La joya del río Fabricio Portelli 02/05/2015 Notas, Vinos Notas 2513 La Patagonia esconde muchos secretos, y por suerte muchos de ellos tienen que ver con el vino. Saliendo de Cipoletti y bordeando del Río Negro, se atraviesa el Alto Valle. Cuna de muchos viejos viñedos. Algunos de ellos ya fueron re descubiertos y recuperados. Sobre todo en Mainqué, donde Piero Incicssa dell Rocchetta apostó por sus Pinot Noir de Chacra y Hans Vinding-Diers por su afamado Malbec Noemia. Pero no son los únicos, porque en la finca de la costa de Bodega Aniello hay plantadas 32 hileras; menos de media hectárea de Trousseau. Esta variedad tinta es una rareza, incluso en el Este de Francia, de donde proviene. Allí en Jura, su fama se ve apocada por el Vin Jaune, un blanco encabezado de la zona al mejor estilo Jerez. También conocida como Bastardo, se encuentra más plantada en Portugal donde a veces participa del afamado Porto. Pero volviendo a la Patagonia, esta uva es una rareza en el continente entero. Santiago Bernasconi, propietario del Aniello fue quien la descubrió estas hileras plantadas en 1932, escondidas entre sus Malbec, Merlot y Pinot Noir. Y junto a su enólogo, Federico Moreira, no dudaron en vinificarla. Así fue que en su flamante bodega en remodelación, y en bines de 300 litros, la vivificaron en 2014 por primera vez. Y el resultado fue muy promisorio a pesar de tener sólo 3000 botellas. El aspecto del vino no es lo más atractivo, por sus tonalidades terracotas y su turbidez. Pero la frescura, personalidad y paso del vino por boca son, sin dudas, algo diferente. No parece ser un vino para guardar, ya que su evolución es rápida, pero tienen muchos matices y complejidades, tanto en nariz com en boca. La textura es suave y con cierta tensión y el carácter no es frutal, pero sí muy fresco y habla del lugar. Un viñedo único en la costa del Río Negro. Uno de los rincones vínicos, más lindos de la Argentina. Federico Moreira – enólogo Bodega Aniello El Aniello Historic Block 1932 Trousseau 2014 está al caer, mientras nace el 2015. Para su elaboración realizaron tres experiencias diferentes, una parte se microvinificó con maceración carbónica, otro tercio con 70% granos despalillados y 30% con racimos enteros, y el ultimo tercio fue elaborado con uva despalillada en su totalidad. Se utilizaron levaduras nativas. Luego de la fermentación se descubó a barricas usadas donde permaneció por 6 meses, y de ahí pasó a una vasija con forma de huevo Nomblot francesa. Con el Trousseau el objetivo de hacer algo distinto está logrado. Pero también, el de hacer un vino que vaya más allá de la originalidad.