¿El huevo o la gallina? Fabricio Portelli 15/10/2014 Notas, Vinos Notas 1930 Más allá del popular dicho, lo cierto es que pasa en muchos ámbitos, no saber que se tiene que dar primero. En vinos, y sobre todo cuando salimos a conquistar mercados, no tenemos claro si primero hay que mostrar para luego vender, o viceversa. Y así como muchos se siguen preguntando qué se dio primero, si el huevo o la gallina, yo pregunto que vamos a esperar ara conquistar al mundo con nuestros vinos. Ejemplos sobran, pero yo sólo me voy a referir al Six Nations 2014, un concurso de vinos en el cual participo hace 4 años. Si bien es sabido que la función principal de participar de un concurso es la promoción, también sirve para investigar un poco, saber como viene la mano o bien ver cómo está un vino respecto de la competencia global. En ese contexto hay cientos de competiciones, pero son muy pocas las que siguen impulsando las ventas alrededor del globo; ya que la medallita en la botella sigue siendo atractiva para muchos consumidores. Y en todo caso brinda una excusa mas de compra. Pero volvamos a Sídney, allí donde hace un par de meses degusté 600 vinos aproximadamente. Ya que en la competencia participan Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica, Chile, Estados Unidos y la Argentina. Todos los años cada jurado, uno por país, debe elegir los 100 vinos más representativos de su país. Y es ahí donde empieza el problema. Para mi, es fácil hacer una lista de 100 etiquetas bien referentes en las 16 categorías (Blanco Aromático, Blend Tinto, Cabernet Sauvignon, Malbec, etc.) que compiten. Porque todos los vinos presentados compiten contra todos, ordenados por tipo (categoría), y los jurados degustamos todos. Luego de cada tanda nos juntamos con la lista de los tops de cada uno y sumamos, discutimos y al final acordamos. Así salen los ganadores (ver lista completa en http://boutiquewines.com.au/6-nations-wine-challenge/). Pero volvamos a principios de este año, cuando estaba por definir la lista. Quiero aclarar de los 150 vinos que seleccioné (50 suplentes) sólo se enviaron 67, y eso que el costo de este concurso es muy competitivo (u$s200 por muestra) y encima los costos del envío (los vinos viajan en avión) los paga la organización. Bueno, en realidad este problema lo tuve desde la primera edición, cuando a fines de 2009 me convocan. Y por más que el vino argentino cada vez tiene más presencia en Australia, incrementándose exponencialmente desde 2010, al parecer no resulta atractivo. Mejor dicho sí, porque a todo bodeguero le gustaría vender en una ciudades de primer mundo como Sídney y Melbourne, en donde la gente consume y paga precios caros (mejor dicho muy caros para nosotros). Y encima la mayoría disfruta de las carnes asadas (está lleno de barbecues), las cuales maridan perfecto con nuestros vinos. El problema es que muchos primero quieren vender y luego quizás invertir en la promoción. Yo se que esto, como todo, es un negocio, y no voy contra eso. Lo que sí veo es que de cara al 2015 es muy probable que la Argentina no participe más, dejando su lugar vacante, y pudiendo ser ocupador por algún otro país del Nuevo Mundo (¿Uruguay?, ¿Brasil?, ¿Canadá?). A mi no me perjudicaría en nada dejar de viajara la competencia. Ya lo hice cuatro años seguidos, y si bien nunca queda mucho tiempo después da catar todo el día, a Sídney ya la conozco bien. Incluso un año fui en familia y lo disfruté mucho más. Pero yo no soy el que pierdo si no va, es el vino argentino. Porque si uno no está allá, al menos una vez al año, poco a poco desaparece. A los importadores/distribuidores les costará cada vez más defender sus vinos para que se mantengan listados en vinotecas, supermercados y restaurantes, y así lo más probable es que nos reemplacen. Sídney es una ciudad muy turística, sobre todo para los viajeros de Oriente. Y si bien Australia es un gran productor de vinos, las ciudad es muy cosmopolita y el consumo se nota que también. Sería una lástima perder lo hecho hasta ahora. Los resultados Más allá de las sorpresas que pudieron deparar con el intercambio de los trofeos de Malbec y Syrah entre el local y nuestro país, fueron muy interesantes. Haber ganado, en la tierra de los Syrah del Nuevo Mundo por experiencia, el Trophy es muy importante. No sólo para que San Juan recupere la confianza en sí(rah) mismo, sino que significa una confirmación de la tan mentada diversidad argentina. Y así como seguramente no se les moverá un pelo a los australianos, a nosotros tampoco por haber ganado ellos el de Malbec. Nuestro país se llevó las otra siete medallas, con una efectividad del 50% en la categoría más participativa. En espumantes también hubo una grata sorpresa. El único representante se alzó con una medalla de oro entre los 33 vinos. En la categoría “otros varietales tintos” siempre cosechamos buenas noticias, y esta vez no fue la excepción. Un Tannat salteño, un flamante Petit Verdot mendocino y un solo Cabernet Franc de los 5 presentados. Esto quiere decir que la variedad del momento sólo obtuvo un 20% de efectividad. Y si bien en Cabernet Sauvignon no nos pudimos lucir (1 sola medalla sobre 9 vinos), lo del Chardonnay fue interesante, ya que uno patagónico se alzó con una doble medalla de oro, en la que fue la categoría más competitiva (54 vinos). Y con la misma efectividad (33%) fue destacada la performance de los blends tintos, todos ellos con un buen aporte de Malbec. Para pensar también la participación de los otros blancos, ya que entre los pocos participantes un Viognier de Uco se trajo una medalla de oro. Al igual que un Merlot mendocino. Sin embargo hubo otras variedades más populares por estas tierras que se volvieron con las manos vacías, como el Pinot Noir y el Sauvignon Blanc, acaparadas por Nueva Zelanda y Sudáfrica principalmente.