Vinos sin tiempo Fabricio Portelli 28/10/2018 Notas, Vinos Notas 3409 Trapiche es una de las bodegas más grandes de la Argentina. Tradicional por su historia y la vigencia de muchas de sus marcas, pero a la vez moderna por el empuje constante de sus vinos. Hace tiempo que Daniel Pi es el referente de la bodega, pero también del Grupo Peñaflor, y eso lo ha llevado a formar grupos de trabajo en cada una de las bodegas del grupo. En Trapiche su eterno ladero es Sergio Casé, quién ingresó en 1999 y de muy joven, a las órdenes de Ángel Mendoza. Y como tal, las ganas de hacer vinos lo movían, pero más la curiosidad. Eso lo llevó a hurgar en los subsuelos de la vieja bodega donde encontró miles de cajas húmedas con vinos viejos. Le llevó varias semanas entender lo que había allí, y convenció a Daniel que aquello era un tesoro abandonado. Se tomó su tiempo para reclasificar esos vinos, degustaciones mediante, y los ordenó en una vieja pileta grande. Allí armó tres bóvedas a las que hizo cerrar con reja, y desde entonces la llave la tiene solo él. Sergio armó varios lotes de 100 y 200 botellas cada uno, de viejas añadas de Fond de Cave, por aquel entonces un “Gran Vino Tinto”, elaborado con uvas de la primera zona, donde se encuentran los viñedos más antiguos de Mendoza, a 900 msnm aproximadamente. En 1973, Cuando Sergio Casé nació, ya pertenecía a la cuarta generación de hacedores. Su padre trabajó 26 años en Bodegas Giol, elaborando el aún vigente Canciller. Su nono era propietario de una antigua bodega de la región en donde Sergio se casó. Y su bisabuelo elaboraba vinos en el Piamonte. Hace varios años que la línea Fond de Cave está bajo su exclusiva responsabilidad, hoy abierta en diversos varietales y en versiones Reserva (en 1999 aparece el primer Fond de Cave Malbec Reserva) y Gran Reserva. “Desde la cosecha 1980 el Fond de Cave ya salía con denominación varietal Cabernet Sauvignon. Su conservación era en grandes cubas de roble, y se respetaba mucho el vino, por eso la madera era más amable. Hay una cuba de 300.000 litros en una de las bodegas, y las barricas recién aparecen a principio de los 90´ para satisfacer el gusto americano”, explica Sergio. Una nueva vieja idea Allá por 2010, Sergio y Daniel se preguntaron qué hacer para rememorar los vinos tradicionales que eran mezcla de varietales de diferentes años. Así nacen los Fond de Cave A´ Temps, un Malbec y un Cabernet Sauvignon que no tienen añada, porque están elaborados con vinos de diferentes años. La cosecha 2011 de Malbec estuvo marcada por una primavera 2010 muy fría, con alguna helada que provocó una reducción de rendimientos naturales, y obviamente más concentración. “Jamás hicimos sangrías ni raleos porque es ir en contra de lo natural, y además no va de la mano de lo financiero”, acota Sergio, quien prefiere manejar el vino desde la poda. El Malbec es de Gualtallary, de una parcela muy pequeña que da poco volumen. Pero ese vino con carácter propio no podía formar parte del Terroir Series porque es un Single Vineyard; y algo especial había que hacer con él, pensaron los hacedores. El Malbec 2011 tuvo una crianza de 24 meses y representa el 65% del corte, el 2012 (30%) reposó un poco menos en barricas, y se refrescó con un toque de Malbec sin madera de la cosecha 2014, “la frutilla de la torta”, dice Casé. Por su parte, el Cabernet Sauvignon es de Cruz de Piedra, en Maipú, una variedad y una zona que tanto Daniel como Sergio conocen muy bien. Por eso, hace algunos años comenzaron a guardar lotes, y sabían que tenían algunas barricas especiales que tarde o temprano encontrarían su etiqueta adecuada. Elaborados a la antigua, pero con mentalidad moderna y pensando en el futuro, el corazón del vino se hizo en piletas con epoxi y luego bajaron a barricas. “Mezclar las barricas fue la clave, y en 2014 se armaron estos blends que hoy salen a la luz”, celebra Sergio. El Cabernet Sauvignon es una combinación de las cosechas 2012 (68%), 2013 (12%) y 2014 (20%), “solo agregamos un pequeño porcentaje de vino sin madera para aportar fruta fresca, pero muy poco porque los vinos ya estaban redondos”, aseguró el enólogo. Se nota que Sergio Caasé es el más indicado para combinar las cosecha de Fond de Cave, porque los conoce muy bien, y además está enamorado de su historia, tanto que cuida personalmente ese tesoro vínico que descubrió. Degustando vinos con y sin tiempo A Sergio Casé le gustaría probarlos en 30 años para poder hacer una comparación pareja con esos tesoros vínicos que descubrió en los sótanos de la vieja bodega. “Estos vinos poseen otra estructura y enología a nivel viñedo, con 15.2 grados de alcohol, con uvas más maduras, y por ende con más capas de células a nivel de granos y más polifenoles. Todo indica que van a durar más tiempo que los antiguos Fond de Cave”, confiesa el winemaker. Fieles a la tipicidad y carácter varietal, el Cabernet Sauvignon es más classy y el Malbec es más moderno en estilo. Son 2500 botellas de cada etiqueta, y llegan con cuatro años de estiba; ya aseguran que los del año próximo serán distintos. A Sergio Casé lo emocionan estos vinos porque recuerda cuando los empezaron a diseñar con el equipo, a imaginar cada vino con la gente que pasó por esas barricas. “Son cosas pequeñas y muy cuidadas”, dice. Fond de Cave 1971 (Vino Fino con 12,5 grados) De aromas limpios y buena intensidad, con mucho de membrillo maduro. Paladar franco, texturas suaves y dejos licorosos, con algo terroso y de higo seco, y una acidez sostenida. Muy bien llevado, con paso delicado, y un final amable, con ahumados secos y café que hablan de una buena evolución. Fond de Cave 1978 De aromas equilibrados, pero no muy expresivos. En boca mantiene agarre con cierta firmeza y una textura algo pastosa. Ya se fue. Fond de Cave 1980 (Vino Fino con 12,5 grados) Aromas a encierro, con algo de combustión y un dejo animal. En boca algo desarmado, con la acidez que se despega un poco, y taninos secos. De trago poco profundo y sin la fuerza del 71. Hay mucha intensidad de aromas, pero ya sin equilibrio en boca, con final de tierra mojada. Para Sergio Casé está más vivo y en la textura se siente la tipicidad del Cabernet Sauvignon. Fond de Cave 1982 De aromas equilibrados, con buen volumen, y si bien no es muy expresivo se mantiene con mucho equilibrio. De paso delicado, muy bien, incluso con cierto agarre y una madurez de fruta casi moderna. Con sus 36 años se llevó los aplausos de todos, incluido Sergio Casé. Fond de Cave 1986 De aromas caramelizados, con algo de encierro y cierta expresión. Dejos ahumados suaves y sabores del tiempo. Paladar amable y muy caramelizado más allá de sus texturas incipientes. Cálido en su mensaje y de trago poco profundo. Se nota que es de otra era enológica, pero sobrevive. Fond de Cave 1991 De aromas limpios, pero poco expresivos. Buen cuerpo, austero y con taninos algo granulosos. Sabores no muy definidos, con algo de frutas maduras y especias, cuero y ahumados. Más del estilo del 80´, aunque más entero. Cuando se abre, aparece algo mentolado, suave y sutil en su final de boca. Fond de Cave A Temps Malbec Bodega Trapiche, Valle de Uco, Mendoza $ – $$ – $$$ – $$$$ (Oct2018 $790) Blend de cosechas: 2011 (65%), 2012 (30%) y 2014 (5%). De aromas expresivos a Malbec, amable y con buen volumen, incluso cierto agarre. Se nota algo de madurez, pero también de fruta roja viva, con texturas todavía firmes, y la madera que empieza a integrarse. De paladar franco, llena la boca con algo de frutas negras y especias, cierta calidez y potencia, bien equilibrada por la frescura. Es un Malbec completo con una atractiva madurez final. Según su hacedor (Sergio Casé) tiene un potencial de guarda de 30 años. Beber entre 2018 y 2022. Puntos: 90 Fond de Cave A Temps Cabernet Sauvignon Bodega Trapiche, Cruz de Piedra, Maipú $ – $$ – $$$ – $$$$ (Oct2018 $790) En este blend de cosechas 2013 (68%), 2014 (12%), 2014 (20%) que lleva la firma del enólogo Sergio Casé, se evidencia no solo el carácter del terruño sino también clasicismo del cepaje. De buena frescura, con tensión y taninos firmes que quieren afinarse. El carácter vegetal se siente, algo amable con cierta evolución y algo de tierra mojada. De final fresco, con algo herbal, final persistente y un buen potencial de guarda. Se hicieron apenas 2500 botellas. Beber Puntos: 91