El último grito de la gastronomía urbana Fabricio Portelli 16/09/2015 Gastronomía, Notas 1694 Shout es un lugar muy pensado. Una casona de estilo francés reciclada en el corazón de Retiro (Maipú 981), que próximamente incluirá un café diurno en su planta baja, para deleite de los oficinistas de la zona. Pero luego de saludar a Irigoyen (inmortalizado en un mural), la escalera antigua invita a subir a una especie de limbo; un paraíso en el que las bebidas son las protagonistas. Muy bien acompañadas con delicias al grill para disfrutar en diversos formatos. Es ideal para ir con quien se quiera, porque tiene confortables sillones bastante reservados (y oscuritos), mesas para charlar de a dos o de a cuatro, mesas altas comunitarias para conocer a otros y otras, y barras por todos lados. Pero sin dudas el mejor lugar para disfrutar de un trago bien elaborado es en la barra. Porque las ganas de uno se reflejan en la pasión del otro. De este lado el comensal y del otro el bartender, listo para satisfacer más que dedicado a sorprender. Y en eso mucho tienen que ver sus propietarios. Porque Sebastián (Maggi) y Santiago (Lambardi), hicieron su experiencia detrás de las mejores barras. Hoy devenidos en formadores y ahora en lugartenientes de una de las mejores barras porteñas. El edén sigue más arriba. Porque hay un salón con una gigante cava privada para albergar comidas memorables, y una terraza verde; algo así como un oasis en medio el desierto de cemento; que promete convertirse en el punto de encuentro after office de 2015. Y si bien los tragos y cocktails son las vedettes del lugar, el vino tiene un lugar privilegiado. Y eso se nota en la máquina que Sebastián hizo desarrollar (y que porto comercializará). Una especia de Enomatic nacional, muy bien lograda. Este wine dispenser les permite ofrecer 30 vinos por copa a la vez, sin que ninguno sufra, llegando así a las mesas en las mejores condiciones, más allá de las copas adecuadas. Algo que casi nadie puede ofrecer, ya que se sabe que una vez abierta la botella, el vino comienza a deteriorarse. Sebastián, que también es sommelier, degusta todos los vinos por copa a diario para comprobar sus condiciones, ya que la máquina le permite servir tres medidas, (sorbo, media copa y copa). Y una buena forma de disfrutarlos es aprovechar algunos de los wine flights, y así conocer (a través de 4 cuartos de copa) una diversidad de vinos e ir descubriendo los gustos propios. Los nombres son tan curiosos como divertidos. En Septiembre y Octubre ofrecerán Blending Pride y Nosotros Pinoteamos. El primero, a un precio de $180, reúne blends que entre los tres congregan 10 cepas nobles: cabernet sauvignon, cabernet franc, merlot, malbec, petit verdot, syrah, caladoc, ancellota, carménère, merlot. Esta exquisita y variada combinación de sabores, texturas y aromas consistirá en ½ Copa Tito 2012 + ½ Copa Cuvelier Los Andes Grand Vin 2009 + ½ Copa Navarro Correas Partida Doble Especiado Intenso 2011. Mientras que el segundo, está dedicado a los amantes del Pinot Noir, o quienes desconozcan esta cepa y quieran experimentar los sabores de una uva suave y fresca, Shout ofrece una capa por $90 que consta de ¼ Copa Catalpa Pinot Noir 2013 + ¼ Copa Humberto Canale Old Vineyard Pinot Noir 2013 + ¼ Copa Zorzal Gran Terroir Pinot Noir 2013 + ¼ Copa Domaine Bousquet Reserve Pinot Noir 2012. Otra de las ventajas de tener el Newine Dispenser es poder ofrecer reconocidos vinos argentinos y del mundo por copa. Y así, por un precio muy razonable, degustar vinos que quizás parecían alcanzables como Noemía Malbec 2013, Val de Flores 2011, Verum Patagonia Reserva Merlot 2009, Henry Bourgeois Pouilly Fumé 2011. Y en un lugar donde se piensa tanto para lograr el disfrute pleno de las bebidas, la gastronomía también es protagonista. Con una carta ideada por Javier Hourquebie, que ofrece todo a las brasas. Su propuesta es una cocina a las brasas de quebracho, variada y dinámica, que durante este mes renueva sus platos. Siempre en sintonía con esta nueva tendencia que busca reemplazar la salida a cenar por un encuentro más casual en el que las bebidas tengan un lugar privilegiado, siempre bien acompañadas con pequeñas delicias ara disfrutar de manear más prácticas. Algo así como una picada con mucha onda y muy variada. La idea es que al final de la noche, la experiencia gastronómica haya sido más entretenida que alrededor de una mesa, que suele ser más solemne en todos sus aspectos. Entre las novedades del menú, se destacan los Especiales: Chuletas de cerdo apanadas, repollitos de Bruselas, espinaca, almendras, tomates cherry, pecorino y Huevo soft apanado, mortadela grillada con pistachos, queso pecorino y pan de campo. A la propuesta de Platos, que incluye carnes de cerdo, ternera, pesca y pollo cocidos a las brasas con acompañamientos para elegir, se suman el Risotto de langostinos, hinojos asados, tomates cherryy los Malfatti de ricota y limón, radiccio, panceta, huevo soft de elaboración casera. Además, el menú continúa luciendo sus Platitos, que consisten en ser pequeñas raciones para degustar diversos sabores como Paté foie de pollo en brioche tostado y pickle de uva; Chorizo AMICS, con ají panca y chucrut o Pulpo español a la parrilla con papitas provenzal, espinaca y ají amarillo, entre otras diversas y exquisitas sugerencias. Para el final, surgen dulces delicias como una cremosa Panacota de arroz con leche, ensaladita de cítricos y un clásico, el Budín de pan, bananas caramelizadas, helado de dulce de leche. Shout es un parque de diversiones para el paladar, un lugar entretenido para aquellos que disfrutan de comer bien y tomar mejor. Música en vivo, y un ambiente tan actual como cálido, en el que los turistas o lugareños solitarios se sienten bien acompañados por los bartenders y camareros, siempre rodeados de parejas y grupos de amigos. Todos con algo en común; la pasión por disfrutar el momento. Shout llegó para quedarse, se nota en la puesta en escena, pero mucho más en los detalles. La calidad de los platos, el cuidado por el vino y la dedicación puesta en cada trago, en los que más allá de la creatividad de las combinaciones y los nombres, el preparado de ingredientes propios (como diferentes almíbares), refleja la intención de sus propietarios.