Agua que has de beber Fabricio Portelli 02/11/2016 Bebidas, Gastronomía, Novedades 1430 No la dejes correr, sírvetela. Italia y Argentina están muy unidas a pesar de los miles de kilómetros que las separan. Porque no solo es la comunidad inmigrante más numerosa y arraigada en nuestro país, con sus costumbres y oficios, sino que es la gastronomía más argentinizada, junto con la española. En casi todas las industrias hay referentes italianos que fueron muy responsables de la actualidad de muchas empresas. Y el vino no es la excepción. Pero la sed no se saca con el vino, y en la mesa necesita un compañero infaltable para que el placer sea completo; el agua. Que de tan básica y necesaria nunca se le presta demasiada atención. Es cierto que es incolora, inodora e insípida, pero también que tiene muchos atributos. Y son estos los que diferencian entre una buena agua mineral natural, y una excelente. Esa excelencia le permitió a muy pocas aguas del mundo convertirse en internacionales. Es el caso de S.Pellegrino y Acqua Panna, que regresan a la Argentina, y esta vez parece ser para quedarse. Esta es una muy buena noticia para los amantes del vino y la buena mesa. Porque el agua mineral es fundamental para lograr mejores maridajes. Un solo dato basta, el agua cuando más neutra (menor cantidad de sustancias minerales y metales inorgánicos) es mejor, porque no tiene que interferir con los sabores de la comida y el vino, sino tiene que cumplir su función de hidratar, refrescar y limpiar. Acqua Panna, agua mineral natural originaria de Toscana, posee la cuarta parte de minerales que el agua más vendida en los restaurantes argentinos. Por su parte S.Pellegrino es un agua mineral natural gasificada que nace de una terma al pie de la cadena montañosa Dolomitas, que se eleva por sobre el río Brembo en los Alpes italianos. El pueblo de San Pellegrino Terme se encuentra cerca de Bérgamo, a unos 70 kilómetros al noreste de Milán. Para lograr un mejor maridaje no hay una fórmula científica pero si hay que seguir un círculo. Primero el bocado, después el vino y luego el agua. Y así sucesivamente. De esta manera el agua cumple con su función en el paladar, dejando que la comida y el vino se encuentren y diriman entre ellos como combinar sus sabores y texturas para brindar mayor o menor placer al comensal. El experto Filippo Mazzaia comparte sus “excusas de recomendación”. Empezar con S.Pellegrino para limpiar mejor el paladar y abrir el apetito, y luego seguir con Acqua Panna si se trata de una comida liviana. Esta además es la más indicada, según el experto, para acompañar vinos blancos y tintos suaves, a base de Pinot Noir. Mientras que para los demás tintos, no duda en sugerir la S.Pellegrino. Y agrega,“es sin dudas la más gastronómica del mundo, porque no altera ni el vino ni la comida”. No por casualidad es sponsor de los 50 Best Restaurants. La idea ahora sí es quedarse y poder ofrecer una continuidad que en otras épocas fue imposible sostener. Claro que tienen un gran trabajo por delante junto a Lucila, la sommelier de aguas que trabaja junto a Filippo, ya que deben desarrollar el concepto de aguas premiun en restaurantes y hoteles, capacitando en servicio, temperatura y sugerencias de consumo. Filippo confía mucho en el mercado argentino, por la cultura gastronómica de vinos y el paladar sofisticado. “Me siento como en Italia, hay muchas cosas en común para marcas premiun italianas aquí”, asegura el director para Latinoamérica de S.Pellegrino y Acqua Panna. Ya desembarcaron con varios de sus formatos más famosos, botellas de 750, 500 y 250 cc en vidrio, y 500 y 250 cc en botellas Pet. El desafío es convertir a la Argentina en el principal país consumidor de estas aguas premium de la región. Seguro que los enófilos, ya sean o no descendientes de italianos, les darán la bienbebida.