La cocina de Barracas se prepara para celebrar las Pascuas, porque en Viejo Derby, ícono de bodegones con nuevos dueños, hay devoción culinaria al servicio de los comensales. Se puede empezar por una Copa de camarones, Langostinos con salsa al champagne, o una rica porción de Cornalitos. Y seguir con lo que la gama ítalo-española-porteña dicta para estas fechas y da excusas para compartir el plato: Paella a la valenciana; Cazuela de mariscos; Tabla de frutos de mar; Gambas al ajillo; Calamarettis a la lyones.

¿Pescado solo? Lenguado Derby; Filet de merluza a la sevillana; Trucha grillé con salsa de alcaparras; Lenguado a la florentina o Salmón a la pimienta. O bien pastas temáticas, como sus Fussilli al fierrito con salsa de calamares, o el Raviolón de salmón rosado con salsa de camarones. De postre, Natillas, Sundae de banana, Sourvette y Don Pedro.

La tradición cantinera, barrial y futbolística nacida hace 30 años en la esquina de Defensa y Martín García, frente al Parque Lezama, sigue intacta y celebra la Pascua porteña con los mejores platos tradicionales, pero renovados, como un guiño cómplice para sus nuevos comensales.

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