Con motivo de la celebración del Día Internacional del Pinot Noir, la bodega organizó una cata por zoom acompañada de un menú especialmente diseñado y creado para la ocasión por el reconocido chef patagónico Pablo Buzo junto a Ezequiel González, cocinero de Saurus, restaurante de bodega. El menú de tapas estaba conformado por un paté, con chutney y tostadas, una humita con panceta crocante, pastrón casero con relish de pepino, y cordero patagónico con crocantes y un puré de arveja y menta, y pan casero.

Un verdadero lujo para poder viajar con las copas y los platos al terruño de San Patricio del Chañar, donde el enólogo Leonardo Puppato elabora muchos vinos con el Pinot Noir como protagonista, siendo ya un referente, no solo de la región sino del cepaje para el vino argentino.

Pero esta vez la cata fue guiada por su mano derecha, el joven enólogo Mariano Diletti Brovedani, quién trabaja en Familia Schroeder hace siete años.

Algunos datos estadísticos que sirven para entender el contexto del Pinot Noir en Argentina, de acuerdo al Observatorio Vitivinícola.

En 2018 el total de hectáreas plantadas en el país era de 218.000, y el Pinot Noir representaba solo el 1%. De la superficie patagónica, Neuquén ostenta 238ha, Río Negro 128, y el resto se las reparten Chubut y La Pampa. Esto quiere decir que el Pinot Noir en la región representa el 13% de la superficie. Puntualmente en Familia Schroeder, el Pinot Noir ocupa el 19% de la superficie, un 50% de selección masal, y el resto con los clones 667 y 777 principalmente, y algo menos del 115 y R4.

Del terruño

San Patricio del Chañar está a 53km de la ciudad de Neuquén, a unos 39 grados de latitud sur, es decir que está a la altura de Nueva Zelandia y Sudáfrica, y de Francia y España en el hemisferio norte.

Actualmente, de las 117 hectáreas que tienen plantadas con vides, producen un millón y medio de litros, que equivalen dos millones de botellas aproximadamente. Se destacan en blancos Chardonnay, Sauvignon Blanc y Torrontés (con el que se hace el famoso espumoso Deseado), y en tintos Malbec, Merlot, Cabernet Sauvignon, y obviamente Pinot Noir

Según el joven winemaker, los vientos son frecuentes, muy pocas lluvias, y hasta 45 minutos más de sol al día que en Mendoza durante el verano. Esto hace que las uvas sean pequeñas y desarrollen hollejos más gruesos, con buena acidez natural y bajos rendimientos naturales.

“El viento es un factor muy destacado en Patagonia, por la sanidad y los hollejos más gruesos. Por eso, en el Pinot Noir que tiende a ser fino y de color delicado, acá hay más intensidad de sabores, aromas, y color”, cuenta Mariano.

Lo más curioso que pasó a lo largo de los casi 20 años que ya tiene la bodega, fue que, entre sus suelos pobres y pedregosos, se hallaron restos fósiles de dinosaurios de 75 millones de años, que bautizaron “panamerican saurus schroederi” en 2001, y eso dio el nombre a la bodega. Actualmente, en la Cava del Dinosaurio se pueden ver las réplicas.

Sobre el Pinot Noir

Según cuenta Mariano Diletti Brovedani, es una variedad muy importante para la familia, y con el tiempo se han transformado en especialistas, ya que es la bodega argentina que más estilos de Pinot Noir elabora.

Se dice que es el emblema de Patagonia porque encontró una zona privilegiada, con importante amplitud térmica, sobre todo las ultimas semanas de maduración, comparado con Mendoza; principal zona de producción.

Y si bien su altura no supera los 300msnm, porque se encuentra lejos de la cordillera (300km), esto se contrarresta con la latitud, y con la cercanía al mar (400km).

El clima es continental, permitiendo una maduración completa y escalonada, y esto ofrece diferentes tipos y momentos de cosecha.

Si hablamos de tipos o estilos de Pinot Noir que elabora Familia Schroeder hay que empezar por el vino base de espumosos que se vinifica en blanco. En rosado también para base, y uno 100% rosé para un vino tranquilo rosado cosechado más tarde de la línea Saurus Estate, lanzado en 2016 con Paul Hobbs como asesor.

Luego, en la línea joven hay un tinto (Saurus Select), uno fermentado en barricas (Barrel Fermented), y los Familia Schroeder, varietal y en blend con Malbec.

Por último, un cosecha tardía de Pinot Noir. Es decir que la propuesta es tan variada que hay lugar para curiosidades, pero también para vinos serios, ya sean de consumo joven o de guarda.

En la continua búsqueda del desarrollo del Pinot Noir decidieron hace varios años armar una bodega dentro de la gran bodega. Instalaron ocho tanques abiertos con la capacidad de poner y sacar la tapa, y una altura y diámetro específicos, ideal para fermentar Pinot Noir, pero que también va muy bien para Cabernet Franc y Malbec.

En estos tanques se hacen todos los estilos, desde una maceración carbónica con tanque cerrado, y vinificación de diferentes cuarteles y clones, y algo con racimos enteros.

Vienen trabajando con distintos clones en pos de encontrar el propio estilo, y el que mejor se adapte a la zona.

Hay cuatro clones principalmente. El 115 de Francia que se usa para el Saurus Select.

 El 667, también francés, y se destina para la línea joven por ser más productivo. El

777, también de Francia y de los más reconocidos. Con este se elabora el Barrel Fermented porque madura muy bien el escobajo y eso facilita la maceración carbónica con racimos enteros. Y el R4 que viene de Italia (vivero Rausedo), de cual hay un pequeño cuartel destinado a elaborar los vinos de la línea Familia. Acá también se usa algo de racimo entero. “Es muy bueno el vino obtenido para su añejamiento, con rendimientos acotados naturalmente, y concentrados, por eso los destinamos a la alta gama”, afirma el joven hacedor.

El Pinot Noir 2020 está destinado 60% al mercado interno y un 40% a la exportación, siendo para la bodega el segundo varietal en importancia detrás del Malbec.

Entre las novedades cabe destacar el cambio de nombre y de etiqueta de la línea joven, ahora denominada Estate. El Select también va a cambiar en breve. En la línea Barrel Fermented se presentó en 2019 el Cabernet Franc, un cepaje que está dando muy buenos resultados en la zona.

Los Pinot Noir de Familia Schroeder

“Recién llegado. Se prensa con racimo entero sin despalillar, bien protegido con gas inerte y en la prensa neumática, eso permite ese aspecto tenue a piel de cebolla.

Es un vino seco, apenas casi 2gr az/l. Es floral y mineral”, afirma Mariano.

Elaborado con uvas provenientes del cuartel 21 y clon 777, con seis meses en barricas.

Muchos fermentan uvas en barrica, pero ellos lo hacen en tanques de acero con racimo entero para lograr una maceración carbónica. Pero antes pasan 4/5 días en el tanque y previo a la fermentación para poder hacer toda la extracción, con hielo seco o nieve carbónica. Así logran un vino es más intenso en nariz que se va degustando y analizando. Cuando arranca la fermentación alcohólica se separa el sólido del liquido (descube), y luego en barricas continúa fermentando con nutrientes y levaduras en sala climatizada. Después viene la maloláctica y la conservación por seis meses. Se trasiega, y se junta todo en un tanque donde se vuelve limpio naturalmente. La producción total anual es entre 16000 y 21000 botellas. “El 2018 fue un año muy bueno, con pH buenos, mientras en 2019 tuvimos mejores rendimientos, y en 2020 si bien bajó la cantidad logramos una buena madurez”, dice el enólogo.

Empleando un 10/20% de racimo entero elaboran este original blend de Pinot Noir (60%) y Malbec (40%). El 100% de este vino permaneció 18 meses en barricas nuevas de roble francés, y se hicieron 15.000 botellas.

Por último, una curiosidad y el único en su especia en el país. Un tinto dulce elaborado a partir de uvas sobre maduradas que alcanza 15% de alcohol y 70 gr/az.

Sobre El Autor

Hace 22 años degusté un vino por primera vez y supe que querría hacer de mi vida profesional. Compartir mi pasión; por eso me dediqué a comunicar el vino. Más de 30.000 vinos degustados y 20.000 publicados, más de 100 revistas editadas y miles de notas. Siete años en TV, cuatro en radio y seis en la web. Más de 20 exposiciones de vino organizadas y más de 30 concursos internacionales como jurado, además de muchos viajes a zonas vitivinícolas del mundo. Todo esto, simplemente me ayuda a conocer más, para poder compartirlo mejor.