Pasado, presente y futuro de un gran Malbec Info de Prensa 20/08/2018 Bodegas, Novedades 1780 Producto de una ocasión inédita para Kaiken, su enólogo principal, Rogelio Rabino, se dio cita en Buenos Aires para encontrarse con un grupo de periodistas especializados, a quienes invitó a viajar en el tiempo a través de algunas copas de Malbec. Más precisamente, a bordo de diferentes añadas de su etiqueta emblemática, Kaiken Ultra Malbec. Inaugurada en el año 2001 por el reconocido winemaker chileno Aurelio Montes, fundador de la prestigiosa bodega chilena Viña Montes, y comandada durante los primeros años por su hijo Aurelio Montes Jr., Kaiken supo construir un gran prestigio en la elaboración de vinos de este lado de la cordillera, todos dotados de un estilo fresco, moderno y muy bebible. Con viñedos propios esparcidos entre el Valle de Uco, Agrelo y la localidad mendocina de Vistalba, donde se asienta su elaboración, ha logrado en pocos años ganarse un lugar privilegiado tanto entre los conocedores como entre los consumidores entusiastas de todo el país. Y en ese camino el Malbec se destacó como protagonista central y principal impulsor del crecimiento logrado por la bodega en los últimos 15 años, donde el boom que se vivió por este varietal a nivel internacional les permitió una presencia en más de 60 mercados alrededor del mundo. Producto de este furor global por el Malbec, la vitivinicultura argentina vivió una auténtica revolución por la calidad que la transformó por completo, mutando en pocos años el perfil de vinos exigido por los consumidores, tanto los de aquí como los de allá. Y entre ellos, el cambio más notorio que emergió es el de beber vinos más frescos, jugosos y con menor presencia de madera en su expresión. Una cata vertical como la que propuso Rabino permitió entonces darle una mirada restrospectiva al estilo de la casa y, a través de ella, al de toda la vitivinicultura local, que encuentra patrones de transformación compartidos por todos, interesantes de descubrir. Ultra evolución Con un salpicado de añadas que cubrieron 13 años de historia del Malbec más importante de la bodega, comenzando en el 2004, año de su primera elaboración, y terminando en el 2017, ejemplar que aún se encuentra reposando en barricas de roble, el enólogo propuso una lúdica e instructiva aventura a los especialistas. Un recorrido que permitió observar el impacto del clima de cada cosecha así como la evolución de las decisiones de elaboración tomadas por cada uno de los winemakers a cargo de cada etiqueta (la primera cosecha en la que intervino completamente Rogelio Rabino fue en la 2015). En todos se mantiene una característica en común: luego de su fermentación, el vino reposa durante 12 meses en barricas de roble francés. Lo que ha cambiado a lo largo del tiempo es el uso y las proporciones de contacto con las mismas, comenzando en el 2004 con el 100% del vino criado en barricas de primer uso, hasta reducirse a un tercio del mismo en contacto con madera nueva, junto con los dos tercios restantes reposando en barricas de segundo y tercer uso. El terroir Los viñedos que proveen las uvas destinadas a la elaboración de este vino se encuentran ubicados en el Valle de Uco, el cual gracias a la gran variabilidad de alturas y suelos que presenta, permite obtener distintas y variadas características en las uvas, las que luego se traducen en vinos distintivos, de gran personalidad. La mayoría de las vides fueron plantadas antes de 1970 y sus uvas se cosechan de tres viñedos diferentes, partiendo por el de Vistaflores que se ubica a 1.400 metros de altura por sobre el nivel del mar, seguido de Gualtallary a 1.300 metros y finalmente Altamira elevado a 1.100 metros de altitud. No obstante al estar situados a diversas alturas y en distintas áreas, todos los viñedos poseen un suelo aluvional de similares características cuyas capas superficiales presentan algo de arena y limo, que dan paso inmediatamente a una gran concentración y densidad de piedras otorgando un excelente drenaje a los suelos y creando las condiciones ideales para el cultivo de uvas de gran concentración. Kaiken Ultra Malbec, del 2004 al 2017 * 2004 Compuesto por un 92% de Malbec y un 8 % Cabernet Sauvignon, presenta un atractivo e intenso color violeta oscuro, entregando un intenso aroma a frutos negros como el arándano junto con toques especiados. En boca se muestra elegante y bien maduro, con taninos persistentes y redondos, con todos los atributos que le otorga el paso del tiempo. Su balance es perfecto, manteniendo una impresión duradera y deliciosa en el paladar, con un final que no se acaba nunca. Es un vino perfecto para acompañar con carnes de caza, platos con salsas especiadas, quesos fuertes y postres de chocolate amargo. El clima de la añada se caracterizó por ser cálido y seco, con gran frecuencia del viento zonda. * 2006: Es un 100 % Malbec de color púrpura, casi azul, que irradia notas a moras y cassis, violetas y un elegante aroma a moka. En la boca es intenso y poderoso, pero muestra taninos gentiles y dulces, propios de la variedad y del estilo Kaiken. Posee un equilibrio único entre alcohol y acidez, logrado gracias a la elevada amplitud térmica de las zonas más altas de Mendoza y del Valle de Uco (1000 msnm). A pesar de que el vino está en condiciones de ser consumido ahora, tiene un potencial de guarda de al menos 10 años. Se recomienda decantar 30 a 45 minutos antes de consumir. Servir a temperatura ambiente entre 18 y 20ºC. Dada su estructura tánica este vino es recomendado para acompañar carnes blancas y rojas, con diversas salsas, quesos suaves y cremosos, y postres dulces. Un 80% del vino reposó en barricas francesas de 1ro, 2do y 3 uso. El clima del año se desenvolvió dentro de los parámetros normales, mayormente seco y con buena amplitud térmica. En septiembre los viñedos recibieron caía de nieve. * 2008: Con un 97 % de Malbec y un 3 % de Cabernet Sauvignon, la añada 2008 de este Kaiken Ultra se percibe rojo violáceo en vista, dando paso a una nariz con notas minerales, florales y con toques especiados, los que combinados aumentan su complejidad, puesta en valor gracias al aporte de la madera. En la boca su gran estructura y potencia se hacen sentir, dando lugar a taninos bien presentes pero aún suaves y delicados. Tiene un gran equilibrio y un final muy largo, donde aparecen notas a frutos rojos y flores. A pesar de que el vino está en condiciones de ser consumido ahora, tiene un potencial de guarda de al menos 10 años. Se recomienda decantar 30 a 45 minutos antes de consumir. Servir a temperatura ambiente entre 18 y 20ºC. Dada su estructura tánica este vino es recomendado para acompañar carnes blancas y rojas, con diversas salsas, quesos suaves y cremosos, y postres dulces. Al igual que la cosecha anterior, el 80% del mismo se crió en barricas francesas de primero, segundo y tercer usos durante 12 meses. La añada presentó poca amplitud térmica, así como algunos problemas de enfermedades criptogámicas producto de un tramo final lluvioso, entre enero y febrero. * 2010: Con un mix de 98 % Malbec y 2 % Cabernet Sauvignon, en vista se presenta de color rojo profundo, con tintes violáceos. La nariz es intensa y fresca, recordando frutos negros y violetas, junto con aromas a vainilla y chocolate amargo aportados por la barrica, los que se muestran en perfecto equilibrio con los aromas varietales. En boca ofrece muy buena acidez, taninos redondos y elegantes. Brindando especial atención al manejo de los viñedos, se logró que este vino sobresalga por su intensidad aromática, gran fineza y complejidad. A pesar de que el vino está en condiciones de ser consumido ahora, tiene un potencial de guarda de al menos 10 años. Se recomienda decantar 30 a 45 minutos antes de consumir. Servir a temperatura ambiente entre 18 y 20ºC. Dada su estructura tánica este vino es recomendado para acompañar carnes blancas y rojas, con diversas salsas, quesos suaves y cremosos, y postres dulces. Al igual que la cosecha anterior, el 80% del mismo se crió en barricas francesas de primero, segundo y tercer uso durante 12 meses. La temporada se mostró muy dispar, con un mes de septiembre que presentó heladas y mucha lluvia, seguido de un mes de octubre sumamente cálido. El resultado se manifestó en un atraso de las etapas de brotación y floración. * 2012: Es un 100% Malbec que se destaca por su color rojo intenso, con tonos rubí en su borde. En nariz es un vino de intensas notas frutales como arándanos, ciruela madura acompañados de notas a romero y pimienta negra. En boca se muestra redondo, de taninos suaves y elegantes complementados con una acidez muy equilibrada, final agradable y persistente donde destacan sabores a frutos negros, vainilla y tabaco. El vino está en condiciones de ser consumido ahora, teniendo un potencial de guarda de al menos 10 años. Se recomienda decantar 30 minutos antes de consumir. Servir a temperatura ambiente entre 18-20ºC (64-68ºF). Dada su estructura tánica este vino es recomendado para acompañar carnes blancas y rojas, con diversas salsas, quesos suaves y cremosos, y postres dulces. El 100% de la mezcla pasó por barricas francesas de primero, segundo y tercer uso durante 12 meses. El clima del año tuvo una primavera y un verano cálidos, seguidos de un otoño frío. A su vez se reportaron dos eventos de viento zonda muy fuertes en el mes de noviembre. La cosecha de uva blanca tuvo que ser adelantada, y la de uvas tintas, atrasada. * 2015: 100 % Malbec de un intenso y brillante color rojo con tonos violáceos y gran profundidad. Despliega una alta intensidad aromática revelando en nariz interesantes notas especiadas y florales muy características de un año fresco, las que se entremezclan con aromas a frutos negros que evocan caracteres a arándanos y moras muy típicos de la variedad. Este es un vino de gran estructura con taninos suaves que invitan a una segunda copa y un final largo, fresco y complejo en donde reaparecen las notas frutales dando paso a dejos especiados que evocan romero, tomillo y flores secas. Se recomienda decantar por 30 minutos antes del servicio para que el vino se oxigene y alcance su máxima expresión desplegando toda su deliciosa carga de sabores y aromas. Servir a 15º-17ºC (59º-63ºF) acompañado de guisos o carnes rojas no muy complejas o simplemente disfrútelo con quesos de sabores maduros. Guardar en un lugar fresco y seco a una temperatura que no exceda los 15ºC y resguardado de fuentes de luz. Una vez concluido el proceso de fermentación se trasiega el 100% del vino a barricas francesas siendo 1/3 de la mezcla envejecida en barricas nuevas y los 2/3 restantes en barricas de segundo y tercer uso, lo cual contribuye a resaltar y potenciar sus características frutales. Ese año la primavera se desenvolvió de forma normal, seguido de dos segmentos de altas precipitaciones entre diciembre y febrero con elevada humedad relativa, lo que provocó serios e inusuales focos de peronóspora. La madurez fue lenta y muy buena, salvo en la zona de Lujan de Cuyo donde estuvo más comprometida. * 2016: 100 % Malbec de un intenso y brillante color rojo con tonos violáceos y gran profundidad. En nariz despliega una alta intensidad aromática revelando atractivas notas especiadas y florales muy características de un año fresco, las que se entremezclan con aromas a frutos negros que evocan caracteres a arándanos y moras muy típicos de la variedad. Este es un vino de gran estructura con taninos suaves que invitan a una segunda copa y un final largo, fresco y complejo en donde reaparecen las notas frutales dando paso a dejos especiados que evocan romero, tomillo y flores secas. Se recomienda decantar por 30 minutos antes del servicio para que así el vino se oxigene y alcance su máxima expresión desplegando toda su deliciosa carga de sabores y aromas. Servir a 15º-17ºC (59º-63ºF) acompañado de guisos o carnes rojas no muy complejas o simplemente disfrútelo con quesos de sabores maduros. Una vez concluido el proceso de fermentación se trasiega el 100% del vino a barricas francesas siendo 1/3 de la mezcla envejecida en barricas nuevas y los 2/3 restantes en barricas de segundo y tercer uso, lo cual contribuye a resaltar y potenciar los caracteres frutales en nuestros vinos. El clima del año se caracterizó por ser muy inusual, con una primavera muy fría que presentó una gran cantidad de heladas en septiembre, provocando que la cantidad de bayas por racimo fuera muy inferior a los promedios habituales. Las intensas lluvias de diciembre y marzo generaron problemas serios de Peronóspora, afectando los rindes. El verano siguió con temperaturas inferiores al histórico, lo que provocó retrasos en la madurez de 20 a 25 días. La maduración polifenólica fue más rápida que la azucarina dando como resultado niveles de alcohol más bajos que los históricos. * 2017: De primavera muy fría, alternando entre episodios de heladas y viento zonda, que provocaron grandes daños en brotes y flores. Luego de esto el verano se presentó seco y muy caluroso, con temperaturas entre 1 y 3° superiores al promedio. Hubo un adelantamiento de entre 10 a 20 días en la cosecha, sin embargo los vinos del año se muestran sumamente equilibrados. Al momento no está definido el corte final, está reposando en tanques, esperando el momento para salir al mercado.