Un Espacio a la altura de la Bodega Fabricio Portelli 02/07/2016 Notas, Vinos Notas 1944 Comer en la bodega es mucho más atractivo que sólo degustar sus vinos cuando se la visita. Al menos eso es lo que demuestran las estadísticas que describen al turismo enológico como una de las categorías de mayor crecimiento y con mayor proyección. La Argentina y sus paisajes vínicos aportan lo suyo, aunque los protagonistas indiscutidos siguen siendo los vinos y sus hacedores. Acá, el desafío de Trapiche no sólo era proponer un lugar para que los turistas que se acercaran a la bodega pudieran disfrutar mejor de sus vinos, sino que había que ir un paso más allá. Porque su fama y prestigio se lo imponen, y porque además, la oferta mendocina es cada vez más sofisticada y competitiva. Se sabía que los vinos estarían a la altura, y que además el restaurante de la flamante bodega El Orgullo podría atesorar las botellas más especiales de la casa, cosechas discontinuadas o agotadas, vinos en primicia, o simplemente esos vinos que nacen por casualidad y capricho del enólogo y que no salen al mercado sólo por cuestiones comerciales. El personaje elegido para poner al frente de los fuegos y que pudiera crear una propuesta que abarcara todas las creaciones de Daniel Pi (enólogo) y su equipo fue Lucas Bustos. El chef local que más hizo por la gastronomía en bodegas. Y a diferencia de sus otros proyectos, acá pudo pensar todo desde el vamos. Así fue que todo lo que pasó por su cabeza, y hasta soñó para la cocina, se hizo realidad. Moderno y sustentable El salón exhibe una arquitectura moderna, de espacios despojados y mucha luminosidad. Rodeado de un jardín de viñas y la huerta orgánica, mirando a la imponente bodega, que iluminada de noche parece pintada en el paisaje. Hay sitios para todos los gustos, sillones con mesas chicas para las parejas, mesas redondas más grandes para las familias y grupos de amigos, un espacio aparte dedicado a los turistas que buscan una propuesta más informal. Y para esos que llegan en sus bicicletas, recorriendo los Caminos del Vino, hay mesas altas comunitarias, adentro y afuera, cercadas por los distintos fuegos, hornos de barro y parrillas estratégicamente ubicadas. El ingreso principal está dominado por una cava subterránea con su techo de vidrio que impacta al llegar. Allí descansa la gran variedad de vinos de la casa esperando por su descorche. Parte de la cocina está la vista, y el movimiento de la brigada, elegante y silenciosa, le aporta mayor calidez al ambiente. Cómo hacer para superar las expectativas que genera un lugar así es ahora el gran desafió de Trapiche, porque todo lo que pase allí, repercutirá en su imagen. Sobre todo teniendo en cuenta que los que pasan por una bodega, y más los que se detienen a comer allí, suelen ser los consumidores más interesados en el tema, y supuestamente son más exigentes que la mayoría. Al mismo tiempo, una bodega así no podía copiarse de las demás, sabiendo que ya existen más de diez restaurantes reconocidos de bodegas alrededor de la capital mendocina. Ahí fue donde Lucas Bustos puso toda su creatividad al asador y, junto a Daniel Pi, dio vida al Espacio Trapiche. Además de los vinos, la propuesta gastronómica del lugar se sustenta en los productos propios de la huerta orgánica y la granja que forman parte de los jardines que rodean a la bodega. Y con ese espíritu de sustentabilidad, el mismo con el cual se conducen los viñedos biodinámicos que se ven desde cualquier mesa del restaurante, se concibe cada plato. Pero no era solo cuestión de maridar, también había que entretener y sorprender para que la visita a la bodega sea una experiencia única. El menú con el cuál inauguró semanas atrás es digno de un restaurante de alto nivel, ya sea de San Pablo, Lima o Buenos Aires. Por la puesta en escena, la combinación de sabores y los maridajes propuestos. Un menú de 8 pasos donde lo fresco y lo natural no sólo se ve, sino también se percibe en los aromas, sabores y texturas de cada bocado. Pero también hay una carta amplia, la alternativa de hacer un pic nic (diurno) y propuestas para los más chicos. Porque no sólo se apunta al turismo, sino que el Espacio Trapiche promete convertirse en uno de los lugares más concurridos por los mendocinos, ya que está a sólo 20 minutos de la ciudad. Una experiencia única Sin dudas, para vivir la experiencia completa hay que hacer el Menú Degustación ($850), y dejarse llevar por esos platos y vinos que buscan resaltar la biodiversidad del espacio que los rodea. El primer paso evoca a la Huerta y se denomina Manzanas y Levaduras. Es una lámina de manzana seca con una acidez punzante, y un pequeño bocado de masa, consistente y denso. Eso se acompaña con el Sauvignon Blanc Costa & Pampa 2014, la bodega que acaba de inaugurar el grupo a 12km del mar, en Chapadmalal. Sabores definidos que conviven con el fin de limpiar el paladar y abrir el apetito. Simplemente, un gran comienzo. Siguiendo, Gallinas es un plato tan sabroso como atractivo. Un huevo en un corral, con una mousse de cítricos, peras Williams y una emulsión de limón. Una combinación delicada y de texturas densas que se acompaña sigilosamente con el Gran Medalla Chardonnay 2014, un blanco de Gualtallary con su acidez bien puesta, para prolongar la frescura y seguir provocando los sentidos. Con Ovejas, el tercer paso, llegan los colores oscuros en el plato y el primer tinto a la copa. El queso de oveja, tierra de hongos de pino y cremas de remolachas a la sal es una propuesta que combina la intensidad de sabores con texturas cremosas. Por eso el Trapiche Costa & Pampa Pinot Noir 2014 se luce, porque acompaña con delicadeza esas complejas sensaciones. Viñedo (en Otoño) es el que se lleva el premio al mejor vestuario, si se tratara de un concurso de moda, no solo por sus colores llamativos sino porque no es frecuente ver un alambrado sobre el plato. Se trata de unas croquetas de quínoa, pimientos morrones y crujientes de pimientos cuatro cascos. Allí aparece el Fond de Cave Cabernet Franc 2014, que con sus dejos herbales y buen cuerpo vivaz, se suma al espectáculo en el paladar. Vacas es el principal, un medallón de filet grillado en su punto, con crema de cebollas asadas, papas espunta, tomates de la huerta y tinta de Malbec. Lo cual anticipa el varietal elegido. Pero no se trata de un simple Malbec sino de uno de los máximos exponentes de la casa y de la Argentina, el Terroir Series Finca Coletto 2011. Carne asada y Malbec, el maridaje nacional por excelencia, pero mucho más sofisticado. Como antesala del postre llega Llamas, lana de azúcar y manzana al Chardonnay que vienen en un frasquito, y se acompaña con una copa de Trapiche Costa & Pampa Brut Rosé. Ideal para limpiar el paladar y entregarse a las dulces tentaciones. Cabras es el postre que deja bien en claro la importancia de los productos de granja y la sustentabilidad de toda la propuesta gastronómica. Es un queso de cabra con dulce de alcayota, crema helada y aceite de oliva biodinámico (que se pone sobre el helado), y que también se disfruta con el Brut Rosé. El Espacio Trapiche propone mucho más que una comida en bodega, ofrece una experiencia natural y terrenal, pero llevada a otra dimensión. Con productos de huerta y granja interpretados por cocineros que buscan provocar todos los sentidos. Y, de la mano de los vinos de Daniel Pi, lo logran. El nuevo Espacio Trapiche es un lugar que todo amante del vino se merece conocer y experimentar. INFORMACIÓN TURISMO DE MENDOZA Denominada la “Tierra del sol y del buen vino”, Mendoza es uno de los destinos turísticos de la Argentina que recibe al viajero los 365 días del año no solamente con su habitual cordialidad, sino también con su más variada oferta de atractivos turísticos, difícil de encontrar reunida en un solo espacio geográfico. La próspera y creciente industria vitivinícola ha permitido y fomentado el desarrollo del Enoturismo como rasgo distintivo de la provincia. Mendoza recibe por año 2.5 millones de turistas y de ese número, 700.000 personas eligen hacer turismo enológico. Actualmente Trapiche recibe más de 20.000 turistas al año. Entre los cuales, el 70% son extranjeros de países como: Canadá, USA, UK, Brasil, Alemania y Francia, destinos que coinciden con los principales mercados de Trapiche. El restante 30% es Turismo Nacional de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba principalmente. Entre las visitas, hay un equilibrio entre hombres y mujeres, aunque hay una pequeña preferencia por el sexo masculino, el 55% son hombres. Los principales turistas que la visitan están entre los 20 y 36 años principalmente.