La vida es rica en Puerto Madero Info de Prensa 30/07/2017 Gastronomía, Restós 2698 Fiel a su estilo irreverente, creativo y vanguardista, el martes 4 de julio, Pani presentó su nuevo local en la calle Petrona Eyle, Puerto Madero. Música de SRZ, cámaras para sacarse selfies y una gran torta para intervenir con pinceles fueron las principales atracciones que sorprendieron a los más de 200 asistentes. Todos los sabores e ingredientes que Pani incluye en sus platos forman parte de su propio universo y sorprenden. Por esta razón, los invitados disfrutaron de un super menú que incluyó mini waffles, shots de pastel bruleé de batatas con carne hilada, Pani pizza con papas y rúcula, cuadrados de ricota y limón con dulce de leche, cholitas de avena, cheesecake de dulce de batata y Vauquita, entre otras increíbles y superadoras. Una súper barra de tragos Campari acompañó estas propuestas. El espacio de 200 mts 2 en el primer piso, y 90 mts 2 en el subsuelo, lo convierte en uno de los locales más grandes de la marca, que cuenta con sedes en Palermo, Recoleta, Pacífico y Rosario. En un ambiente ecléctico, todos los elementos conviven de manera armoniosa y hacen del espacio un mundo de fantasía. El rosa y el dorado predominan en la planta baja, sin embargo, al entrar al subsuelo la experiencia cambia en todo sentido, hay que conocer el local para sentirlo. La búsqueda de géneros, materiales y colores, es todo un proceso que lleva muchos meses de trabajo. Cada detalle está sumamente pensado, nada es al azar. Hay una gran búsqueda para hacer de cada Pani un lugar único e irremplazable. Como parte de su plan de crecimiento y consolidación de la marca, Pani siempre apuesta a más. Para ella LA VIDA ES RICA en todos lados y es por eso que continúa expandiéndose por Buenos Aires y decidió instalarse en Puerto Madero. “Disfrutamos del proceso y nos parece que Puerto Madero necesitaba un Pani, la zona también está creciendo y el momento llegó. ¡Apareció este súper espacio y nos dimos cuenta de que todo nos indicaba que era LA oportunidad!”, concluye su dueña, Pani Trotta.