La Casa del Gran Vino Fabricio Portelli 22/03/2017 Notas, Vinos Notas 2297 Los que saben, saben que el vino es un emprendimiento de largo plazo, y que la paciencia es tan importante como el terroir. Porque la naturaleza habla, pero para embotellarla hay que tomarse el tiempo para entenderla e interpretarla. Eso es lo que hicieron en Casa de Uco, el Wine Resort más exclusivo de Sudamérica (ver https://www.fabricioportelli.com/2015/03/13/viaje-de-ida-al-planeta-vino/), y ahora también bodega. Pero esta no es una nota sobre enoturismo, sino sobre la presentación en sociedad de las, por ahora, dos etiquetas de vinos de Casa de Uco que se comercializan en el país. En Casa de Uco el contexto natural es imponente, un predio de 320 hectáreas en Los Chacayes, al pié de Los Andes en el límite del valle, con una viña plantada de 70 hectáreas, dividida en 30 cuarteles clasificados (a, b y c), con 8 variedades. El manejo de todo el viñedo es orgánico (aunque hoy solo cuentan con 20 hectáreas certificadas, donde nació el Malbec Orgánico 2016 para exportación), porque la intención fundamental de Juan Tonconogy (propietario y responsable de la bodega) y su familia es que sus vinos representen el lugar, que es único en el mundo. Con esa filosofía clara convocaron a Alberto Antonini (italiano) y Pedro Parra (chileno), una de las duplas asesoras que más está haciendo por la revolución de los vinos argentinos. En la flamante y moderna, pero austera, bodega trabajan día a día los jóvenes Gaspar Rastrilla (enólogo) y Sebastián Bisole (Ing. Agrónomo) quién llegó en 2014 a Casa de Uco. Está claro que para elaborar menos de 100.000 botellas de vino al año les sobra uva que venden a las mejores bodegas para sus vinos top. Pero en 2014 hubo un cambio en busca del estilo propio. Se seleccionaron los mejores cuadros, no por su aspecto cualitativo sino por el estilo de los vinos deseado y su sustentabilidad. Para ello se le encargó a Pedro Parra un mapeo de suelos, que determinó la gran heterogeneidad de la viña. Y se tomó la decisión para el Casa de Uco de elegir únicamente parcelas sobre rocas, y bajar los rendimientos a 8.000 kg/ha. Los vinos de la Casa En 2012 nació el Casa de Uco Súper Premium, un vino que sólo se comercializaba en el hotel y vivificado más pensado en el consumidor que en la viña. Importante y cargado, con buena fruta y madera que cumplía. En 2013 se hicieron tres nuevos vinos, y con la 2014 encontraron el estilo que hoy los identifica. En 2015 la producción fue similar, y con la 2016 hubo un pequeño crecimiento, ya que surgió la posibilidad de hacer un ícono que hoy descansa en un foudre. El Salvaje es un Malbec que proviene de suelos arcillosos, con plantas más vigorosas y de mayor producción (10.000 kg/ha), del cuál se hicieron 27.000 botellas. “Salvaje es la expresión más natural del viñedo” afirman a dúo Juan y Sebastián, algo que también resalta su original etiqueta. Por su parte, el Casa de Uco (13.000 botellas) también es un Malbec fermentado con levaduras indígenas, austero y elegante. Se selecciona la uva de tres lotes del viñedo de los cuarteles con más presencia de calcáreo. Todo fermenta en piletas y huevos de cemento que se clasifican, y luego se hace un blend. Gracias a estas microvinificaciones se dieron cuenta que el cuartel 51 siempre daba algo especial. Ese es el Malbec que descansa en un foudre y que se convertirá en un Single Vineyard ícono de la casa. Ahora que tienen la bodega se animaron también a elaborar dos blancos, un Cabernet Franc y un Petit Verdot, pero no se sabe aún cuál será su destino. “Mi intención es hacer vinos naturales, que reflejen el terroir y puedan mostrar el lugar tal cuál es”, resume Juan Tonconogy, dejando en claro que la propuesta de Casa de Uco no termina en el Malbec, sino que allí comienza. Esta pequeña nueva bodega se ha puesto la vara muy alta. Porque el lugar, con su entorno y las comodidades que brinda, es impactante. Una propuesta moderna, delicada y con buen gusto que respeta la naturaleza y el paisaje. Lo mismo empieza a suceder con sus vinos, porque se sienten naturales y modernos. Para los que hayan tenido (o tengan) el privilegio de visitar Casa de Uco, los vinos resultarán inolvidables. Y los que todavía no fueron, se encontrarán con dos vinos actuales, bien Malbec de altura y con un mensaje propio, tanto por fuera como por dentro. Por suerte no se trata de un reality para la TV, sino de una historia real. Que si bien recién empieza, ya ofrece vinos hechos en casa y con identidad propia, para disfrutar en serio. El Salvaje Malbec 2014 Casa de Uco, Los Chacayes, Mendoza $ – $$ – $$$ – $$$$ (Mar2017 $320) Sus aromas son bien expresivos y elocuentes, a frutas rojas con toque herbal, típico del lugar pero con mucha fluidez. No exagera en agarre, de paladar franco y con un carácter herbal bien marcado. No es muy profundo pero dice muchas cosas. Por su vivacidad parece simple pero no, se nota que está bien logrado y que se trata de un estilo buscado. Se mantiene joven con equilibrio. Beber entre 2017 y 2019. Puntos: 90 Casa de Uco Malbec 2014 Casa de Uco, Los Chacayes, Mendoza $ – $$ – $$$ – $$$$ (Mar2017 $550) De aromas austeros pero con ese toque herbal marcado que refleja el lugar. De buen volumen y una textura mordiente pero equilibrada, con muy buena fluidez. Taninos vivaces y un final de boca en el que conviven el carácter frutal y herbal fresco con las notas de crianza que empiezan a amalgamarse. De trago profundo, con fuerza y una elegancia incipiente. Con gran potencial de guarda. Beber entre 2017 y 2022. Puntos: 92