5 Malbec tradicionales para entender el origen de todo Fabricio Portelli 30/12/2022 Notas, Vinos Notas 314 por Fabricio Portelli para The Wine Time 5 Malbec tradicionales para entender el origen de todo El auge del Valle de Uco y los estilos más frescos, apoyados en momentos de cosecha temprana, utilización de racimo entero en la fermentación y las vasijas de cemento, opacaron el auge de los Malbec más tradicionales, ya sea por zona o por concepto. Sin embargo, gracias a ellos el Malbec hoy se está consagrando. Cuando empecé a tomar vino el Malbec no era protagonista. No estaba ni en la etiqueta del Toro Viejo en botella de litro con tapa a rosca que servía mi viejo en la mesa todos los días. Tampoco en el Termidor en Tetra Brik que llegó después. Mucho menos en las damajuanas que inundaban las guitarreadas en lo de mis tíos en aquellas noches chaqueñas, tan calurosas como divertidas; más para los grandes. Salir a comer afuera era un lujo, algo que se daba con suerte una vez al mes. Y ahí tampoco aparecía el Malbec. A veces un López, otras un Don Valentín Lacrado, y de vez en cuando las siempre recordadas caramañolas de San Felipe o Perdriel. Ya de adolescente, cuando empezamos a salir a comer con los muchachos, el tinto elegido en las parrillas era el Valmont, y tampoco la palabra Malbec aparecía. A los 29 años degusté por primea vez una copa de vino, fue en 1999, y desde ese momento no me alejé más del él. Ahí ya se hablaba del Malbec, pero solo en los círculos vínicos. Aunque ese Malbec no me llamaba tanto la atención, porque ni siquiera a los hacedores se las llamaba. Salvo a los que venían de afuera, como Michel Rolland, Paul Hobbs, Alberto Antonini, Roby Cipresso y Atilio Pagli, a quienes fui conociendo con el paso de los años, y de muchos vinos. Todos ellos vieron en el Malbec algo que los argentinos no veíamos. Hay que recordar que todos los “grandes vinos argentinos” de aquella época eran concebidos a partir del Cabernet Sauvignon; el rey de los tintos, ya sea como varietales o (generalmente) blends. Pero la necesidad de encontrar un lugar en el mundo, prácticamente por haber llegado tarde al juego de las exportaciones (Chile estaba ahí hacía 30 años), lo colocó casi sin querer en la vidriera. Claro, los otros vinos elaborados con las variedades internacionales quedaban muy expuestos al compararlos con los referentes de las categorías (Burdeos para el Cabernet Sauvignon, o Borgoña para el Pinot Noir y Chardonnay). Pero al Malbec no se lo podía comparar con ninguno, simplemente porque nadie lo hacía. Miento, en Cahors; la comuna al Sudoeste francés que le dio origen; sí. Pero esos vinos eran más asociados a la zona que a la cepa. Y, a decir verdad, no tenían tantos atributos como para que la uva saltara a la fama. Pero en la Argentina ya era la segunda variedad tinta más plantada, y la oportunidad estaba a la vista de todos. Recuerdo que en los vinos top de la cosecha 2002; supuestamente la mejor de las últimas décadas hasta entonces; el Malbec ya era el protagonista casi absoluto. Y de la nada surgieron los “grandes vinos argentinos de Malbec”. Pero a mi parecer, en su mayoría eran concentrados, algo sobre maduros y muy maderizados. Me costaba apreciarlos, y por eso repetía que el Malbec no era mi vino favorito, y me iba más por el lado del Cabernet Sauvignon y del Merlot. Dos tintos mucho más equilibrados y menos sobre exigidos que nuestra flamante estrella. No era algo que me ponía orgulloso, porque ya estaba inmerso en el periodismo del vino, y me molestaba no poder apreciar al Malbec como sus hacedores pregonaban. Por ese entonces, las bodegas de propietarios extranjeros se multiplicaron, y todas venían a por lo mismo; el Malbec. Pero con la cosecha 2006 todo cambió, al menos cuando esos vinos llegaron al mercado. Y ahí empecé a apreciar bien el Malbec. Ya no eran esos tintos concentrados y maderizados, la fruta y la frescura habían tomado la posta, y los lugares empezaban a diferenciarse. El Valle de Uco comenzaba a hacer de las suyas, y nada volvió a ser como antes, al menos para mí. Desde entonces, cada vez que degusto un Malbec siento cosas diferentes. Tan lejos está de aburrirme. Y no es que lo crea infinito, sino que esto recién empieza. Hoy los agrónomos y enólogos están empezando a sacarle el jugo a lugares específicos de la mano del Malbec. Porque no solo sirve comercialmente, sino que ha demostrado ser el mejor vehículo para mostrar un paisaje a través de las copas. Hoy, con varios exponentes 100 puntos y una diversidad que crece consolidada, en términos cualitativos y estilísticos. Y si bien los modernos fueron los que llegaron y patearon el tablero, hay algo en los vinos tradicionales de hoy que no los tienen los flamantes exponentes de altura; la experiencia. ¿Qué significa eso? La relación de la viña con el lugar. Claro que a los lugares los interpretan los hacedores, pero también las plantas se van desarrollando con el paso de las vendimias. Y en esas raíces que llegan más profundo está la calve de esas sutilezas que hoy también se pueden apreciar en los Malbec tradicionales. Porque a esos también se los maneja y riega mejor que hace años, sin estresar las viñas, y se los cosecha en un punto de mayor frescura y expresión de fruta y se lo vinifica con menor intervención para respetar el carácter del lugar. Es decir que técnicamente son inobjetables, pero además tienen el plus de la experiencia de las vides. Por suerte varios hacedores entendieron que el camino es respetar ese legado natural para lograr vinos únicos. Fabre Montmayou Terruño Reserva Malbec 2019 Fabre Montmayou, Mendoza $2160 La consistencia de este Malbec a lo largo de los años es sorprendente, porque a pesar de seguir creciendo en volumen logra mantener estilo y calidad. De aromas amables, hay frutas rojas de primera zona y muchas especias. Con fuerza y una potencia bien dominada, los taninos incipientes sobresalen y resaltan en su final ese costado especiado. Igualmente es generoso en su carácter frutal y, como siempre, habla muy bien del Malbec de la primera zona. Beber entre 2022 y 2024. 90 Puntos Portelli Magno Córpore Gran Malbec 2018 Finca Bandini, Las Compuertas, Luján de Cuyo $6900 Es la segunda cosecha de este gran exponente de lugar, una visión actual de Malbec del lugar más tradicional. Eligiendo las parcelas personalmente junto al Ing. Agrónomo Marcelo Canatella, y trabajando el vino con microvinificación, Marcelo Pelleriti pensó este vino para transmitir el lugar hoy, y dentro de 20 años. De aromas equilibrados pero intensos, donde la fruta y la madera conviven. Es un Malbec con cuerpo y fuerza, con las notas de crianza que acompañan. De trago amplio con taninos firmes y leves dejos herbales que aportan carácter, y resaltan su perfil auténtico de Las Compuertas. En su segunda edición, también transmite la cosecha, por su mayor fluidez más allá de su buena concentración. Beber entre 2022 y 2027. 92 Puntos Portelli Nieto Senetiner Villa Blanca Estate Malbec 2017 Bodega Nieto Senetiner, Vistalba, Luján de Cuyo $8350 Esta es una historia en movimiento constante, eso se ve en la antigua bodega totalmente equipada, y en las 17 has de viñas viejas (y en pie franco) de Vistalba que datan del 1900. Allí, Santiago Mayorga viene haciendo un trabajo de recuperación y respeto por la tradición del lugar, pero mirando hacia el futuro. Acá logra un Malbec de aromas delicados, bien de Vistalba, con fruta roja fresca y especias. De paso consistente y texturas equilibradas. Beber entre 2022 y 2027. 92 Puntos Portelli Angélica Zapata Alta Malbec 2017 Catena Zapata, Mendoza $9900 Si bien acá hay una combinación de uvas provenientes de diversos viñedos de la familia Catena (Angélica, La Pirámide y Nicasia), Alejandro Vigil siempre busca la expresión de las vides con más experiencia para lograr este vino. Y es por ello que cada cosecha tiene su carácter. Acá se destaca el equilibrio intenso de sus aromas y sabores donde. Las frutas de baya y especias frescas son protagonistas, con suaves dejos tostados. Voluptuoso y vivaz, con texturas delicadas y un final muy Malbec, con gran potencial. Sin dudas, este Malbec argentino les enseñó a muchos otros a ser Malbec. Beber entre 2022 y 2027. 94 Puntos Portelli Kaiken Mai 2019 Bodega Kaiken, Vistalba, Luján de Cuyo $15900 Hace varios años que este vino encontró su mejor estilo, respetando más su tradicional terruño y el carácter inconfundible que le imprimen las viñas de más de 70 años. Pero además de su sentido de lugar y tipicidad varietal, la cosecha se refleja cada vez más y mejor. A este 2019 se lo siente joven aún, pero con cierto equilibrio y un carácter propio apoyado en las frutas rojas algo maduras, con notas de cuero y especias. Muy buena fluidez gracias a su frescura sostenida que además aporta profundidad. Se nota que fue una cosecha fresca. Beber entre 2022 y 2029. 94 Puntos Portelli