Las velas henchidas empujan a la embarcación como si fueran alas de pájaros que buscan su libertad. Mientras, el cocinero intenta blanquear un par de cebollas que acaba de cortar en juliana en la diminuta mesada de abordo y sobre la única hornalla del lugar. Todos los tripulantes conocen el trabajo de todos, menos él. Su reino es el de los fuegos, sus principados el de los sabores y sus protectorados, todos los de la buena mesa.

Después del largo intervalo impuesto por las circunstancias se repite aquel encuentro que unió velas, aromas, sabores, ollas y vientos en el Club Náutico Olivos. Aquella vez, los mejores platos fueron discernidos en favor de José Luis Mastellone, del restaurante 1988 de Manzanares y por Paula Méndez Carreras de Corazonada en San Antonio de Areco. Esta vez, los ganadores de entonces se enfrentan al mismo río, desde otra parte y con otros colegas cocineros que también quieren ganar.

Se trata de 28 embarcaciones que sortearán las aguas del Río de la Plata, como tantas otras veces, en búsqueda de la ansiada meta de obtener la mejor puntuación, solo que, una vez más, se agrega un nuevo tripulante, UN COCINERO, que deberá llegar también a tiempo con su preparación culinaria para que un Jurado le asigne una calificación basada en cuatro tópicos: originalidad del plato, presentación, sabor y temperatura.

Otra vez, la propuesta es que la Regata Gastronómica Saint Felicien, desafíe a los participantes a incluir un ingrediente obligatorio; este año, el Tomate, el fruto originario de los bajos Andes del Nuevo Mundo que se enseñoreó en las mesas de todos los continentes. Adicionalmente, un ingrediente sorpresa que se le entregará el día de la partida junto al delantal y al gorro, que no se ajustará al diseñado por Antoine Careme en el siglo XIX y que tan claramente distingue a los uniformes de la profesión, pero si será muy apropiado para enfrentar el viento y el sol de la jornada.

Mientras los competidores disfrutan de un momento que los vincula con agua, viento y fuego, en tierra el cuarto de los elementos de este “cosmos lúdico” que propone la Regata Gastronómica Saint Felicien, diversión para invitados y familiares. Juegos para grandes y chicos, degustación de vinos y quesos y una pantalla gigante donde podrán seguirse las vicisitudes que los embarcados quieran hacer llegar en tiempo real.

FECHA Y LUGAR

Sábado 22 de Octubre de 2022, 11hs (los concursantes deberán estar 9:30 para el sorteo de embarcaciones) Yatch Club Argentino – Cecilia Grierson 500, Puerto Madero

EMBARCACIONES PARTICIPANTES

1.   Clásicos: de 1950 a 1975

2.   Vintage: antes de 1950

3.   Spirit of Tradition: posteriores a 1975

En las categorías Clásicos y Vintage se encuentran los mejores barcos del Río de la Plata y probablemente de Sudamérica.

COCINEROS PARTICIPANTES

Jérôme Mathe, Paula Méndez Carreras, Alberto Giordano, Pol Likan, Napoleón Castellote, Joaquín Alberdi, Leo Fumarola, Darío Gualtieri, Diego Gera, Cristina Sunae, Marcos Meinke, Lucho Lopez Fuentes, Juani Fuoco, Paolo Spertino, Sergio Asato, Leandro Bousada, Matías Kreiman, Patricia Rodriguez Real, Romina Moore, Ezequiel Gallardo, Italo Germán Ruperto, José Luis Mastellone, Julián Tibuk, Lautaro Fili y Leandro Egozcue.

JURADO GASTRONÓMICO

Gustavo Lena – María de Michelis (Presidente), Sabrina Cucunliansky y Daniel Tedin por la Asociacion Argentina de Veleros Clásicos.

CHAIRMAN DE LA REGATA

Francisco José (Paco) Billoch, ganador de la regata Oceánica Buenos Aires – Río de Janeiro, entre otras muchas. Participó en innumerables regatas en todo el mundo y es tesorero de la AAVC – Asociación Argentina de Veleros Clásicos. De profesión arquitecto y apasionado en la búsqueda de veleros antiguos para reconstruirlos y ponerlos en condiciones de navegar.

PREMIACION NAUTICA

Se usará el “hándicap” que cada barco tiene publicado en la página de la AAVC, www.aavc.org.ar. Se entregarán tres premios por cada categoría, y no hay clasificación general, ya que así lo prevé el reglamento de la CIM (Comité Internacional de Mediterráneo), el que usa la AAVC.

PREMIACION GASTRONOMICA

• Mejor Cocinero

Premio challenger que se llevará este año el cocinero que individualmente obtenga el mayor puntaje asignado por el Jurado Gastronómico. Al tratarse de 4 jurados, en caso de empate, el Presidente definirá de manera inapelable, quien resulta ganador.

PREMIO REGATA GASTRONÓMICA

Será discernido a la embarcación y al cocinero que sumando la puntuación del plato y la performance náutica obtenga el mejor puntaje.

BOCINAZO DE SALIDA

Falta poco para cruzar la línea de salida y encarar la pista. Los navegantes desconocen las corrientes que habrá ese día; tampoco saben ni la dirección ni la velocidad del viento. Los cocineros no tienen del todo claro si la competencia dura 60 minutos, se acorta o alarga en función del derroteo de cada embarcación. Sin embargo, cada ingrediente debe estar en su punto, la temperatura adecuada y el plato con la presentación que mejor cautive a los 4 jurados.

Unos incorporarán a su léxico “blanquear”, “sofreír”, “saltear”, “mantecar”, o “a fuego vivo”, términos muy propio de las cocinas y otros descubrirán las palabras “cuarta”, “barlovento”, “braza” o “amura” más propio de las labores náuticas. Esa simbiosis entre lo uno y lo otro, ese meter fuego en el agua, esa comunión entre el aire y la tierra es lo que quiere sintetizar la Regata Saint Felicien que propone que cada quien haga lo que mejor hace pero de un modo diferente.

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