Cada cosecha está marcada por un conjunto de factores. En general, el clima desempeña es es el mayor determinante, ya que impacta directamente en el ciclo y, por lo tanto, en el producto final. Sin embargo, siempre hay que considerar cada uno de los actores involucrados, desde la elaboración hasta la distribución y el consumo del vino.
 
En 2020, el mundo se enfrenta a una nueva situación, esta vez relacionada con la salud. Una situación excepcional, pero que impactará indeleblemente en la historia de la cosecha 2020. En Cheval des Andes, sin embargo, como en cualquier otro lugar, seguimos elaborando vino y esta última cosecha muestra señales de ser una excelente añada.
 
Analicemos lo que pasó en nuestra finca durante el ciclo de la cosecha 2020.

Factores claves que influyeron en la cosecha

Fin del reposo invernal, comienzo del ciclo, heladas de primavera
La cosecha comenzó en julio y agosto, con la poda. El jefe de cultivos en Cheval Blanc, Nicolas Corporandy, se unió a nosotros para esta etapa crucial. Compartimos la misma filosofía de respetar el equilibrio de cada viña y su íntima relación con el flujo de la savia, y trabajamos juntos para perfeccionar nuestras técnicas.

Así como sucede en el hemisferio norte, en Argentina, el clima también está cambiando; los inviernos se están volviendo más cálidos y el ciclo empieza más temprano. Esto aumenta el riesgo de heladas en primavera. Como resultado, la temporada comenzó con una brotación temprana y, en dos ocasiones durante octubre, tuvimos que encender fogatas antiheladas en nuestro viñedo de Altamira, que está más expuesto debido a su altura (1150 msnm) y su latitud (paralelo 34°).  Nuestros enólogos se unieron en un esfuerzo conjunto para proteger con éxito este viñedo situado en San Carlos, en el Valle de Uco. Si esta cosecha salió adelante fue gracias a sus esfuerzos.

Un verano histórico
Luego, la temporada continuó con las condiciones típicas de la región, aunque durante el verano las precipitaciones alcanzaron su mínimo histórico (160 mm durante toda la temporada).  El 20 de enero, la temperatura alcanzó un récord de 39,4°C en el centro de los viñedos. El ciclo continuó adelantándose justo hasta la cosecha. Una vez más, el estrés hídrico se debió manejar constantemente y con extrema precisión en esta cosecha, y se trató a cada parcela como a un viñedo individual. 

Tiempo de cosecha
La cosecha 2020, histórica en Cheval des Andes, comenzó el 28 de febrero. Fue una vendimia corta (menos de 20 días) y, para el 17 de marzo, la recolección había finalizado en ambos de nuestros viñedos de Las Compuertas y Altamira.  

El espacio de tiempo para cosechar se adelantó y fue breve debido a las altas temperaturas diurnas que aceleraron el proceso de maduración.  La decisión de cuándo cosechar se basa en nuestra preferencia por los aromas frescos y florales, y una buena acidez.  En esa misma línea, utilizamos transporte con aislamiento térmico (10°C) para llevar las uvas a la bodega y aseguramos de que estuvieran en óptimas condiciones antes de la selección y el encubado. 

Practicamos viticultura de precisión a lo largo de todo el ciclo y durante la cosecha. Las uvas se seleccionan a mano según cada microparcela.
 
Extraordinariamente, la cosecha de nuestros Malbec, plantados en 1929 a pie de viña original (Fracción 16), se realizó por cada microparcela dentro de cada parcela individual, como se muestra en el plano a continuación. Las distintas fechas de cosecha se indican con colores diferentes; las parcelas cosechadas a partir del 28 de febrero están resaltadas en azul oscuro y las cosechadas el 10 de marzo, en rojo. Nuestro equipo de enólogos desarrolló un complejo sistema de recolección para asegurar que cada cepa se cosechara en su momento de maduración óptima.

A partir del 7 de marzo, gracias a un clima más fresco y amplitudes térmicas ideales para una maduración lenta, pudimos recolectar nuestro Cabernet Sauvignon de manera gradual a medida que alcanzaba su madurez hasta el último día de la cosecha.

Vinificación
La vid es la reina de Cheval des Andes. Nuestro método de vinificación favorece una intervención mínima en cada etapa del proceso de elaboración del vino. El proceso manual implica que únicamente las bayas que se encuentren en perfectas condiciones sean seleccionadas para la maceración en la cuba. Se vinifican las uvas de cada microparcela por separado para que nuestros enólogos puedan tratarlas de manera individual a través de cada fase de la fermentación. Se degusta el contenido de cada cuba diariamente para ayudar a guiar el proceso. Las últimas cubas se vaciaron el martes 7 de abril; el año pasado, para esa fecha, aún estábamos ocupados cosechando.   

Cosecha 2018
La cosecha 2018 se añejó en barrica hasta fines de 2019 y los vinos se embotellaron en enero de este año. La etapa final y crucial del proceso en cada finca y para cada vino es el añejamiento en botella. Los vinos esperarán pacientemente en su hábitat de cristal hasta que se coloquen en el mercado en septiembre de 2021.      

Cosecha 2019
La cosecha 2019 completa nuestra lista y se encuentra en el proceso de añejamiento en barricas. Los vinos serán trasegados a principios de mayo y fraccionados a fin de año.

         

           

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