Vicente Grazia es uno de los pocos enólogos argentinos que nunca pasa desapercibido. Primero por su gran tamaño, pero sobre todo por su sentido del humor. Él es el guardían de La Linda, la línea de vinos jovenes de la Familia Arizu que nació en 2004.

Primero se llamó Finca La Linda, para dejar en el camino parte de su nombre y convertirse simplemente en La Linda. Pero lo más importante no está en su denominación, ni tampoco en su aspecto (que también cambió a lo largo de estos años), sino en el aval de Luigi Bosca. Porque fue clave el respaldo de uno de los vinos emblemáticos de los argentinos para su despegue. Y como todo lo que hacen los Arizu, en La Linda también está todo friamente calculado.

Vicente se incorporó en 2006 al equipo enológico, reocmendado por José Hernández Toso, el enólogo de Luigi por aquel entonces. Sin embargo, al poco tiempo la actual dupla enológica queda a cargo de todos los vinos de la familia. Y así Vicente junto a José “Pepe” Irrera, son las caras visibles de un equipo vitivinícola comandado por el Ing. Alberto Arizu, uno de los agrónomos más reconocidos y respetados del país.

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Bodega Luigi Bosca – José “Pepe” Irrera

Pero en el día a día a Vicente le toca cuidar a La Linda, “es el orgullo más grande que tengo” cuenta sonriente, quien es el responsable por los 3 millones de botellas anuales que se producen bajo la marca. Un desafío que no muchos pueden llevar adelante. Porque hacer buenos vinos en pocas cantidades es relativamente fácil para cualqiuier enólogo, siempre partiendo de uvas de calidad. Pero elaborar tantas botellas de buen vino, e ir creciendo desde su lanzamiento, es algo mucho más difícil y claramente por lo que se puede estar orgulloso.

Cuando habla del estilo de la línea Vicente no se lo toma tan personal, “La linda tiene su propia identidad” afirma. La premisa es hacer vinos bien varietales que expresen el carácter, ya sea frutal, floral o especiado, de cada cepaje, con un paso amable, fresco y ágil. Porque La Linda está pensada para un consumidor más joven. Pero hay algo acá que se advierte al degustar los vinos de Vicente, varios de ellos son más serios que sus competidores. Y esto, más que una desventaja, es  la clave de La Linda. Porque no son solo vinos atractivos y de impacto, que sean agradables de beber y listo. Sino que están pensados para ser una verdadera puerta de entrada al mundo del vino. Es por eso que cada vino de la Linda tiene un carácter determinado por su varietal, sin estar cruzados por un estilo pre-definido. Claro que hay una manera de encarar la viña a lo largo del año, de realizar la cosecha y luego la vinificación, ya que se necesita una gran planificación y coordinación de muchas manos para lograr embotellar estos vinos. No son micros sino macro vinificaciones, con todo lo que ello implica.

Pero como nunca dejan de ser de la familia Arizu, tienen que cumplir con un estándar. Y ahí radica la clave de Vicente, saber interpretar el legado de Luigi Bosca y volcarlo en un vino más masivo. Porque las exigencias del consumidor son mayores cuando se trata de bodegas de renombre. Por eso en la Linda la fruta o la especia de cada varietal es diferente, porque no siguen una fórmula, sino una vinificación a gran escala, con objetivos claros.

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Vicente Garzia

Obviamente el Malbec es el más exitoso, pero el Bonarda y el Syrah, se destacan en su segmento. También el Cabernet y el Tempranillo. De los blancos, el Torrontés es el que más le cuesta a Vicente, porque se hace con uvas de Cafayate, y tiene el viñedo lejos. Pero es tan atractivo como el Viognier, el Sauvignon Blanc y el Chardonnay. También el rosado y los espumantes han causado buen impacto en el mercado.

Una prueba que La Linda es una línea en serie pero seria son los tres vinos “Private Selection” que la coronan; Old Vines (Malbec), Smart Blend (a base de Cabernet Sauvignon, Syrah y Tannat) y el High Vines (Sauvignon Blanc). Estos vinos llevan otro mensaje y se nota desde su aspecto, porque el concepto plasmado en las etiquetas está más enfocado en los conocedores.

Es decir que La Linda no es la línea joven de Luigi Bosca, porque “son dos bodegas en una” asegura Vicente. Y esto la obliga a tener vuelo propio, con estándares de calidad y volúmenes diferentes que los de Luigi, pero igual de exigentes.

A Vicente le gusta más elaborar blancos, y confiesa que tiene un Semillón en la gatera que va a dar que hablar. Siempre es bueno tener a mano un La Linda en casa, para darse un gusto o compartir con visitas espontáneas. Y también tenerlo en cuenta a la hora de salir a comer afuera en ocasiones no tan formales, por su buena relación calidad-precio, más allá de la diversidad que propone.

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Algunos vinos de La Linda

 

La Linda Torrontés 2015

https://www.fabricioportelli.com/2016/09/27/la-linda-torrontes-2015/

La Linda Viognier 2015

https://www.fabricioportelli.com/2016/07/18/la-linda-viognier-2015/

La Linda Malbec 2014

https://www.fabricioportelli.com/2016/09/05/la-linda-malbec-2014/

La Linda Bonarda 2014

https://www.fabricioportelli.com/2016/09/15/luigi-bosca-la-linda-bonarda-2014/

La Linda Syrah 2014

https://www.fabricioportelli.com/2016/09/10/la-linda-syrah-2014-2/

La Linda High Vines Sauvignon Blanc 2015

https://www.fabricioportelli.com/2016/09/07/la-linda-high-vines-sauvignon-blanc-2015/

La Linda Old Vines Malbec 2013

https://www.fabricioportelli.com/2016/04/18/la-linda-old-vines-malbec-2013/

La Linda Smart Blend 2013

https://www.fabricioportelli.com/2016/09/20/la-linda-smart-blend-2013/

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Sobre El Autor

Hace 22 años degusté un vino por primera vez y supe que querría hacer de mi vida profesional. Compartir mi pasión; por eso me dediqué a comunicar el vino. Más de 30.000 vinos degustados y 20.000 publicados, más de 100 revistas editadas y miles de notas. Siete años en TV, cuatro en radio y seis en la web. Más de 20 exposiciones de vino organizadas y más de 30 concursos internacionales como jurado, además de muchos viajes a zonas vitivinícolas del mundo. Todo esto, simplemente me ayuda a conocer más, para poder compartirlo mejor.