Degustación vertical Cheval, notas de cata

1) Cheval des Andes 1999

Aromas maduros, tierra mojada, algo de pasas, buen cuerpo, y enjundia, con buena madurez, taninos incipientes, cálido y espaciado, buena profundidad y ataque, más aromas mentolados. Agradable fluidez y frescura, con tonalidades teja. Los taninos del Cabernet y su austeridad lo sostienen, y al final de boca tiene un sabor de evolución y madurez que lo domina. Es decir, buena evolución pero no tanta complejidad. Aromas algo encerrados que se van abriendo, la textura no es aterciopelada ni pareja pero es muy agradable, por vivaz. Y si bien se ha mantenido muy bien, yo no lo esperaría mucho más.

2) Cheval des Andes 2003

Muy buena fluidez y frescura, mucho más delicado de lo que esperaba . Ganó en suavidad de textura, más allá de sus taninos firmes. Los sabores de final de boca son agradables aunque reflejan la madurez obvia de un vino de más de diez años. Mantiene una buena tensión en boca, siempre dentro de la madurez. No es tan profundo pero si muy expresivo, sobre todo mucha especia una firmeza final muy atractiva. Está para seguir de cerca, al menos un par de años más.

3) Cheval des Andes 2005

Aromas más integrados, buena fluidez, más negro en su expresión frutal pero no tan intenso, ni de aromas ni sabores. Taninos incipientes, con especias y frutos del bosque. El Malbec, lo domina. No es muy profundo pero goza de muy buena fluidez, con taninos que se agarran. No hay persistencia pero si tiene ese paso por boca francés, agradable y con buen potencial, delicado. Es interesante. Está listo para beber.

4) Cheval des Andes 2007

Aromas delicados y no muy expresivo. Moderno y con toque negro. Taninos con agarre, lo que se dice “tiene grip”, y buena fruta negra, con una muy agradable frescura que invade la boca. Un vino apoyado en la fruta, muy vivaz y con mucho potencial. Aquí hay carnosidad, tiene mucho más para evolucionar y ganar complejidad con la estiba. Aromas de frutas negras y bayas, con músculo y fluidez, muy agradable de beber. Para descorchar hoy y durante los próximos cinco años.

5) Cheval des Andes 2010

Aromas modernos y equilibrados, aunque algo densos y compactos, buena fruta negra con atoque ahumado. De buen músculo, compacto y fresco, pero con taninos muy firmes. No hay tanta profundidad porque el vino explota en boca con cierta elegancia, pero con mucha más juventud aún. Hay mucha potencia bien rodeada, y su carácter moderno se apoya en una expresión muy bien intencionada. Hay que esperar a ver como evoluciona, un par de años más.

Conclusiones finales de una degustación inolvidable:

El orden de mis preferencias fue:

2007

2005

2010

2003

1999

En todos se nota que el hilo conductor del vino es la elegancia y la complejidad, pero de manera diferente. No olvidar que en grandes vinos como este, han cambiado muchas cosas, no sólo las cosechas. Y esos cambios influyeron en el estilo de cada uno y por consiguiente en su evolución. El Cheval es un gran exponente moderno, pero con ese know how que marca a los vinos clásicos. Además, durante estos quince años buscó su lugar en el mundo, y eso comercialmente implica un equilibrio justo entre el rendimiento de la finca, la cantidad de botellas producidas y la de botellas vendidas. Se puede decir que Cheval ya ha resuelto muchos temas, y que le quedan muy pocas asignaturas pendientes. Por eso, creo que el estilo que dominará será más parecido al de 2010 que al que le dio origen. Y, como pasa con otros grandes tintos actuales, su potencial es evidente. Solo necesitamos que pase el tiempo para que lo demuestren y poder disfrutarlos.

Nota de cata CDA 2010, lanzado en Ago2014

https://www.fabricioportelli.com/2014/09/02/1048/