El 11 de junio 2022 celebramos a los vinos rosados. La fecha es una alusión al hemisferio Norte; sin embargo en estas latitudes, luego de la vendimia y finalizado el proceso de vinificación primario, comienza la liberación de los primeros vinos al mercado, siendo el Rosé uno de ellos.

Hay una gran diversidad de características para valorar a los vinos rosados, sin embrago podemos citar a las siguientes como las relevantes:

·       Color: suave, claro, sutil.

·       Nariz: expresiva en cuanto a descriptores como frutas frescas, flores, hierbas.

·       Boca:  nos recuerda a sensaciones frescas, acidez integrada y con la energía propia de los vinos jóvenes.

La Celia, bodega pionera en la región del Valle de Uco, en Mendoza, una de las zonas más exclusivas de la industria vitivinícola, celebra esta categoría de vinos con un gran exponente en su portfolio, La Celia Rosé.

Este rosé oriundo de Valle de Uco se distingue especialmente por ser un vino fresco, joven y elegante, elaborado con 80% de Pinot Noir y 20% de Pinot Grigio, y un delicado aroma a frutos rojos y florales. En boca, el paladar es vibrante, fresco y con un final persistente; es una opción que logra equilibrar texturas únicas, frescura perceptible y una característica aromática que proporciona una complejidad propia de una región privilegiada que entrega vinos elegantes y de calidad.

Andrea Ferreyra, jefa de enología de La Celia, destaca la enorme incidencia del terruño para lograr un buen vino y en el caso del Rosé no es la excepción. “El Valle de Uco es una zona fabulosa para la producción de este tipo de vinos. Al ser un clima fresco al pie de la cordillera de Los Andes se obtienen vinos rosados frescos y aromáticos reconocidos por sus cualidades inigualables”. 

La tonalidad a alcanzar un vino rosado es un debate en todo el mundo al día de hoy, al tener como referencia los vinos de Provence, que se destacan por sus colores muy claros. En nuestro medio, por geografía y clima, las cepas usadas normalmente desarrollan aromas y colores un poco más intensos.

Por esta razón es posible encontrar distintas tonalidades de rosado en el mercado, que hablan de su región de origen, de las variedades con que se crean y el tiempo de contacto de las pieles. Los hay de color piel cebolla, rosa claro, salmón, rosa franco y rosa frambuesa.

Para el caso de La Celia la tonalidad resultante es fruto de las cepas que le dan origen: Pinot Noir y Pinot Grigio, que tienen naturalmente baja intensidad de color y de la temprana fecha de vendimia.

“La categoría Rosé es esencial; luego de los blancos o en paralelo a ellos. Es importante incorporarlos en el proceso de aprendizaje y valoración de los vinos en general; ya que es aromático, de paladar ágil y sensación sedosa, muy ameno para quienes buscan incursionar en el mundo del vino” asegura Ferreyra.

Maridaje

A la hora de maridar un vino rosado los vegetales y pescados son una gran alternativa, aunque también puede acompañar entradas, ensaladas variadas, aperitivos o sándwiches de todo tipo, carnes blancas, langostinos grillados y mariscos en general, sushi rolls y quesos suaves. 

En este sentido, Andrea Ferreyra destaca que “actualmente los maridajes son tan versátiles que se pueden ajustar a cada gusto individual. Esa idea de universalización del vino es una tendencia que crece, y desde La Celia acompañamos esa noción donde el vino se ajusta a cada estilo, y no al revés. Pero si tenemos que pensar algunas opciones para La Celia Rosé, pueden ser paellas, salmón grillado o alguna entrada a base de palta, ya que es un vino con una moderada acidez que invita a explorar combinaciones con muchas comidas y situaciones”.

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