Hace pocos días pude conocer los dos primeros vinos autorales de la dupla Del Popolo-Bonomi, que hace rato andan dando vueltas por ahí. Fue un encuentro breve pero profundo. Porque no se trató solo de una hora y media de charla, ni de dos vinos degustados. Sino de un encuentro con alguien que conozco hace varios años, y a quien admiro por lo que aprendo cada vez que me siento a degustar y charlar con él. Edy Del Popolo ha tiempo tenía los PerSe en la cabeza. Sus deseos forjaron su destino; hoy fuera de Doña Paula – en donde dejó alma y vida –y sumado al equipo de Susana Balbo en Dominio del Plata.

Luego de varios años deambulando por las viñas, principalmente del Valle de Uco, tomó la decisión que cambiaría su vida. Tener su propio vino. Él se dio cuenta que como ingeniero agrónomo mucho más no podría trascender. Años y años trabajando en pos del terroir, para que su gran aporte pasara casi desapercibido; ya que al fin y al cabo son los vinos, capaces de llevar un terruño específico a la copa, y sus hacedores los que se vuelven prestigiosos. Pero muy difícilmente sean reconocidos de la misma forma los agrónomos. Fue así que Edy se metió al mundo del vino por las viñas; literalmente. Metió las narices en el vino, se involucró muy convencido que podía aportar cosas importantes con sus interpretaciones, llevando y trayendo experiencias en sus vastos viajes por el mundo vitivinícola. Se siente parte de esa generación que aportó muchas cosas positivas a la industria; y doy fe que es un jugador muy importante en la re-evolución de los vinos argentinos.

Pero a veces su obsesión por los detalles lo segmenta un poco, y no son muchos con los cuales pueda compartir y disfrutar lo que hace. Seguro que de a dos se logran mejores cosas, invitó a su compañero de tantos años en Doña Paula, David Bonomi (enólogo) a que se embarcara en este sueño muy preciso, convencido que lo que puede aportar va mucho más allá de lo enológico.

Edy Del Popolo ensimismado con sus vinos

Edy Del Popolo ensimismado con sus vinos

Así, en 2012, nace PerSe; vinos que son parte de las personas que lo hacen.

Como primer paso, el vino debía estar elaborado con uvas que hayan pasado por el ojo, las manos y la boca de Edy. Viñas conocidas y cuidadas personalmente, uvas con las cuales ya hubiera una relación apasionada.

Tan identificado me siento con él cuando me dice que le habla a las vides, porque yo siento que el vino me habla y a partir de eso puedo expresarme y compartirlo mejor.

Hacer vino es trascender la viticultura asegura, y siente que el trabajo del agrónomo es como un parto, que entregas la criatura y no terminas de disfrutarla. Pero esa búsqueda de la trascendencia estaría cargada de mayores exigencia y obsesiones. Qué fuese la mejor uva y con la máxima expresión; pero que por sobre todas las cosas que resultara en un vino a su gusto y piacere. Se la pasó los últimos quince años descubriendo zonas y entendiendo los mejores rincones de Uco. Y afirma sin dudar que Gualtallary es lo que más le gusta.

La primer etapa la dedicó a entender el clima y luego vinieron los suelos. Así aparece la “tiza”, esa sensación única de texturas tan elegantes como incipientes, exclusiva de los grandes vinos.

De todos los lugares que conoce, elige el norte del Valle del Ródano, Cote Rotie, Hermitage, Croze Hermitage y alrededores. Esa transición de lo caliente y lo frío también la encontró en Gualtallary. En 2012 por cuestiones climáticas, eligió parcelas más arcillosas, mientras que en 2013 suelos más pedregoso, buscando siempre el balance en la viña en función a la añada. Confiesa que no busca que sus vinos gusten, él va por la gloria. Su objetivo es la precisión, y para ello hay que saber elegir para no fallar al jugársela.

 

Los vinos

Iubileus y La Craie son dos visiones de un mismo terroir: Gualtallary. A partir de selecciones parcelarías, sólo hay seis barricas de cada uno (algo menos de 2000 botellas). Y el proyecto nunca se excederá de las 5000, ya que no está pensado como un negocio, sino como un legado. Del 2013 se sumará Francesa y del 2014

Es interesante como uno puede pasar mucho tiempo hablando de un vino sin importar de qué está elaborado. Ambos son base de Malbec con algún aporte de Cabernet Franc, ya sea de racimos enteros como en cofermentaciones.

Personalmente, siento que un vino me habla cuando lo que escucho se cruza en mi cabeza con lo que siento al degustarlo. Ese clic permite que me exprese mucho mejor. Y aquí, como en muy pocos vinos nacionales, la textura de tiza es muy nítida. Tanto que en ambos vinos se siente. Mientras que en Jubileus es como esa tiza seca que se deshace en gránulos ínfimos al hacer contacto contra el pizarrón, La Craie es como esa tiza mojada de trazo más profundo que al principio no se percibe, pero cuando pasa el tiempo queda firme, se hace notar más y persiste mucho. Ojo que hasta acá no estoy hablando de sabores, sino de texturas. La expresión es bien de Malbec moderno, con una fluidez que se hace notar, con taninos filosos que calan profundo sin ningún rastro de agresión. Mientras en el primero hay más actualidad, en el segundo más potencial.

Un detalle, que no es más que eso, fue saber que ante una pregunta de Edy, respondí lo mismo que Luis Gutiérrez, el degustador de nuestros vinos para The Wine Advocate de Robert Parker Jr. Pero no por querer parecerme al referente español, sino porque en un mundo tan subjetivo uno trata, como profesional, de ser lo más objetivo posible. Y existiendo miles de lugares en el mundo y cientos de miles de etiquetas, ambos asociamos los vinos de PerSe con La Fleur en Pomerol. Quizás ese toque mayoritario de Cabernet Franc que tiene el prestigioso tinto francés le aporta un nervio diferente que los demás vinos de Pomerol. Aquí, el Malbec hace el papel del Merlot allá, en la margen derecha de Burdeos. Y a decir por estos flamantes vinos, lo logra con el mismo efecto. Y así como en Pomerol el Merlot y el Cabernet Franc desfilan detrás del terroir, en estos exponentes de Gualtallary, pasa lo mismo con el varietal.

No hubo mucho más tiempo en el renovado restaurante del Fierro Hotel. Pero las sensaciones de esos vinos me siguen acompañando. No dudo en afirmar que los PerSe; ambos; están en mi Top 30 de los vinos argentinos. Y que el precio, por el significado de cada uno de estos vinos, está justificado; aunque yo no los pueda pagar.

Para mi, con estos 2012 la dupla Del Popolo-Bonomi ya logró la trascendencia que buscaba. Y los que siguen sólo confirmarán su éxito, al tiempo que permitirán poco a poco que más amantes del buen vino los conozcan.

PerSe3

Notas de cata y calificación de los vinos

https://www.fabricioportelli.com/2014/11/26/iubileus-2012/

https://www.fabricioportelli.com/2014/11/26/la-craie-2012/

Sobre El Autor

Hace 22 años degusté un vino por primera vez y supe que querría hacer de mi vida profesional. Compartir mi pasión; por eso me dediqué a comunicar el vino. Más de 30.000 vinos degustados y 20.000 publicados, más de 100 revistas editadas y miles de notas. Siete años en TV, cuatro en radio y seis en la web. Más de 20 exposiciones de vino organizadas y más de 30 concursos internacionales como jurado, además de muchos viajes a zonas vitivinícolas del mundo. Todo esto, simplemente me ayuda a conocer más, para poder compartirlo mejor.

Una Respuesta

  1. Musu

    Q primicia!! FELICITACIONES! ayer los presentaron y hoy ya tenemos tu impresión!! bien ahì!!