Cuánto más difícil para una bodega que tiene un prestigio que mantener, es sorprender al mercado con un vino nuevo. Porque caz etiqueta que ve la luz debe, ante todo, sumar a la causa. Y si encima, ese vino es un rosado, el riesgo se potencia.

Pero Alberto Arizu (h) ya está acostumbrado al desafío de seguir innovando respetando el legado y la tradición de los vinos de su familia. En 2015 no fueron tantas las novedades de la bodega, pero esta vale por diez. Porque hacer un vino rosado con pretensiones de gran vino es algo a lo que muy pocos se pueden animar. Seguro de su visión y lo que se viene en el mundo, vinos más amables y frescos para disfrutar en la mesa, se encaminó en este proyecto hace ya un par de años. El primero en saberlo fue su padre, el Ing. Alberto Arizu, quién rápidamente le puso el nombre a las uvas que conformarían ese vino que su hijo tenía en la cabeza.

Una vez elegido al Pinot Gris como gran protagonista, y aportarle un toque de Syrah para darle más volumen y gracia a un vino que se destaca por su densidad y textura refrescante. No le sobra nada, pero seguro se está guardando algo. De aromas introvertidos pero certeros, no busca impactar con intensidades, sin más bien con elegancias. Ideal para comer, ya que por su carácter se adapta muy bien a todo tipo de comidas. Tal como lo comprobó Dolli Irigoyen, quien lo sirvió en su Espacio Dolli con pizza de cebollas caramelizadas y queso Brie, con ceviche, langostinos apanados y hasta un cordero al curry.

Es un vino que se acomoda al paladar de acuerdo a la situación; si hace calor, refresca, y si hace frío, lo envuelve.

Este rosado tan interesante por dentro, necesitaba lograr lo mimos desde la etiqueta. Y así se recurrió (muy hábilmente) al aforismo que en 1913 escribió Gertrude Stein en su poema Sacred Emily; Rosa, es una rosa, es una rosa.

Por eso el nombre del flamante rosé 2015 de Luigi Bosca es A Rosé is a Rosé is a Rosé ($280). Y su color es tan impactante como su nombre y etiqueta. Una propuesta sumamente jugada de una de las pocas bodegas argentinas capaces de respetar su tradición y al mismo tiempo estar a la vanguardia. Sin duda, este vino abre una nueva categoría de vinos argentinos, los rosados de alta gama.

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Sobre El Autor

Hace 22 años degusté un vino por primera vez y supe que querría hacer de mi vida profesional. Compartir mi pasión; por eso me dediqué a comunicar el vino. Más de 30.000 vinos degustados y 20.000 publicados, más de 100 revistas editadas y miles de notas. Siete años en TV, cuatro en radio y seis en la web. Más de 20 exposiciones de vino organizadas y más de 30 concursos internacionales como jurado, además de muchos viajes a zonas vitivinícolas del mundo. Todo esto, simplemente me ayuda a conocer más, para poder compartirlo mejor.

Una Respuesta

  1. Japonés

    Quería saber si vendes la caja del luigi bosca rosado, is a rose y como se puede abonar, soy de mar del plata