aportando su expertise no solo como curadores de vinos sino como periodistas, educadores, recomendadores, facilitadores de cultura. En el caso particular de Adriana Huck fue por un designio familiar y varios años de trabajo en el rubro gastronómico, cuando descubrió hace 20 años la existencia de una escuela de sommellerie, y sientió una inmediata motivación por acercarse y descubrir de qué se trataba. “Desde el inicio fue un flechazo, una sensación de que había encontrado algo realmente único que me iba a permitir entender, apreciar y valorar lo que para mí era un mundo extenso y diverso lleno de cultura, geografía y sabiduría transmitida de generación en generación…pero sobre todo que si me recibía de Sommelier iba a poder transmitir ese descubrimiento a muchas personas interesadas o que necesitaran saber más de nuestra riqueza vitivinícola”, confiesa Adriana. Se involucró de lleno para convertirse en una Sommelier Profesional, especializándose en el mundo del vino argentino y hoy se encuentra muy orgullosa de ser parte y trabajar hace casi 20 años en Trapiche, una de las bodegas más prestigiosas de Argentina con reconocimiento internacional, que pertenece a un Grupo que se dedica a producir vino de calidad, que propone una continua mejora en la cadena de valor a nivel local y mundial y dónde puede contar, cuidar y mostrar toda la riqueza que nuestro país propone a cada consumidor de vino, comunicando este mundo estimulante y divertido con tanta o más ganas que el primer día. Como fue tu llegada al mundo del vino? Desde muy chiquita me gustaba contarle a la gente lo que hacía y lo que aprendía; desde las clases que tomaba hasta los deportes que practicaba, creo que este fue el indicio de que sabía que podría desenvolverme en el área de la comunicación o la educación. Pasó el tiempo y surgió la posibilidad de venir a vivir a Buenos Aires…me encantaba esta ciudad y tenía la mayor parte de mis amistades acá, mi primer trabajo al llegar fue en un wine bar en Recoleta, creo que el destino me llevó allí, y descubrí que era un mundo en el cual podría desarrollarme y ser feliz. Con la carrera de Sommelier sentí que empecé a conectarme con un legado familiar, puesto que siempre estuve en contacto con el vino, mi mamá era mendocina, mis padres tenían un negocio que proveía de insumos a las bodegas, entonces siempre iba a visitar San Rafael o Mendoza, y paseaba entre las piletas de fermentación y los viñedos, sintiéndome por esto muy cercana al mundo del vino. Con que expectativas comenzaste a estudiar Sommellerie? Quería aumentar mi nivel cultural y conocer más acerca del mundo del vino y la gastronomía, y de este modo generar un espacio de comunicación con la gente que me rodeaba y perfeccionar mi trabajo en la profesión pero nunca pensé que podría nutrirme tanto en esta carrera, al punto de ser hoy gran parte de mi vida, mi sustento y de muchísimas satisfacciones. Se puede decir entonces que tu trabajo es un estilo de vida? Si, se puede decir que sí, ya que ser sommelier tiene que ver con acercar a la gente a un mundo muy interesante; a quien no le gusta saber de vinos y a quien no le gusta saber de comidas? En toda reunión, grupo o encuentro con gente el tema del vino surge inmediatamente cuando digo que soy Sommelier y enseguida comienzan a preguntar. Sos una fuente de consulta constante para los que te rodean! Exactamente, es como ser una especie de enciclopedia Larousse!, pero me encanta y además no siendo ni política ni religión, es muy difícil que te termines peleando con alguien por hablar de vinos, mas allá de la diversidad en los gustos. Cuando hablas de vinos te transportas a distintas culturas y regiones del mundo. Sabés más, aprecias mejor… Si, lo importante de aprender es poder transformar un acto cotidiano como comer y beber en una experiencia de satisfacción integral. Diferenciar las materias primas que se utilizan en la elaboración de la comida, las técnicas de cocción y la expresión de las especias utilizadas, o si un vino es varietal o genérico y si viene de Mendoza o de otro lugar del mundo nos ofrece la posibilidad de disfrutar esta acción cotidiana de consumo con mucho mas placer y además elegir lo que ingerimos mas desde la calidad que desde la cantidad. Pasaron mas de dos décadas desde que te recibiste, que cambios notaste en el contexto del vino local? Mucho se avanzo en nuestro país, el trabajo de los productores y asociaciones y colegios ha sido intenso alcanzando un posicionamiento de primer nivel para nuestros vinos, profesionales de la sommellerie y por supuesto el acceso a la tecnología brindo a los consumidores mas información de nuestra industria. Hoy hablas con un consumidor promedio sobre vinos y te puede decir que sabe que hay Cabernet Sauvignon y Malbec, que estas son cepas, que argentina es diverso y que hay distintos estilos: vinos jóvenes y de guarda por ejemplo; que el sommelier es un a persona que sabe de vinos y que no hace colchones (jajaj) y que mínimamente le interesa saber mas. Mientras que 20 años atrás era vino tinto y vino blanco, no sabían explicar más allá, por ejemplo que era un varietal, o si el Chardonnay era blanco o tinto. Ciertamente hoy hay nicho para casi todos los estilos de vino. Lanzar vinos nuevos, proponer una nueva zona de producción o estilo posibilita estimular la comunicacion con tu consumidor y mantenerlo actualizado de tus cambios. Y tus preferencias? Pienso antes que nada en la ocasión en la que se va producir el descorche, pero en rasgos generales me gustan mucho los espumantes, son vinos maravillosos, que entusiasman, que refrescan…, cuando se descorcha una botella de espumante hay una sensación de que algo bueno va a pasar, que hay algo para celebrar, se siente la alegría en el aire. Para el día a día, una copa de vino suave, joven, fresco…me gusta mucho el Pinot Noir y el merlot, pero ahora que estamos en invierno con algún plato más estructurado, o alguna comida de olla, elijo un vino con más cuerpo y algo de reposo en madera.