El Hotel Mío Buenos Aires, ubicado en Recoleta, se convierte en el mágico lugar que da la bienvenida a Rufino, un nuevo restaurante que promete deleitar a los comensales amantes de los platos argentinos con un original toque de vanguardia, siendo además su nombre un homenaje a la historia familiar de dos de los fundadores del restaurante, quienes buscan en el concepto ser una evocación de esa Argentina pujante y emprendedora de tiempos remotos, pero reflejada en platos que añoren la historia de la época. Su cocina esta comandada por el chef Daniel Rolinelli, quien se encarga de sumergir cada plato en una sólida e innovadora propuesta, convirtiéndose en una opción perfecta entre exquisitez y creatividad.

Rufino se destaca por su maravilloso diseño, se encuentra en la planta baja del reconocido Hotel Mío de Buenos Aires e impresiona con un espacio secreto, oculto e íntimo que, al descender por las escaleras sorprende con un ambiente único e inigualable, el temple del campo argentino se hace presente en el local, cada detalle esta minuciosamente escogido y colocado para sorprender a los asistentes y así deleitarlos con un excelente clima clásico de las regiones argentinas con un sutil enfoque moderno. Su concepto se hace presente en cada rincón del lugar, un sillón tapizado en cuero, varios de detalles de pieles de cordero y una hermosa bodega hacen de la recepción un momento deslumbrante. La madera, el cuero, las pieles y el hierro son los materiales que se imponen y cada uno de ellos tiene el protagonismo exacto que crea un diseño que denota inspiración rústica, pero que fascina con la mezcla de calidez y elegancia.

La puesta en escena también cuenta con mesas amplias de madera y sillas de cuero de diversos diseños, que crean una mixtura diferente pero cabalmente coherente. Además, dos mesas altas y tres boxes con cómodos sofás de cueros se vislumbran como una opción ideal para quienes deseen compartir con amigos, familia o necesiten un lugar cómodo para una agradable reunión de negocios. Una íntima terraza también se hace presente en este secreto lugar, se distingue por una cascada que relaja y delita a quienes disfrutan de una plácida velada. No se puede dejar de lado la iluminación, pues la luz tenue y cálida reflejada a través de lámparas de hierro fabricadas a mano decoran las mesas de este imponente lugar, creando el ambiente perfecto que, entre diseño y aroma, transporta a los asistentes a memorias del campo argentino.

La propuesta gastronómica de Rufino se basa en la tendencia incipiente de recuperar las mociones de carnes argentinas, presentando platos innovadores y variados, pero siempre manteniendo la esencia de sus sabores originales. La carta, especialmente diseñada por Leo Lanussol & Augusto Mayer, la dupla de chefs creadora de Proper, uno de los restaurantes más aclamados de los últimos años en Buenos Aires, quienes crearon platos inspirados en la tradición culinaria del campo, mar, ciudades y barrios argentinos, presentándose con una variedad de preparaciones realizadas con vegetales de estación, pescados y cortes de carne de pastura; mostrando así que a pesar de manejar el concepto de innovación, lo clásico se mantiene y es bien recibido por los amantes de esta tradicional gastronomía.

Para comenzar, las Mollejas de corazón a la parrilla tiernas y crujientes con limón quemado y salsa criolla asada y la Empanada de Humita con salsa de tomates picante, son unas tradicionales pero muy exquisitas opciones para degustar y así abrir paso a los platos insigna del restaurante, tal y como el Ojo de Bife con Hueso en tres tamaños (500gr, 600gr y 850gr) junto con opciones de Fritatta & Ajíes ó la Punta de asado curado y braseado a baja temperatura servido con cebollas pickles y chimi de zanahorias. Asimismo, en el menú se pueden encontrar diversas opciones de acompañamientos, entre los cuales se encuentran: las batatas glaseadas, hongos a la chapa, el puré y los zapallos asados, ideales para cualquier opción a elección. La invención de Rufino se hace vigente en sus diferentes platos, donde presentan opciones como la Milanesa de Carré de cerdo con Hueso, el Cordero Patagónico hecho al vacío a cocción lenta ó Langostinos a la parrilla con aceite ahumado al carbón.

Por su parte, los postres son una alternativa que no puede ser ignorada, ya que el autentico sabor del dulce de leche argentino preparado en un panqueque quemado y acompañado por un helado artesano promete deleitar paladares; así como el suave mousse de chocolate, crema batida y pistachios, ideal para quienes se maravillan con el dulce sabor del cacao.

Para acompañar estas delicadas y creativas preparaciones cuentan con una carta de vinos que cuenta con etiquetas de los vinos que mejor representan cada región vitivinícola del país.

+ info en www.rufinoargentina.com

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