Torrontés Riojasi Fabricio Portelli 03/12/2014 Notas, Vinos Notas 1 Comentario 2220 No se trata de una nueva variedad, ni mucho menos de un error de ortografía, sino más bien de una afirmación de lo que debería ser. El vino se hace a partir de uvas, frutas de la especie vitis vinífera (europea). Si, incluso nuestro afamado Malbec tiene su origen en Francia, muy lejos de Mendoza, donde por suerte se instaló y se adaptó de maravillas. Sin embargo, con el correr de los años y por cuestiones naturales, se convirtió en un cepaje autóctono; que está viviendo uno de sus mejores momentos. Estoy hablando del Torrontés, ese varietal blanco de nombre hispano que por estas tierras en realidad es un cruzamiento natural entre la uva Criolla y la Moscatel de Alejandría. El mismo que acompaña al Malbec en su exitosa vuelta al mundo con todas sus fragancias tan únicas como intensas. A tal punto que en los últimos años ha demostrado, en numerosos concursos internacionales, ser el responsable de los blancos aromáticos más premiados. Esto significa que el Torrontés actualmente es el mejor blanco aromático del mundo. Un vino ideal para ciertas ocasiones. Para empezar, para comidas informales o bien picantes, más allá de los platos típicos del NOA. Foto: Carolina Donaire Miguel (Brascó) siempre lo defendió; incluso aquella vez que escribió en su columna de la revista La Nación que era gay. Ya que su única intención fue alertar de que los enólogos lo estaban alejando de sus tipicidad es chúcaras (léase auténticas). Es cierto que, como la gran mayoría de los vinos argentinos, el Torrontés ha evolucionado. La tecnología ayudó mucho, pero también el know how de cómo hacerlo pero sobre todo de cómo llevarlo en la viña. Gracias a eso hoy hay exponentes en diversos niveles de calidad y precio, con sus vaivenes de boca amarguitos y dulzones muy bien domados. Y si bien nunca llegará a ser un gran vino; justamente por esa carga expresiva, por decirte todo a la primera copa y no guardarse nada, o por dar lo mejor de sí cuando joven. También por esas fragancias entre florales y frutales y ese ímpetu que empieza amable y termina seco, refrescante y contundente; es sin dudas un blanco único y argentino. Foto: Carolina Donaire De los tres tipos de Torrontés que se elaboran en nuestro país, hay uno que sobresale por lejos, al punto tal que varios enólogos mendocinos viajan kilómetros para elaborarlo, lejos de sus bodegas y sus viñedos. Los tres llevan por apellido su provincia de origen. Mendocino, santuario y riojano. Y es este último el más famoso y exitoso, aunque no en su terruño originario. El destino (o el hombre) quiso que se luciera más en los Valles Calchaquíes, principalmente en Cafayate (Salta) y sus alrededores. Siendo hoy el símbolo de la vitivinicultura de altura salteña, más allá del auge de los tintos. Pero en La Rioja hay más hectáreas, viñedos más antiguos y una cultura tan o más antigua que en las demás zonas vitícolas. Quizás ser cuna de una de las cooperativas más importantes de Sudamérica, selló su presente y marco su futuro. Ya que así se promueve a pequeños productores que juntan sus uvas para hacer un vino. Mientras que en Salta hubo desde siempre grandes bodegas familiares, que luego pasaron a manos de grandes multinacionales, y marcaron un rumbo comercialmente más exitoso, y con mayor valor diferencial. Raro no que siendo una de las pocas variedades en el mundo que lleva su origen en el nombre, no pueda ser tan profeta en su tierra. Foto: Carolina Donaire Estuve recorriendo La Rioja, desde sus Costas Riojanas (bordeando el Velazco), hasta el Valle del Bermejo, pasando por Villa Unión y el inmenso Valle de Famatina. Recuerdo que una vez un gran ingeniero agrónomo me confesó que el mejor lugar para elaborar vinos era un pequeño valle en La Rioja. Y al parecer no se equivocó ya que terruños aptos sobran. Lo que falta quizás es más gente haciendo vinos. Sin dudas La Rioja debería recuperar su liderazgo a manos de su Torrontés, tiene con qué. Han desarrollado en La Riojana una levadura especial, saben muy bien como conducirlo y elaborarlo. Sólo deben animarse a ir un poco más allá. Degusté varios y encontré similitudes con sus pares Calchaquíes, pero con una personalidad diferente. Los riojanos tienen más cuerpo, son más musculosos, más voluptuosos, llenan más la boca. Y esto hace que sus ímpetus florales y salvajes sean más moderados; y la buena frescura empieza a lograrse. Sólo les falta convencerse más y más masa critica. No puede ser que una de las bodegas más nuevas y pujantes de la provincia, con mayores pretensiones y muy buenos vinos, no lo tenga ni siquiera plantado. Me gustaría que el Instituto Nacional de Vitivinicultura les permitiera sólo a ellos poner en la etiqueta el nombre completo del varietal; Torrontés Riojano. Como un reconocimiento a la vez que una protección al origen original de nuestra única uva autóctona. Y a partir de allí que puedan mostrar la diversidad de sus eternos valles. Y así como La Riojana vinifica siete Torrontés diferentes por año, que se multipliquen y se sumen a la oferta variada que llega del norte. Foto: Carolina Donaire El Torrontés es un vino que nos representa tanto como el Malbec, salvando las distancias (calidades y cantidades). Es un blanco único, y si no lo defendemos y disfrutamos nosotros, nadie lo va a hacer. Acordate, ahora que empieza el verano es el mejor momento para disfrutar los del año (2014), recién llegados al mercado. Tenes varios Torrontés para conocer;. Mendocinos de Mendoza, sanjuaninos de San Juan, Riojanos de Salta, Riojanos embotellados en Mendoza y Riojanos de La Rioja. Vos decidís. Una Respuesta Torrontés Riojasí : ArgentineWines.Com 10/12/2014 […] 03/12/2014 Fuente: Fabricio Portelli. […]