No hay maal que por bien no venga Fabricio Portelli 12/01/2017 Notas, Vinos Notas 2657 Hay veces en las que nos pasa algo malo, pero sin embargo sacamos provecho de ellas para darnos cuenta de algo que nos había pasado totalmente desapercibido. En parte, a esto se refiere el famoso dicho, y es lo que puede pasar con muchos vinos argentinos. Porque básicamente hay tantos para conocer y degustar que no alcanzan los días del año, y encima todo se renueva con cada cosecha. Como se sabe el Malbec es nuestro cepaje más importante, el protagonista de las mejores noticias vínicas, y el vehículo para descubrir el potencial de los mejores terruños. En definitiva, el mejor vino que se hace por estas tierras. Y lejos de acabarse su repertorio o aburrir con sus propuestas, sigue demostrando infinidad de facetas. Y si bien la era del varietalismo ya pasó y la uva dejó de ser “la novedad”, la cosa (el Malbec) puede pasar por un sin fin de otros lugares. Empezando por el concepto de una bodega, como Maal, un emprendimiento joven y enfocado ciento por ciento en el Malbec. Pero no sólo eso, sino que sólo elaboran las uvas seleccionadas de sus propias fincas. Pero al ver las etiquetas y los nombres de cada vino se puede entender que detrás de todo hay mentes jóvenes y apasionadas por el vino argentino. Aunque así lo parezca, Maal Wines no nació tanto por casualidad sino más bien por causalidad. Porque gracias a una amistad que se fue nutriendo por la vitivinicultura, permitió una micro vinificación en 2010 de un Malbec cosechado de una viña abandonada. Esas seis barricas y ese Malbec fueron suficientes para dar vida a los sueños compartidos de Matías Fraga y Alfredo Merlo. Matías fue protagonista del auge gastronómico que vivió Mendoza en la década pasada, y eso lo acercó al mundo del vino. Y luego de trabajar varios años para una de las familias referentes tuvo la oportunidad de comprar esa viña abandonada de Vistaflores, que diera origen a los primeros vinos de la casa. Es el viticultor del equipo (Ing. Agrónomo), mientras Alfredo (Enólogo) da riendas sueltas a sus ganas de hacer vinos como a ellos les gusta tomar, y sólo quiere hacer Malbec. Todo esto explica un poco el origen de las uvas, su cuidado y el estilo de cada uno de los curiosos Malbec de la bodega. Poseen tres fincas, la fundacional de Vistaflores denominada “La Tranquila”, “La Trinidad” de Altamira que es la más joven, y “Don Juan” en Chacras de Coria, con plantas de 95 años. De cada una obtienen Malbec de perfiles muy diferentes según el joven winemaker: tainos redondos y carácter floral (Vistaflores); acidez, mineralidad y frutas negras (Altamira); taninos suaves y frutas rojas (Chacras de Coria). Para poder plasmar sus ganas de concebir vinos modernos eligieron ir por técnicas tradicionales, y alquilaron en 2013 una bodega en Chacras de Coria de más de 100 años, con piletas de hormigón y altos techos. Por su excelente ubicación y el expertise de Matías, allí también se inauguró una cantina que lleva el mismo nombre, donde se sirven platos simples, elaborados con productos de calidad, y que siempre salen de la parrilla o el horno de barro. El ámbito ideal para conocer la divertida y nutrida propuesta de esta joven bodega. Los vinos de Maal bec Ante todo y más allá de los gustos y preferencias de cada uno, la garantía está en que la dupla sólo hace Malbec y sólo vende lo que hace, asegurando que así son los vinos que (al menos) a ellos les gusta beber. Todos sus Malbec están pensados para la mesa, y por eso fundamentalmente se consiguen en restaurantes (ej.: Palacio Duhau, Aramburu y Aramburu Bis, Elena y Pony Line del Four Seasons, Faena, Uco del Fierro Hotel, Sucre, etc.). Si todo entra primero por los ojos, estos vinos sobresalen en cualquier góndola. Porque primero atraen la mirada sus etiquetas diferentes, y al enfocar la vista y leer los nombres de cada uno de ellos, surge la tentación de agarrar la botella y leer su contra etiqueta. Ellos son Ambiguo, Rebelion, Biutiful, Biolento, Imposible, Bestial y Paciencia, todos Malbec pero cada uno con un propósito bien definido, con su propio mensaje en la botella. Ambiguo es un “blanc de noir” del año que se propone para beber solo o con agregado de soda. Rebelion fue el primer vino de la casa en el que mezclaron sus Malbec, y que cambia todas las cosechas en función al carácter de cada finca. Biutiful es un Malbec de Altamira sin maquillaje, directo y al natural. Si bien no está certificado y no es la filosofía biodinámica la que mueve a los jóvenes de Maal, el Biolento es un vino sin ningún aditivo y proveniente de un viñedo con labranza cero. La hormiga representada en su etiqueta es una de las mayores plagas en las viñas de la Argentina y hay que aprender a convivir con ellas si se respeta el medio ambiente. Imposible nace en Vistaflores, y tiene como desafió demostrar que se puede hacer un gran vino sin crianza en barricas. Mientras Bestial también es un single vineyard que nace de las vides más antiguas de dicha finca, y que estuvieron abandonadas por muchos años. Y más allá de su bajo rendimiento natural, el nombre está más pensado por el carácter que da ese Malbec. Por último, un vino más original que el resto y del que solo se elaboran 900 botellas cada tres años. Porque Paciencia es un ícono que se hace mezclando la mejor barrica de las últimas tres cosechas. Degustación de Maalbec Rebelion Malbec 2015 MAAL Wines, Mendoza $ – $$ – $$$ – $$$$ (Dic2016 $200) Se nota muy bien que es un Malbec, con aromas y sabores de fruta roja directa. Buen cuerpo, algo joven todavía por su concentración y con taninos firmes. Buen paso por boca, agradable y con cierto carácter. Para acompañar con carnes asadas. Beber entre 2017 y 2018. Puntos: 88 Biutiful Malbec 2015 MAAL Wines, Altamira, Valle de Uco $ – $$ – $$$ – $$$$ (Dic2016 $260) Sus aromas son poco expresivos pero con carácter. De paladar franco y fluido con taninos firmes que sobresalen un poco. Tinto con fuerza en cada trago y de agradable frescura que resalta el perfil frutal en el final de boca. Beber entre 2017 y 2018. Puntos: 88 Biolento Malbec 2015 MAAL Wines, Chacras de Coria, Luján de Cuyo $ – $$ – $$$ – $$$$ (Dic2016 $350) Este Single Vineyard resulta amable y ágil en boca a pesar de su nombre. Es un tinto entre clásico y moderno, con taninos incipientes y cierta fuerza. Algo potente pero bien disimulado por su frescura. No es muy persistente y dominan las especias con algo de torrefacción sobre el final. Es un vino franco y de potente final (14,6 %) que puede seguir evolucionando con la estiba. Beber entre 2017 y 2020. Puntos: 89 Imposible Malbec 2014 MAAL Wines, Vistaflores, Valle de Uco $ – $$ – $$$ – $$$$ (Dic2016 $400) Se nota que es un Malbec elaborado con más cuidados, de cuerpo denso y clásico, carácter cárnico y ahumado, con taninos firmes. De paso consistente y fresco, muy moderno por fuera pero clásico por dentro. De buena concentración aunque no es muy persistente. Un tiempo más de guarda le va a sentar bien. Beber entre 2017 y 2020. Puntos: 89 Bestial Malbec 2013 MAAL Wines, Vistaflores, Valle de Uco $ – $$ – $$$ – $$$$ (Dic2016 $950) Sus aromas son intensos, con leves dejos herbales que hablan del lugar. Un single vineyard con carácter. Hay fluidez y buen volumen con algo de agarre. No es muy profundo pero sí muy agradable de beber. Y si bien su fuerza está domada por el paso del tiempo, tiene más vida por delante. Además, es el Malbec que más tiempo pasada en madera (14 meses para 80% del vino en barricas de roble francés (40%), americano (40%) y Rumano de primer y segundo uso (20%). Beber entre 2017 y 2020. Puntos: 90