Finca La Anita no necesita presentación. Todo amante del vino, cualquiera sea su nivel, conoce sus vinos porque los frecuenta o porque alguna vez ocuparon su copa. Lo cierto es que la bodega ha pasado por un profundo período de transición. Algo comparable con una fuerte tormenta en medio del océano. Y la única razón por la que el “barco FLA” (Finca La Anita) llegó nuevamente a buen puerto es por su capitán. Manuel Mas, creador e ideólogo, quién siempre confió en sus vinos y en su terruño, ya que sus viñas rodean a su pequeña bodega en Alto Agrelo.

Sin seguir a las modas, Manuel tuvo que agarrar el timón y tomar un nuevo rumbo. Primero eligiendo a Soledad Vargas como enóloga, y luego volviendo a apostar al futuro de sus propios vinos. Hoy Finca La Anita está basada en un equipo joven cubriendo todos los puestos de la cancha. Las uvas siguen siendo propias, pero ahora con una interpretación más actual. Porque la joven enóloga tuvo que hacerse cargo de los vinos de un día para el otro, y mantener el reconocido estilo de la casa al mismo tiempo. Un gran desafío. Ya pasaron algunos años de aquel momento en el que Soledad llegó (en soledad) con su Ford K a la finca, tapada por la nieve. Ella, con el aval de Manuel, se hizo cargo de los vinos. Y la presentación reciente le dio la razón a lo dos.

Fue una celebración de amigos del fin de una nueva vendimia, algo que Finca La Anita siempre festejó en Buenos Aires. Dicen que el tiempo pasa pero los amigos quedan. Y eso es lo que se vio reflejado en La Doflina Café, porque abundaban los vinos para degustar y los amigos para degustarlos.

Untitled-26

Finca La Anita es una de las pocas bodegas que puede poner sobre la mesa varietales con más de 20 años, y compartirlos. Así fue, como en el Viejo Mundo. Los vinos bien ordenados por etiqueta y de diferentes añadas. Degustaciones verticales de lujo dispuestas a ser catadas por los invitados. Los hombres y las mujeres de la bodega sin hablar más que los vinos, ya que fueron ellos los auténticos protagonistas de la fiesta.

Fue una degustación profesional como pocas, porque más allá del ruido y la gran cantidad de invitados, las botellas ordenadas, a temperatura y cómodamente dispuestas, permitían abordar parte de la vasta historia de la bodega. No faltaron los varietales icónicos de la casa como el Syrah (2011, 2006, 2002 y 1999) o el Tocai Friulano (2010, 1997 y 1995). Tampoco los vinos tradicionales que forjaron el prestigio de la casa como su Malbec (2014, 2007, 2002 y 1999), su Cabernet Sauvignon (2013, 2012, 2005, 2003 y 1999) y su Chardonnay (2011, 2010, 2001 y 1999). O los más novedosos como el Petit Verdot (2014, 2007 y 2005) y el Sauvignon Blanc (2014). Es cierto que se extrañó el Semillón y alguna cosecha histórica de algún otro, ausentes con aviso por estar agotados. No obstante, la demostración fue suficiente para entender como está Finca La Anita y lo que se viene.

 

Hoy por hoy

No fueron mayoría las cosecha actuales las descorchadas, pero sí suficientes para entender cuál fue el cambio y cómo se respeta el estilo. El Luna Malbec 2014, más que el Syrah 2011, es una muestra clara de ello. Elaborado ciento por ciento por la flamante enóloga de la casa, resulta un vino expresivo, joven y agradable que habla del lugar. De los Finca, el Petit Verdot 2014 es el más difícil de descifrar, por su carácter compacto. Pero el Malbec 2014 y un poco más el Cabernet Sauvignon 2013, son dos fieles exponentes de la bodega que marcan el rumbo. Ambos con la tipicidad varietal fuera de discusión, con una paso por boca estilizado pero también con la fuerza de la juventud, y la expresión de la madurez de un terruño que se percibe en las copas. Queda claro que se trata de un lugar único, más allá de las apreciaciones personales.

Hace más de veinte años que los vinos de Finca La Anita se lucen en el mercado. Hoy más que nunca son vinos de terroir, porque siempre lo fueron y nunca dejaron de serlo. Degustar sus cosechas guardadas sirve para entender de donde vienen, al tiempo que derraman prestigio en los vinos de hoy, y elevan la confianza en el potencial de los vinos que vendrán.

Untitled-23

Algunos vinos actuales

 

Luna Malbec 2014

De aromas poco expresivos. Paladar joven, rojo y frutado, con especias frescas y bien amalgamado. Simple y directo, pero con el carácter de Finca La Anita. Muy buena profundidad especiada y agradable. Beber entre 2016 y 2018.,

Puntos: 88

 

Luna Syrah 2011

De aromas clásicos y algo evolucionados, con notas de fruta pasa, tierra mojada y tabaco. Paladar franco y lineal en sus expresiones, con buen cuerpo y un final firme que se le da cierta persistencia.

Puntos: 86

 

Finca La Anita Sauvignon Blanc 2014

Blanco clásico y de buen cuerpo, con dejos herbales frescos y consistentes. Hay fruta blanca y vivacidad, también músculo y profundidad. Un Sauvignon con carácter propio; una buena alternativa a tanta verticalidad del varietal.

Puntos: 88

 

Finca La Anita Tocai Friulano 2010

De aromas y paladar poco expresivos. Se lo nota apagado pero con texturas y cierto agarre. Se mantiene fresco y con notas de miel seca sobre el final que hablan de su tipicidad. De buen volumen y nada invasivo. Un blanco vivo pero muy austero.

Puntos: 88

 

Finca La Anita Malbec 2014

De buen cuerpo y carácter, con fruta amable y fresca, bien roja y madura. Hay estilo en su paladar carnoso y especiado, de paso consistente, con fuerza y equilibrio y muy buen potencial. Se nota que es una versión renovada respetando mucho el sello de la casa. Beber entre 2016 y 2020.

Puntos: 91

 

Finca La Anita Petit Verdot 2014

De aromas poco expresivos. Equilibrado en boca, con taninos incipientes pero sin un carácter definido. Hay especias y algo de frutas pasas. Con agarre y final clásico, respetando bien la línea pero con la tipicidad varietal muy austera.

Puntos: 89

 

Finca La Anita Cabernet Sauvignon 2013

De aromas introvertidos y buena intensidad. Paladar carnoso, con taninos finos y paso fenólico pero fresco. Hay musculo y equilibrio en cada trago. Un tinto con buen potencial y una expresión clásica pero con firmeza actual, y una muy interesante complejidad en su profundidad que ya asoma. Seguramente en botella gane más armonía.

Puntos: 92

 

Untitled-25

Verticales de vinos inolvidables

 

Finca La Anita Tocai Friulano 1997

De aromas expresivos, densos y maduros, con algo floral y notas de miel seca. Un poco evolucionado, de paladar meloso pero con vivacidad. Se mantiene vivo pero no tan complejo.

Finca La Anita Tocai Friulano 1995

Reducido y algo evolucionado. Con intensidad, de paladar franco, y notas de levadura y miel seca. Final fresco pero no muy profundo.

Beber entre 2016 y 2018.

 

Finca La Anita Chardonnay 2011

De aromas densos y neutros, paladar franco, con algo floral y de miel fresca. Franco y voluptuoso, todavía con algo de nervio.

Beber entre 2016 y 2018.

 

Finca La Anita Chardonnay 2010

De aromas integrados pero algo encerrados. Paladar agradable, final largo y persistente, con notas de miel seca y algo ahumado. Final seco y fresco con tonos de fruta seca.

Descorchar.

 

Finca La Anita Chardonnay 2001

De aromas vegetales (tipo choclo cocido) delicados. Paladar fresco con leves dejos de oxidación. Buen ataque, con notas de fruta seca. Se mantiene muy bien y complejo, aunque ya si tanta profundidad.

Beber entre 2016 y 2020.

 

Finca La Anita Chardonnay 1999

De nariz muy cerrada, con notas de miel seca. Buena frescura en boca, con final tostado y de caramelo, bien logrado. Se mantiene fresco y con vivacidad, y se lo nota muy bien evolucionado.

Beber entre 2016 y 2018.

 

Finca La Anita Syrah 2006

Aromas con algo de encierro pero que muestran equilibrio y clasicismo. Paladar maduro y especiado, de expresión cálida y taninos casi firmes pero cuerpo suelto. Mantiene personalidad sin tanto potencial.

Beber entre 2016 y 2018.

 

Finca La Anita Syrah 2002

Nariz de buena intensidad y aromas cálidos, con algo caramelizado. Hay fluidez en boca, con cierto carácter y un amargor algo licoroso y potente que habla de su carácter y estado de evolución.

 

Finca La Anita Syrah 1999

Aromas dominados por las notas de crianza, con mucho caramelo de dulce de leche. Paladar franco y fluido, pero suelto. Con musculo y final especiado.

Beber entre 2016 y 2018.

 

Finca La Anita Malbec 2007

Buena nariz, de aromas clásicos y equilibrados. Buen volumen, carácter especiado y con la fruta bien madura. Sus taninos ya se sienten delicados.

 

Finca La Anita Malbec 2002

Sorprende por su frescura aunque no llega a ser vivaz. De trago agradable, con fruta roja nítida entre sus sabores clásicos, y los taninos que mantienen firmeza sin quitarle fluidez.

Beber entre 2016 y 2018.

 

Finca La Anita Malbec 1999

 

De aromas evolucionados pero típicos del varietal y de la casa. Su carácter frutal es tenue y maduro, con taninos que sostienen el paladar con cierta firmeza. Fiel exponente de los vinos de otra época.

 

Finca La Anita Petit Verdot 2007

De aromas intensos, algo cerrados, con dejos herbales y maduros. Con buen volumen, fruta pasa y algo de membrillo, tiene mucho y buen musculo. Mantiene un buen potencial apoyado en sus texturas.

Beber entre 2016 y 2020.

 

Finca La Anita Petit Verdot 2005

Fue el primero, se mantiene bastante equilibrado en nariz y boca, con cierto volumen y taninos vivos que le aportan profundidad.

 

Finca La Anita Cabernet Sauvignon 2012

De aromas bien integrados. Buen cuerpo, carácter clásico y maduro, con musculo y taninos firmes que hablan de su potencial, pero también reflejan una cosecha más cálida y una transición.

Beber entre 2016 y 2020.

 

Finca La Anita Cabernet Sauvignon 2005

De aromas clásicos, con tipicidad. Paladar franco y maduro, con taninos incipientes y un final persistente con madurez y especias.

Beber entre 2016 y 2018.

 

Finca La Anita Cabernet Sauvignon 2003

Sus aromas son clásicos y fenólicos pero equilibrados. De paladar franco, con taninos que sostienen su paso por boca. De carácter muy maduro.

Finca La Anita Cabernet Sauvignon 1999

Durante muchos años fue un ícono del varietal. Hoy, con más de 17 años, muestra una noble evolución, y un carácter cálido y maduro.

Untitled-24