El proyecto se encuentra ubicado en Valle de Uco y se caracterizará por reunir en un solo lugar a los que desean conocer la posibilidad de vivir la experiencia del vino de un modo integral.

Tupungato Winelands es el primer Wine Country club del mundo. En el lugar se despliegan viñedos y la exclusiva bodega Can Pedra. Esta singular experiencia, en el marco del vino, se completa con una cancha de golf que preserva e integra el paisaje inmenso y dos canchas de polo ubicadas al pie del volcán Tupungato. El proyecto es único en su rubro y promete seguir creciendo.

Tupungato Winelands está emplazado como un territorio exclusivo de 800 hectáreas, en la prestigiosa zona de Gualtallary. Los vinos de este lugar tienen un lenguaje propio. La altura de los viñedos, que supera los 1200 metros sobre el nivel del mar, y la elevada amplitud térmica, que ronda los 15ºC en promedio, logran que las uvas formen sus azúcares, color, aromas y taninos de un modo único. La complejidad y la profundidad de los vinos de Gualtallary son la insignia de este terroir, donde clima, suelo y agua se combinan en una trilogía perfecta.

“Gualtallary da infinitos motivos para enamorarse y hacerlo propio” dice el reconocido enólogo Matías Michelini, quien estará a cargo del proyecto Can Pedra.

¿Qué es Can Pedra?

Can Pedra es un emprendimiento vitivinícola situado dentro de las 800 hectáreas del Wine Country Club Tupungato Winelands. Este proyecto dirigido por Matías Michelini, es el emprendimiento más innovador llevado a cabo en Argentina dentro del sector vitivinícola. No solo se destaca por la combinación única de terruño, agricultura biodinámica y el equipo de profesionales dirigido por Michelini, sino también por su novedoso sistema de comercialización, que permite que mediante una pequeña inversión, cualquiera pueda ser propietario.

El proyecto de Can Pedra está destinado a un número de inversores limitado por lo que cada inversor será dueño de una parte alícuota denominada FidiVino.

Can Pedra, que significa casa de piedra, tiene su propia mística: sus viñedos honran los principios de la agricultura biodinámica, postulados por Rudolph Steiner cien años atrás. Crecen y se nutren escuchando los ritmos del sol, la luna y la tierra y se enriquecen con la armonía y la cooperación de su vegetación, sus animales y el trabajo humano en el ambiente más natural.

El enólogo Matías Michelini soñó con una bodega que trabajara el fruto de los viñedos siguiendo la filosofía de Rudolph Steiner, donde el resultado final fueran vinos que los interpretaran y representaran la sensibilidad del terruño. Tupungato Winelands convierte ese sueño en realidad y da vida a los viñedos biodinámicos de Can Pedra.

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Un proyecto innovador

El imponente paisaje de Tupungato Winelands determinado por las impactantes vistas del Cordón del Plata y el volcán Tupungato, junto con la topografía quebrada, con cerrillos y cañadones, fueron especialmente aprovechados para generar el diseño urbanístico y específicamente el disenõ del campo de golf de 18 hoyos. La cancha de golf se encuentra a 1.200 m de altura y su diseño se basa en un enfoque integrador de todos los componentes, paisajísticos y urbanísticos, de Tupungato Winelands, tales como los lotes, el hotel y las canchas de polo.

Este campo de golf es el primero en Argentina donde el pasto se riega solamente alrededor de los fairways y greens. De esta forma, se respeta la vegetación autóctona y se aprovecha la topografía, a la vez que se respeta y realza el paisaje de la zona y su vegetación. El diseño de cada hoyo se basa en un diseño estratégico de riesgo y recompensa. Es por ello que existen múltiples líneas de juego que desafían a los golfistas a analizar y escoger una de ellas según sus estilos de juego. Cada hoyo tiene al menos cinco tees, incluidos tees de campeonato y junior.

Entre sus viñedos, Tupungato Winelands también hace honor a la tradición y la mística del polo en la Argentina. El espacio ofrece canchas de nivel internacional para que sus propietarios puedan practicar este deporte exclusivo y vivir una experiencia irrepetible.

La pasión por los caballos también encuentra su expresión en el Club Hípico. Tupungato Winelands, ofrece clases de equitación, cabalgatas y travesías por el valle para sus propietarios y visitantes.

Todos estos aspectos convierten a Tupungato Winelands en el primer y único Country Club del Mundo.