Para comer como en casa Info de Prensa 26/08/2016 Gastronomía, Restós 1288 En el porteñísimo barrio de Caballito, una agradable y reciclada casona de los años ’20 es el lugar perfecto para acercarse a la buena comida, abundante y sabrosa. Desde 2009, en este lugar casi de ensueño donde el tiempo parece no correr, funciona Jacarandá. Con mesas enormes y espaciosas para que los clientes sientan la comodidad de su propia casa, Jacarandá está ubicado a pasos del exclusivo Barrio Ingles y a unas pocas cuadras del renombrado Mercado del Progreso de Primera Junta y, gracias a su comida simple y suculenta, rápidamente se convirtió en un clásico. Especializado desde siempre en la comida porteña y con toques gourmet, el restaurante lleva ese nombre como homenaje al árbol emblemático del barrio. Desde sus inicios, Jacaranda decidió sellar un pacto con sus clientes: acá no se negocian ni la calidad de los insumos ni el sabor de sus platos. Y con esa premisa, ofrece precios accesibles y una carta más que tentadora. Como plus, hay derecho al descorche del vino propio, traído desde la cava hogareña. ¿Qué pedir? La cocina de Jacarandá apunta al gusto popular pero con una vuelta de tuerca. Las porciones son abundantes, en muchos casos para compartir, y además tienen varias propuestas para celíacos. Entre las sugerencias del chef, se destacan las Croquetas de Risotto y Salmón rosado apanadas en sésamo y con crema de quesos; el Cordero relleno de espinaca y champignon en salsa suave de romero con papas a la crema; la tradicional Bondiola en salsa de ciruela con manzanas asadas; o los Raviolones de Cordero, frescos y caserísimos. A la hora del postre, la Tarta de Manzanas tibia o el clásico Volcán de chocolate con frutos rojos y helado de crema americana le pondrán el broche final a una gran velada. + info en www.jacarandaresto.com.ar