Las bodegas argentinas cada vez le dan más protagonismo a los vinos de parcelas y a su expresión a través de vinos únicos que hablan de su origen.

En Argentina los winemakers han ido transitando una lógica evolución en los últimos años. El camino ha sido ir de lo “general” hacia lo “particular”,  con vinos que tienen personalidad, que reflejan la filosofía de las bodegas,  el trabajo de sus equipos enológicos y, por sobre todo, hablan de sus regiones de procedencia. Hoy se pueden identificar a los vinos de la Patagonia, del Noroeste y de la región cuyana. Y, a su vez, dentro de Mendoza las regiones se diferencian cada vez más y los vinos reflejan las cualidades de cada lugar.

El terruño como protagonista: ¿qué significa?

Bodegas como La Celia, pionera en el Valle de Uco, desarrollan proyectos en los que los vinos expresan su origen, en donde el protagonista es el terruño y la intervención en la bodega es menor. Desde 2013 el equipo de enología de La Celia, comandado por Andrea Ferreyra jefa de enología desde 2012, trabaja en el desarrollo de una nueva línea de vinos: su Línea Terruño, compuesta por tres vinos que reflejan todo el potencial del Valle de Uco y fue lanzada al mercado doméstico e internacional en septiembre de este año.

Un proyecto de larga data y con varias etapas de estudios profundos de su viñedo en Valle de Uco, un paño que abarca las localidades de Eugenio Bustos a 980 msmn, La Consulta a 1050 msmn y Paraje Altamira a 1100 msmn. Tres de las zonas privilegiadas y muy diferenciadas entre sí  dentro del sur del valle. Para encontrar bloques homogéneos (también llamados polígonos), que mejor expresen el terruño de cada lugar, caracterizaron y subdividieron el viñedo de la finca según los tipos de suelos, con estudios de conductividad de suelo y explorando las diferencias dentro de una misma parcela, cosechando en distintos perfiles de madurez y haciendo una vinificación en bodega, separando estos pequeños lotes. Luego de la crianza y comparación dieron con el bloque del viñedo que buscaban. 

3 vinos, 3 suelos

De esta manera nacieron los vinos de terruños: Paraje Altamira, La Consulta y Eugenio Bustos. Una línea única, que llevan en su ADN la mejor interpretación de su viñedo en el Valle de Uco. Cada uno de estos vinos está representado por la cepa que es “transparente” al lugar: Paraje Altamira, Malbec 100% proveniente de un bloque de 1 ha de superficie; para La Consulta, Cabernet Franc 100% proveniente de un bloque de 1 ha de superficie y para Eugenio Bustos, 100 % Cabernet Sauvignon también proveniente de un bloque de 1 ha de superficie.

Su exclusividad está garantizada por el origen de estos vinos; que provienen de estos pequeños bloques de Paraje Altamira, La Consulta y Eugenio Bustos, de las cuales se obtuvieron 2400 botellas de cada uno de ellos y que al momento pueden conseguirse únicamente en su tienda online www.estaciondelvino.com .

La evolución del universo del vino

La enóloga de bodega La Celia, Andrea Ferreyra se refiere a la evolución de la industria vitivinícola argentina y reconoce que “a fines de los ´90 y principios de la década del 2000, se hablaba sólo de Malbec, independientemente del origen, pero luego con el paso del tiempo, se empezó a regionalizar más y Valle de Uco, por ejemplo, quedó muy amplio, entonces con el estudio de regiones se fueron caracterizando los lugares dentro de una misma indicación geográfica.

Podemos ver que en una industria tan amplia donde confluyen muchas bodegas diferentes, ubicadas geográficamente a lo largo del país y con historias, climas y suelos muy disímiles y diferentes maneras de vinificar. Hay vinos en donde el winemaking toma mucho protagonismo y hay otros, que suelen ser ediciones especiales, en donde el protagonista es el terruño y la intervención en la bodega está en un segundo lugar.

Agroecología: la variable que empieza a jugar

Andrea Ferreyra reconoce que La Celia está situada en un lugar con características  agro ecológicas extraordinarias donde se conjugan la pureza de aire, de agua y de suelo; al pie de la cordillera de Los Andes; con un excelente clima, apto para el desarrollo cualitativo de la vid y con una riqueza histórica muy importante también. “Este lugar es único con tres geografías distintas en un solo viñedo, y si bien el origen de los suelos es el mismo, aluvional y calcáreo, al estar en distintas alturas y tener composición distinta, los vinos se van a expresar de manera diferente, este diferencial nos permite elaborar vinos con una calidad de textura y refinamiento sumamente valorados.” asegura la enóloga.

La Línea Terruño de La Celia resulta una gran exponente de esta tendencia creciente en la cual los hacedores de vino de todo el país buscan darle más protagonismo al terroir. Este año se lanzó al mercado la añada 2017 y están en proceso de crianza en botella las añadas 2018 y 2019 y en crianza en tonel la añada 2020 y 2021, todos provenientes de estos tres maravillosos polígonos.

Andrea Ferreyra asegura que seguirán explorando, “somos almas inquietas que nos movilizan el aprendizaje y estamos en búsqueda permanente de explorar nuevos lugares dentro de nuestro viñedo, la meta siempre es la excelencia y con ese objetivo  trabajamos cada día en la bodega”. 

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Hoy se pueden identificar a los vinos de la Patagonia, del Noroeste y de la región cuyana. Y, a su vez, dentro de Mendoza las regiones se diferencian cada vez más y los vinos reflejan las cualidades de cada lugar.

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