Entre tantas malas noticias que suelen abundar hay una muy buena; cada vez hay más vinos espumosos para disfrutar. Y qué mejor para celebrar un año difícil que se está despidiendo y recibir con esperanza al 2017 que está por comenzar que una copa de espumante en la mano.

Claro que la actualidad vínica efervescente no es casual sino más bien causal. Porque si bien todo el vino argentino viene evolucionando favorablemente desde fines de los 90´, el vino espumante fue proporcionalmente el que más se multiplicó y creció en términos de consumo. Qué significa todo esto, evidentemente que cada vez más a los argentinos les gusta festejar, y que ya no esperan las fiestas para descorchar un buen champú.

Para entender fácilmente esta evolución primero hay que hablar de las uvas. Que si bien es cierto que siguen siendo en su mayoría Chardonnay y Pinot Noir las más elegidas por los productores, hoy no sólo provienen de viñedos a mayor altura, sino que además se cosechan antes. Porque la idea no es solo emular las variedades utilizadas en la Champagne, sino lograr una frescura y un carácter propio, y que el vino pueda perdurar más tiempo en botella.

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Otro cambio que benefició y mucho a la categoría fue que las bodegas que siguen mandando el vino base a “tomar espuma” a las diferentes champañera que elaboran para terceros (a fasón), están más preocupadas por el resultado final. Por lo tanto, no solo ponen mayor esmero en su vino, sino que hacen un seguimiento de todo el proceso, cuidando todos los detalles en la logística del vino desde que sale y hasta que regresa a la bodega. Es decir, lo que hace unos años llegaba al mercado con el objetivo de completar una línea hoy llega para aportar imagen y prestigio a dicha línea.

El método Charmat (vinificar grandes volúmenes en tanques presurizados) también es algo que ha cambiado para bien. Hoy la permanencia del vino suele ser mayor (hasta 8 meses aproximadamente), y ese tiempo se determina por degustación. Cabe recordar que con este método (Charmat Lungo) se hacen muy buenos ejemplares que privilegian el carácter primario de las uvas (aromas y sabores frutales y florales).

 

Por su parte, los que utilizan el método tradicional de segunda fermentación en botella, también entendieron las delicadezas que demanda ese proceso, ya que en el contacto con las lías el vino va adquirir texturas y sabores que lo diferenciarán de los demás.

Y hablando de diferenciación, en esta categoría también vale hacerse el original y causar impacto, ya que no todos los vinos espumosos tienen que ser complejos y elegantes. Es más, hoy son los Dulces Naturales (blancos y rosados) los que están volcando la mayor cantidad de novedades al mercado.

Una manera fácil (aparentemente) de separarse de la manada es a través de las variedades que se utilizan.

Para los vinos más pretenciosos, el tiempo de elaboración es sinónimo de complejidad. No por casualidad en los últimos años han salido espumantes al ruedo con 4,5,6,7,8,9 y hasta 10 años de vida.

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Cómo elegir el espumoso adecuado

(qué buena pregunta Mario…)

Dejando de lado el tema precios, simplemente porque abundan propuestas destacables en todos los segmentos, hay que enfocarse en los tipos de vinos espumosos y en algo que es clave; la ocasión.

Si se trata de una reunión informal de amigos y al aire libre, sin comida mediante, los Dulces Naturales son los más indicados. Porque están pensados para impactar al primer trago. Y esa buena primer impresión les permitirá a todos disfrutar más del momento. Además, en esas circunstancias el vino no es el protagonista y por lo tanto nadie se va a poner a preguntar por las uvas o el método. Tampoco el anfitrión va a sufrir si los invitados le agregan hielo a sus copas. Entre esta categoría y los antiguos Demi Sec, nació una nueva generación de espumosos pensados para tragos. Quizás estos requieren de algo más de producción y por lo tanto el grupo de amigos debería ser más reducido. Ya que para lucirse bien hay que servirlo en copas o vasos de vino, bien decorados con frutas, vegetales o hierbas, de acuerdo a las preferencias.

Los rosé son una categoría más difícil de abordar. Porque los hay delicados y a base de Pinot Noir, o más concentrados y cargados, con la participación de otras variedades. Sin embargo, son la fija para una comida romántica, por todo lo que implica ese vino y de ese color. Con los más equilibrados se puede comer, mientras que con los otros se puede brindar al final acompañando los postres.

 

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Para la mesa familiar hay muchas opciones, principalmente los Brut y Extra Brut. Y acá cabe aclarar que al ser más difícil; por la baja temperatura de consumo y el gas carbónico; percibir los atributos diferenciales de un espumoso, la elección suele venir de la mano de aquellas marcas cuyos vinos tintos o blancos han dejado huelle en el paladar. Da seguridad estar tomando un vino espumante de una bodega admirada.

Si la sofisticación llama a la mesa, ya sea por compromisos laborales o por encuentros de amigos, los Nature y Brut Nature serán los más indicados, y si son “vintage” (es decir que tienen la cosecha en su etiqueta) mejor. Porque al ser los más secos de todos pueden acompañar mejor los platos delicados.

Ojo que esto no significa que toda la noche haya que servir el mismo espumante. Se puede empezar con una más fresco y frutal como aperitivo, y acompañar cada paso con uno diferente, teniendo en cuenta la estructura de cada plato para seleccionar el vino más adecuado.

Por último, recordar que el vino espumoso es el más aspiracional de todos, y por ende habla mucho del que lo eligió. Y con todos los que hay hoy disponibles, ni hace falta pensar en uno importado para impactar a los invitados.

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11 espumantes nacionales para celebrar a toda hora

 

Dulce Natural:

 

Deseado s/a

Familia Schroeder, San Patricio del Chañar, Neuquén

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Sin dudas debe ser uno de los vinos patagónicos que más ha crecido desde su nacimiento, allá por comienzo del milenio. Además, hace un gran aporte al Torrontés desde el sur. Es un vino con fuerza varietal y el ímpetu de burbujas jóvenes. Fresco y equilibradamente dulce, llena la boca con vivacidad. De paso ágil y perfumado, es ideal para disfrutar en cualquier ocasión, ya sea solo o en tragos largos.

Puntos: 87,5

 

Julia Espumante Dulce Natural s/a

Bodega Santa Julia, Santa Rosa, Mendoza

$ – $$ – $$$ – $$$$

Es una de las últimas novedades de esta pujante e inquieta bodega. Un blend frugal de Chenin Blanc, Chardonnay y Malbec, con el que se le da su suave y atractivo tono rosado. De trago ágil y liviano (tiene sólo 7 grados de alcohol), burbujas permanentes y una frescura que equilibra muy bien su amable dulzor. En definitiva es tan atractivo por fuera como por dentro, y es un vino que a todos va a gustar.

Puntos: 87,5

 

 

Rosé:

 

Nieto Senetiner Brut Rosé s/a

Bodega Nieto Senetiner, Agrelo, Luján de Cuyo

$ – $$ – $$$ – $$$$

Es la última novedad de la casa, una de las primeras en elaborar espumosos a base de Pinot Noir. En este caso los tonos están potenciados por el aporte mayoritario de Malbec (60%). De aspecto suave y aromas delicados, con leves tonos frutales, burbuja fina y persistente. Llena la boca con frescura, de paso equilibrado y final franco. Por su estructura es ideal para acompañar carnes rojas grilladas.

Puntos: 88

 

Extra Brut y Brut:

 

Salentein Extra Brut Cuvée Spéciale s/a

Bodega Salentein, Valle de Uco, Mendoza

$ – $$ – $$$ – $$$$ (Nov2016 $175)

José “Pepe” Galante está muy contento con sus vinos espumantes, es que las uvas del Valle de Uco son ideales para conservar esa frescura natural que define a un buen exponente. Con uvas seleccionadas de Finca El Oasis, Chardonnay y Pinot Noir, se elabora el Extra Brut de la línea con el método Charmat. Un vino refrescante y con buen volumen. Burbujas persistentes y un carácter frutal bien definido con dejos cítricos. Por su estilo es muy versátil en la mesa.

Puntos: 89

 

Cruz de Piedra Extra Brut Pinot Noir s/a

Bodega Argento, Mendoza

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Este espumoso de tradicional sólo tiene el nombre, y no sólo porque está elaborado por el Método Charmat, sino porque es muy moderno tanto por fuera como por dentro. A base de puro Pinot Noir, lo que explica su aspecto bien rosé. De aromas delicados y paladar suave, refrescante con algo de madurez frutal. La burbuja media potencia su carácter. Ideal para servir en la mesa acompañando carnes blancas y frutos de mar.

Puntos: 88

 

Montchenot Extra Brut s/a

Bodegas López, Mendoza

$ – $$ – $$$ – $$$$

Así como el tinto nacido en 1956 es “el” gran clásico en su categoría, el espumante de la línea le sigue sus pasos. Ya que si bien sólo tarda un año en llegar al mercado, y no diez como su par tinto, y su estilo es fresco, su etiqueta es de las más tradicionales a la hora del brindis. Elaborado con el método Charmat, es un blend de Chardonnay, Semillón y Pinot Noir de la zona de Cruz de Piedra y de Tupungato. De paladar refrescante y burbujas persistentes, con buen equilibrio entre su carácter frutal y las notas de levadura.

Puntos: 88

 

Antonio Mas Extra Brut s/a

Antonio Mas Wines, La Arboleda, Tupungato

$ – $$ – $$$ – $$$$ (Nov2016 $240)

Antonio Mas, eligió para dar vida al primer espumoso con su nombre y apellido un auténtico blanc de blancs, elaborado con uvas propias Chardonnay muy seleccionadas, y utilizando el método Charmat. Se nota que el enólogo buscó expresar a pleno la frescura del lugar. Resulta muy equilibrado y a la vez vivaz, con burbujas persistentes y un final de boca de sabores clásicos pero con texturas muy actuales. Una novedad para tener muy en cuenta en las celebraciones que se vienen.

Puntos: 89

 

Kaiken Brut s/a

Bodega Kaiken, Gualtallary, Valle de Uco

$ – $$ – $$$ – $$$$ (Nov2016 $250)

Un método tradicional a base de Chardonnay y Pinot Noir, que se elabora durante dos años antes de salir al mercado. De ataque fresco y tenso, con burbujas medias persistentes. Un carácter vibrante de frutas blancas con matices de frutas secas. Equilibrado y bien refrescante, con buena estructura para acompañar carnes blancas.

Puntos: 89

 

 

Nature y Brut Nature:

 

Luigi Bosca Bohème Brut Nature s/a

Luigi Bosca, Mendoza

$ – $$ – $$$ – $$$$

Sigue siendo un blend a base de las tres uvas autorizadas en la Champagne; Pinot Noir, Chardonnay y Pinot Meunier, de más de 90 años. Hay mucho carácter de levadura que denota sus dos años de contacto con lías en las botellas. Fresco y maduro, con buena estructura, largo y con burbujas persistentes que potencian sus expresiones en el final de boca. Un vino para lucirse en la mesa con preparaciones de mar.

Puntos: 90

 

Zuccardi Blanc de Blancs 2012

Zuccardi, Tupungato Valle de Uco

$ – $$ – $$$ – $$$$

Sebastián Zuccardi empezó haciendo espumantes (en Alma 4, con su actual mujer y dos compañeros de facultad). Y esa experiencia se notó siempre en este espumoso, importante, de método Champenoise y con 30 meses sobre lías. La clave no sólo está en el vino base, tenso y delicado, sino en la toma de espuma.  Es un vino muy equilibrado y vivaz a la vez, con burbujas finas y persistentes. De sabores clásicos pero frescura moderna. Trago profundo y paladar franco, con estructura para la mesa Y con más vida por delante. Beber entre 2016 y 2018.

Puntos: 92

 

Rosell Boher Grande Cuvée Millésimée 2012

Cavas Rosell Boher, Valle de Uco, Mendoza

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Hace más de diez años (desde la cosecha 1999) que este espumoso de lujo se ha ganado un lugar entre los más sofisticados y elegantes del país. Con Pinot Noir y un toque (15%) de Chardonnay, Alejandro “Pepe” Martínez lo elabora botella por botella con mucha paciencia. Ya que permanece más de 40 meses sobre sus lías. De paladar fresco y tenso, y con un carácter frutal muy particular. De burbujas bien finas y persistentes, con dejos florales y una profundidad toda joven que habla de su potencial de guarda. Beber entre 2016 y 2020.

Puntos: 92

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Sobre El Autor

Hace 22 años degusté un vino por primera vez y supe que querría hacer de mi vida profesional. Compartir mi pasión; por eso me dediqué a comunicar el vino. Más de 30.000 vinos degustados y 20.000 publicados, más de 100 revistas editadas y miles de notas. Siete años en TV, cuatro en radio y seis en la web. Más de 20 exposiciones de vino organizadas y más de 30 concursos internacionales como jurado, además de muchos viajes a zonas vitivinícolas del mundo. Todo esto, simplemente me ayuda a conocer más, para poder compartirlo mejor.