Familia Crotta, con 83 años de trayectoria y experiencia en el mercado, presenta tres nuevas líneas de vinos pensados para un público joven, fresco y dinámico, consumidor en diferentes lugares y momentos del día.

Sin descuidar su tradición familiar y excelencia distintiva, pero consciente de las variantes del mercado y del comportamiento del consumidor de vinos en Argentina, la bodega decidió cambiar e innovar creando tres nuevas líneas de productos: Le Muscat, Comienzos y Picnic.

“El cambio es ley de vida. Cualquiera que mire el pasado o al presente, se perderá el futuro”

“Con esta filosofía, y teniendo en cuenta cómo fue mutando y evolucionando el negocio y las características de los consumidores de vinos, decidimos hacer lo que nuestro fundador tenía como regla: cambiar e innovar”, comenta Carlos Crotta, uno de sus dueños.

“Como parte de una nueva historia Familia Crotta, presenta una renovada identidad. Más fresca, joven, dinámica y entretenida, mucho más encantadora y competitiva, acorde a un público objetivo que demanda este tipo de productos y estilos de identificación que hoy estamos lanzando al mercado”, agrega.

Le Muscat, Comienzos y Picnic “Tres nuevos productos que marcan el inicio de una nueva historia”

 

Le Muscat: “El último hit de las barras y las noches cool”

Con aire de mundo parisino, Le Muscat es creado pensando en la explosión y moda de la degustación de cocktails y la resignificación de la figura del bartender.

“Con Le Muscat buscamos ampliar las formas y momentos de consumo del Moscato. Que no sea una bebida para disfrutar sola o combinada con el clásico Ginger Ale, sino que también se disfrute en cocktails y tragos especialmente creados para la marca”, explica Carlos Crotta.

 

Comienzos: “Para celebrar cada comienzo, el de cada día”

Comienzos, una línea de varietales orgullosos de sus orígenes que hace honor a la nueva etapa de la Familia Crotta. Comienzos es creado pensando en quienes buscan vinos únicos, distintos y expresivos, un consumidor vanguardista en búsqueda de nuevas marcas y estilos.

“Con Comienzos buscamos llegar a un segmento premium y captar al canal de vinotecas y restaurantes, de ahí su diseño de alto impacto y significación”, remarca Carlos Crotta.

 

Picnic: “Todos los días, tu mejor día”

Picnic, una línea de vinos para acompañar las comidas y situaciones cotidianas. Picnic es creado pensando en un público joven. “Es un vino orientado al canal de cadenas, bares, bistrós y negocios gastronómicos”.

De esta manera, Familia Crotta abre el juego hacia un nuevo segmento de consumidores de vinos. “Trabajamos mucho en nuestra nueva imagen, portfolio de productos y en la segmentación estratégica de los canales de venta de cada línea. Nos alegra que sean testigo del comienzo de esta etapa y queremos que sean parte de una nueva historia de Familia Crotta”, concluye.

 

Un poco de historia: 83 años de excelencia y tradición familiar (1933- 2016)

En 1919, un niño de 14 años llegó solo en barco al puerto de Buenos Aires. Era el italiano José Eduardo Crotta. Había nacido el 1 de junio de 1905 en la región de Lombardía, en una aldea llamada “La Crotta”, en la provincia de Pavia. Su familia estaba compuesta por sus padres, que eran agricultores, y sus cinco hermanos de los cuales él era el menor.

En La Crotta la familia tenía una huerta a 800 metros sobre el nivel del mar, pero allí no se daban las viñas. En ese lugar transcurrieron sus primeros años hasta apenas entrada la adolescencia, cuando por los avatares de la Primera Guerra Mundial, se embarcó rumbo al sur de América.

Así fue que José Eduardo llegó a Buenos Aires. Su historia es la de miles de inmigrantes italianos que llegaron a fines del siglo XIX y principios del XX a la Argentina, muchos de los cuales escribieron la historia del vino argentino. Vinieron con sus saberes de agricultores pero también con la cultura del consumo. El vino era un compañero de todas las comidas.
Pero fue en la década del ’30, como parte de un proyecto que diseñó con su esposa, la austríaca Wilhelmina Ritz, a quien en Argentina llamaban Guillermina, que decidió levantar su propia bodega en la capital del vino argentino: la provincia de Mendoza. Vieron la oportunidad de comprar una bodega pequeña al este de esa ciudad, en un departamento llamado San Martín.

Así José y Guillermina, habían decidido hacer sus propios vinos, aquellos que, como sus hijos, llevarían el apellido de la familia.

La bodega y sus viñedos siguen en manos de sus descendientes. Sus nietos Claudia, Carlos y Carolinacontinúan produciendo vinos de la mejor calidad, manteniendo la tradición y el prestigio logrado durante tantos años de esfuerzo y dedicación.
Siempre atentos a las nuevas tendencias de la industria vitivinícola. A pesar de sus orígenes europeos, los Crotta apostaron a hacer vinos con la identidad de la tierra que los adoptó.

 

+ info en www.crotta.com.ar