Reflejando el espíritu del viñedo Fabricio Portelli 26/09/2018 Notas, Vinos Notas 2497 Muchas veces no se le presta atención a todo lo que dicen las etiquetas de vino, quizás porque la mayoría trata de persuadir al consumidor sin tantas certezas. Pero hay otras que se basan en sus propios atributos, más allá de si las intenciones de cada vino se cumplen. Desde 2003, cuando nace la línea Numina de Salentein; para dar con el primer blend de la casa; “Spirit Vineyard” figura debajo del nombre. Claro que a priori puede sonar pretencioso o difícil de comprobar en las copas. Pero al escuchar a Gustavo Soto, el Ing. Agrónomo que decidió desde el lugar donde se construiría la bodega hasta qué variedades plantar en cada cuartel, suena lógico. Con motivo del lanzamiento del nuevo integrante de la familia (Petit Verdot), Gustavo Soto visitó Bs As., algo muy poco frecuente en él, para presentarlo junto a José “Pepe” Galante, el enólogo de la casa. En 1996 las fincas de Salentein no tenían viñas. Fue en 1998 que decidieron hacia dónde ir; una complicación y un gran desafío confiesa Gustavo. Porque “el holandés” (Mijndert Pon, fundador de la bodega) sabía mucho de trading pero poco del negocio de producir vino. Lo más seguro era elegir variedades tradicionales, como Malbec, Chardonnay y Pinot Noir. “Pero si estamos acá es porque podemos y queremos hacer algo diferente”, pensó Gustavo Soto en ese momento. Por eso apostó también por uvas de ciclo vegetativo más largo; un gran desafío por aquel entonces; como Syrah y Cabernet Sauvignon. Luego en 1999, cuando ya se tenían más claro los objetivos enológicos, se suma el Cabernet Franc. “Pensar que era todo campo virgen en la parte alta del Valle de Uco, que gracias al riego se podía empezar a desarrollar, pero no sabíamos cómo se desarrollaría”, recuerda Soto. Pero el Sr. Pon aceptó la propuesta asumiendo el riesgo, en parte también porque no quería hacer lo mismo que hacían todos. En ese contexto llega el Petit Verdot, que desembarcó en varias hectáreas (ocho, y se vienen más). “Empezamos con muchas dudas, pero con mucho trabajo en la viña para saber cómo madurarlas, bajamos las producciones, deshojamos e hicimos stress hídrico, y así logramos con los años un buen producto”, relata el agrónomo. Hay que recordar que la bodega salió al mercado con las líneas Primus y Salentein; todos varietales. Con el éxito de dichas producciones apareció el volumen y el potencial para una línea intermedia, siempre en el segmento de vinos de lujo. Así nace Numina, un blend de Malbec y Merlot elaborado básicamente con uvas de El Oasis. Fue allí, en El Oasis, que empezaron a entender las diferencias de los viñedos a medida que iban subiendo, y entendieron que había algo que los podía diferenciar. Por ejemplo, que los Cabernet Franc se desarrollan mejor hasta los 1250 msnm. “El Petit Verdot es interesante desde la viña. A las variedades siempre les pongo un adjetivo, y esta sería la más vaga, porque no le gusta trabajar, hay que llevarla y sostenerla. Y un viñedo de Petit Verdot mal trabajado es candidato a la botrytis (podredumbre)”, explica Soto. Por su parte, José Galante llegó a Salentein en 2010, y lo primero que quiso hacer fue ver dónde estaba parada, para así poder tomar mejores decisiones. Desde el principio se llevaron muy bien con Gustavo, básicamente porque se entendieron a la perfección. “Salvo el Malbec, que es masal, los demás son clonales. De Cabernet Franc tenemos distintos clones, lo mismo pasa con el Cabernet Sauvignon, Pinot Noir y Chardonnay, pero no con el Petit Verdot y Syrah porque ambos son un solo clon”, cuenta el enólogo. Por otra parte, las diferentes selecciones clonales están replicadas a diferentes alturas. Realizar diversas micro vinificaciones con el equipo de I + D creado por Galante fue esclarecedor, con micros de cuatro bines o dos barricas espejo. Y entre todos esos vinos hubo dos varietales que sorprendieron a Pepe Galante; el Cabernet Franc y el Petit Verdot. Tan espectaculares le parecieron que decidió incorporarlos al Numina, que desde 2003 y hasta 2007 (no hubo en 2008) fue el único blend de la casa a base de Malbec y Merlot. Ese gran corte 2009 terminó siendo un blend de cinco variedades, Malbec, Merlot Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc y Petit Verdot. Y no solo el vino tomó otro vuelo, sino la línea entera. Por eso, Numina es una marca por la que Pepe siente un cariño especial, “dentro de esos vinos seleccionados hay parcelas que se expresan diferentes, y pensamos en varietales para acompañar al corte, que estuvo solo varios años. Con gran éxito comercial sumamos el Malbec, luego se incorporó el Syrah y el Chardonnay, que empezó siendo de El Oasis y luego se mudó a La Pampa”, detalla Galante. Para el Cabernet Franc hubo que hacer una selección clonal, ver cuál era mejor entre el 210, 214 y el 331; hoy el más destacado (ingresa al Gran VU con una parcela chica). El Petit Verdot, que recién llega, lo venían siguiendo, sabían que era complicado por el manejo del viñedo, la planta tiende a secar los brotes y es muy productivo. Casi la mitad de la uva se tira en el envero, y hace falta conducirlo a la antigua, cruzando los brotes para llevarlo hacia arriba. “Hay dos momentos fundamentales del Petit Verdot que son difíciles; el manejo del viñedo para lograr una uva expuesta al sol de la mañana y lograr el punto óptimo de madurez cosechándolo en el momento justo, y luego en la vinificación, porque si uno se excede está el riesgo de quedar muy concentrado, seco y astringente”, detalla Pepe Galante. Para el enólogo y el agrónomo, el flamante Numina Petit Verdot (5000 botellas) es amable y expresivo, y refleja no solo el trabajo de ellos sino el espíritu del viñedo. Degustación de los Numina Numina Chardonnay 2015 Bodega Salentein, Valle de Uco, Mendoza $ – $$ – $$$ – $$$$ ($480 Sep2018) Blanco fresco y amable, con buena expresión de Chardonnay y cierta madurez. Hay frescura y buen volumen, con un equilibrado paso mantecoso y agradable tensión. Paladar limpio y algo maduro, de trago no tan profundo, y con más vida por delante. Beber entre 2018 y 2019. Puntos: 89,5 Numina Malbec 2015 Bodega Salentein, Valle de Uco, Mendoza $ – $$ – $$$ – $$$$ ($530 Sep2018) De aromas bien frutales, con leves dejos maduros pero mucha frescura. Buen cuerpo con algo herbal, carnoso y cierta concentración. De taninos firmes, con cierta calidez bien domada por la frescura natural. La madera aparece integrada sobre el final de boca. Agradable y con buen potencial. Beber entre 2018 y 2021. Puntos: 90 Numina Cabernet Franc 2015 Bodega Salentein, Valle de Uco, Mendoza $ – $$ – $$$ – $$$$ ($530 Sep2018) Es uno de los vinos más queridos por Pepe Galante, por marca y varietal. De aromas poco profundos y frutales, directo en su mensaje, con las notas herbales maduras del cepaje y suaves dejos ahumados de la crianza. Vivaz y con buena fluidez, moderno y todavía tenso, de paladar franco, con la misma fruta y hierbas que conviven con los ahumados de la madera. Joven y con buen potencial de guarda. Beber entre 2018 y 2022. Puntos: 90 Numina Petit Verdot 2016 Bodega Salentein, Valle de Uco, Mendoza $ – $$ – $$$ – $$$$ ($530 Sep2018) Es la última novedad de la casa, pero las uvas son de las más antiguas, ya que Gustavo Soto; el agrónomo que plantó todo los viñedos; la incluyó desde el principio como algo novedoso junto a las variedades tradicionales. Sus aromas son expresivos, bien de frutas de baya y hierbas. Con buena frescura, moderno, fluido y tenso, con taninos que se agarran. Voluptuoso y firme, con la madera bien integráda. De paso delicado y amable para ser Petit Verdot. Se nota que Pepe Galante ha podido domar ese ímpetu natural de la cepa. Tiene todo para ganar en botella, más profundiad y fineza de texturas. Beber entre 2018 y 2021. Puntos: 91