Finca La Anita, bodega fundada en 1992 y pionera en elaboración de vinos de alta gama, presenta dos nuevos vinos en el marco de su renovada imagen. Se trata de VARÚA Blend 2017, tinto icónico de la casa, y Finca La Anita Pinot Noir 2018 de partida limitada, el primero que elaboran en la bodega.
La casa que hoy conduce el winemaker suizo Richard Bonvin, CEO y Director de Enología de Finca La Anita, está inmersa en un proceso de aggiornamiento del que los dos nuevos vinos son perfectos ejemplos. Cuenta Bonvin: “Con el equipo técnico de enología hicimos un trabajo muy grande sobre el viñedo hasta la botella, cuidando cada detalle para encontrar una personalidad distinta en los varietales que hacemos en Finca La Anita”.
Ubicada en Agrelo, Luján de Cuyo, la bodega cuenta con un cuidado viñedo de 72 hectáreas con las que trabajan un concepto de Estate Wine y sólo elaboran uvas propias.
El Pinot Noir es una edición limitada de 450 botellas. Tinto potente,
complejo, tiene una crianza de 16 meses por barrica francesa y americana. Conocida por sus Syrah, Merlot y Cabernet Sauvignon, el primer Pinot de la bodega es un hallazgo. “Nunca quisimos hacer un Pinot Noir con Finca La Anita, pero cuando lo probamos después de la fermentación alcohólica nos quedamos sorprendidos de la calidad, por lo que decidimos mandarlo a barrica y embotellarlo,” explica Richard Bonvin.
De la mano de la nueva imagen, que la bodega estrenó a fines de 2018, ahora llega una nueva cara también para VARÚA con un flamante corte. Son 1200 botellas que rescatan las variedades insignia de Finca La Anita. VARÚA busca ser un vino muy expresivo, un tinto de guarda distinto a los vinos súper premium que dominan el mercado, tratando de encontrar un equilibrio entre madera, fruta y cuerpo, pero con alta intensidad de sabor. Para ello, el equipo técnico de la bodega dedicó mucho tiempo a probar cada barrica; con las mejores hicieron un corte de Merlot, Syrah y Cabernet Sauvignon.

Nuevos viejos rumbos
A diferencia de lo que está ocurriendo en el mercado, Finca La Anita apuesta por al mercado interno. Ese ha sido el camino de la casa desde 1992, cuando lanzaron sus primeros vinos que construyeron la leyenda. “A veces hacemos las cosas al revés: hoy cambiamos nuestra estrategia comercial, haciendo un trabajo de terreno con un nuevo equipo desde nuestra oficina en Buenos Aires, dirigido por Jorge Del Valle”, explica Richard Bonvin. La tarea de Del Valle es acompañar a los clientes y realizar acciones con ellos para posicionar a Finca La Anita otra vez en el top de los consumidores locales. “Tengo confianza en nuestra estrategia y en el potencial enorme de Finca La Anita y la calidad de sus vinos. Tenemos un gran equipo: nada nos frena y vamos seguir creciendo en el mercado local como afuera,” cierra el CEO.

Sobre los vinos

VARÚA 2017
Al igual que todos los vinos de Finca La Anita, VARÚA se vinifica con uvas propias de la finca en Agrelo, Luján de Cuyo. El corte de Merlot, Syrah y Cabernet Sauvignon proviene de cuarteles específicamente seleccionados antes y durante el periodo de madurez a los que se le realizan trabajos específicos para potenciar la calidad.
Es un vino de color rojo profundo y oscuro. Se recomienda abrir la botella con tiempo y esperarlo en la copa y así descubrir capa por capa las especias de la crianza como nuez moscada, frutos ácidos como las cerezas y frutos negros maduros. La madera persiste y toma formas distintas de chocolate blanco y suaves ahumados en su largo final.
Crianza: 15 meses en barricas de roble de Allier, Francia.
Potencial de guarda: 6 años
1200 botellas
Precio sugerido al público: $3250

Finca La Anita Pinot Noir 2018
Proviene del cuartel N°2 de Finca La Anita, en Luján de Cuyo, al que se le realizan trabajos específicos para potenciar la calidad, una combinación poco frecuente entre punto de madurez y rendimiento de cada planta.
Es vino atípico, tiene matices violáceos que lo separa de la norma. Se juegan el protagonismo las especias como el comino, la nuez moscada y el curry, y los aromas a mermeladas de moras, membrillos y ciruelas. En la boca predominan notas como higo y aromas tostados proveniente de su estadía en barricas de roble francés y americano. Vino excepcional que sorprende con su robustez y refinado dejo en boca. Crianza: 16 meses en barricas de roble de Allier, Francia y Americano.
Potencial de guarda: 6 años
Edición limitada de 450 botellas
Precio sugerido al público: $820

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