En invierno y en verano, durante diciembre o cualquier mes, en Growlers se bebe sidra artesanal. Todo el año, una de las 20 canillas que gobiernan la barra de este local de Palermo y donde rotan semana a semana diversas cervezas artesanales se reserva a esta bebida tirada.Elaborada a base de manzanas y peras de Río Negro y Neuquén, la propuesta es Dulce Kilca, una sidra de apariencia clara a brillante con tonalidades doradas que tienden al rojo cobrizo suave. Con gasificación leve, que permite apreciar mejor los sabores de las manzanas, se la percibe dulce y refrescante a la vez, con bajo contenido alcohólico, 4,5%.Si bien no es tan consumida como los estilos de cerveza más populares, sí supera a los de nicho.  Es un producto que gusta a los clientes de Growlers y puede ser maridado con varias propuestas de la carta de comidas. “Se lleva muy bien con las frituras porque el dulce y el frío de la sidra corta la sensación de fritura”, explica su chef Manuel Miragaya, “sobre todo con los Chicken Tenders por su marinado, con soja y curry, y por su apanado que incluye coco, el cual va muy bien con la manzana de la sidra. También combina, en este caso por contraste, con nuestro plato a base de queso, provoleta a la parrilla que servimos con garrapiñada de maní tostado, sal de naranjas, rúcula y cebollas asadas”.

Otras sugerencias para acompañarla son Alitas de pollo broaster cajún, con hueso, que se sirven con dip de barbacoa y limón o las Papas tuneadas con pulled pork, maní tostado y verdeo, entre otros.

 

 

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