Salgado Grands Crus es la gama de chocolates premium con denominación de origen que elabora Chocolates Fénix. Gracias a un intenso trabajo, en busca de los mejores granos del continente, la marca lanza hoy su línea Salgado Amazónicos, elaborados con cacao silvestre.

Salgado Amazónicos incluye tres tipos de chocolate semi amargo, según las diferentes regiones de donde proviene el cacao: Moxos (Bolivia), Napo (Ecuador) y Apurímac (Perú). Los granos se cultivan de forma natural, sin agroquímicos, y según los principios del comercio justo.

 

Orígenes

Una buena parte del cacao tradicional cultivado en América se ubica a lo largo de sus costas tropicales y en el Caribe. Bahía, Guayaquil y Trinidad son algunos ejemplos de estos legendarios orígenes. Históricamente, la cercanía a los puertos de estas plantaciones significaba una ventaja importante a la hora de preparar los embarques hacia Europa. Sin embargo, también se cultivaba cacao de calidad en el interior del continente sudamericano, precisamente en la cuenca del Amazonas, cuna originaria de la especie. Descendientes directos de los primeros pueblos indígenas amazónicos mantienen aun hoy esta tradición, en algunos casos desde hace más de cuatrocientos años.

 

Calidad

La colección Salgado Amazónicos se fundamenta sobre tres principios esenciales:

Calidad de producto: la ausencia de manejo genético artificial de la materia prima, que permanece intacta desde hace centenares de años, da como resultado un producto puro, parejo y de sabor constante. El cuidado del producto que realizan las tribus autóctonas implica la no utilización de plaguicidas ni fertilizantes químicos lo que garantiza un cultivo limpio y un cacao saludable.

Calidad ecológica: el árbol del cacao es un ejemplar de bajo porte que requiere sombra permanente para su correcto desarrollo y siempre crece por debajo de otras especies de mayor tamaño y altura. Es uno de los cultivos que se preservan frente a la deforestación indiscriminada que ocurre en la Amazonia.

Calidad social: los pequeños productores de cacao se encuentran tradicionalmente desfavorecidos, debido a su bajo poder de financiamiento y su posición adversa en relación a las economías de escala. En lugares remotos como la amazonia, esta situación es aun más incisiva. El cacao amazónico utilizado para esta línea se obtiene de organizaciones sin fines de lucro o cooperativas que aseguran al productor una retribución justa y honesta.

 

Sobre el producto final

MOXOS 72%

Variedad: Forastero Amazónico.

Terroir: llanos de Moxos, región del Beni, Bolivia.

La mitad del cacao Boliviano crece en la Amazonía, en la mayor reserva mundial de cacao silvestre. Durante el siglo XVI, predicadores jesuitas de la región enseñaron a cultivar el cacao y a producir un rudimentario chocolate a los nativos del lugar utilizando las variedades que ya existían en la zona o importando ejemplares desde otras colonias españolas. Hoy las plantaciones de este cacao silvestre se extienden en forma errática por todo el Beni boliviano, siendo los Llanos de Moxos su principal centro de acopio.  Los granos de cacao orgánico se obtienen de forma directa de las organizaciones de productores, conformadas por cientos de familias de indígenas en la cosecha estival.

 

NAPO 65%

Variedad: Forastero y Trinitario.

Terroir: valle del río Napo, Ecuador.

El río Napo nace en el volcán Cotopaxi en los Andes y es uno de los afluentes más importantes que da vida al Amazonas. Antes de unirse al inmenso caudal amazónico, se escurre a través de la selva oriental del Ecuador. Allí, comunidades Kichwas cultivan el cacao en forma orgánica desde hace cientos de años. La diversidad de variedades de cacao cultivadas en esta reducida región, que forma parte de lo que se considera la cuna genética del cacao, resulta en un aroma complejo y único que permite fabricar chocolates de finísima calidad. En un entorno aislado, la milenaria variedad Forastera propia del lugar se ha ido enriqueciendo con ejemplares de tipo Criollo y Trinitario. Hoy, los nativos organizados en cooperativas productivas comercializan este cacao tan especial en forma directa logrando un precio justo por su trabajo.

 

APURÍMAC 76%

Variedad: Trinitario.

Terroir: márgenes del río Apurímac, Perú.

El río Apurímac, que significa “Dios que habla” en la lengua indígena autóctona, nace en la cordillera andina para luego tomar un rumbo sur-norte antes de volcar su caudal a otros afluentes amazónicos. En su trayecto, el Apurímac atraviesa la selva peruana bordeando el Cusco, donde miles de años atrás la civilización de los Incas lograba su esplendor. En la actualidad los campesinos indígenas cultivan este cacao de genética diversa, de alta intensidad y sofisticados aromas secundarios a flor y caramelo.

 

Los chocolates se pueden conseguir desde octubre en vinotecas del país a $120 la tableta de 75gr.

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