Vino, el alimento de la conversación Fabricio Portelli 02/09/2016 Notas, Vinos Notas 1711 Su nombre es corto pero resume mucha historia. No solo porque el emprendimiento comenzó en 2007, sino porque todos sus responsables poseen una larga trayectoria en el mundo del vino, de ambos lados de la Cordillera de Los Andes. Pero sin dudas lo más lindo es que se trata de una historia de amistad y familia. LTU son las iniciales de estos verdaderos personajes del vino. Por el lado de Argentina, Julio Lasmartres (su familia vendió Nieto Senetiner hace muchos años), Ricardo y Mario Toso (uno de los agrónomos más reconocidos, ambos miembros de la familia fundadora de la bodega que lleva su nombre). Por Chile, Tomás Larraín (vinculado a Concha y Toro), Alfonso y Cristóbal Undurraga (miembros de una prestigiosa familia bodeguera). Seis amigos unidos por una misma pasión y un legado familiar compartido, ya que todos provienen de grandes familias de la industria y se juntaron para hacer un vino (literalmente) de amigos. Cristóbal Undurraga, muy respetado en el mundo entero por sus Koyle, es el responsable enológico de la casa, y fue quién dirigió una degustación vertical de casi todos sus vinos existentes, solo faltaron el fundacional 2007, el 2010 se elaboraron muy pocas botellas por elección y los 2014 y 2015 que recién están naciendo. El proyecto nace en 2007 con estas seis personas afines al vino y un viñedo especial de La Consulta. Es decir que LTU fue desde siempre y por filosofía un Single Vineyard. Pero no cualquiera ya que proviene del viñedo Rebon, eternizada por Paul Hobbs y uno de sus Viña Cobos. La finca lleva el apellido de su dueña, esposa de Julio, uno de los socios de LTU. Por ser un viñedo de 20 hectáreas plantado en 1998, de las cuales sólo utilizan dos, el proyecto no va a ir más allá de las 6000/7000 botellas anuales, ya que la demás uvas se las llevan Matías Riccitelli y la bodega Sottano, además del mencionado flying winemaker. Es un viñedo con marca y la uva vale un 50% más que las demás. Cristóbal Undurraga es un gran conocedor del suelo mendocino, ya que fue el primer enólogo de Kaiken que importó Aurelio Montes a principios del milenio. Y empujado por la necesidad de encontrar los mejores Malbec mendocinos llega a este viñedo y comienza a trabajarlo. Hoy, con varios vinos elaborados, Cristóbal asegura que tiene mucho potencial de evolución y recuerda cuando le tocaba describir las zonas en Kaiken, este de La Consulta “tenía la concentración natural y una suavidad de taninos que le hacía un link con el Maipo, ya que están a la misma altura. Además, el cajón del Río Maipo tiene mucho calcio y nace cerca del Río Tunuyán, y si bien no son suelos calcáreos tienen mucho calcio por el agua, es decir que es un Malbec de aguas calcáreas regadas por surco”, cuenta el enólogo. “Ya en 2002 Ricardo era un viñatero estrella” recuerda quién vendimió en 2002 el Kaiken Ultra con uvas de cinco productores destacados. Pocas cosechas fueron suficientes para que Cristóbal se enamorara de ese lugar y de esas uvas. Por eso, antes de regresar a Chile para emprender Koyle, su proyecto personal, toma la decisión de no desprenderse más de esa finca, y le propone a Ricardo Toso, propietario y a quién conoció gracias a su hermano agrónomo, hacer un vino entre amigos. Y pensar que la finca estuvo a punto de ser erradicada para plantar manzanos. Por suerte, desde 2007 nace LTU con el objetivo de seguir entendiendo más la viña. Es por eso que el LTU fue cambiando a través de las cosechas. Para Cristóbal, más conocido como Toti, LTU es un sueño cumplido. Es elaborar un vino por el placer que significa hacerlo en todos sus sentidos. Compartir con amigos y embotellar un lugar, con la tranquilidad de no depender de la venta del vino. No es que no lo quieran vender, no les importa tanto que no es lo mismo. Y eso le aporta una cuota más de romanticismo a este vino que nace en una viña única, pero más importante es que nace de una amistad sin igual. No obstante no fue tan casual esta feliz unión de los seis amigos. Tomás Larraín era el Gerente de Trivento. Cristóbal en 2002 viviendo en Mendoza conoce a Mario por trabajo, y a su hermano Ricardo por ser el propietario de la viña. Por otra parte, Mario está casado con una Lasmartres, hermana de Julio. En 2006 la familia Undurraga vende la bodega y Cristóbal, que nunca había trabajado en la empresa familiar, decide volver a Chile para dar vida a su Koyle. Este joven enólogo ya había trabajado en Napa, Australia y en Chateau Margaux. Se fue de Chile a los 20 años porque no quería escuchar siempre la misma historia. Así fue que antes de su regreso, junto a Ricardo deciden hacer un vino juntos para rescatar el viñedo y mantener al amistad. Las dos reuniones anuales, una en Mendoza con las carnes como protagonistas y la otra en Chile regada por Mariscos, son religiosas tanto para los seis amigos como para sus familias. Claramente por las características del LTU, la ceremonia local termina siendo mucho más contundente. LTU es mucho más que un Malbec, incluso su mensaje va más allá de su sentido de pertenencia de un terroir único, por juntar a cuatro grandes familias del vino en una misma botella. Hoy, pocos recuerdan que la primer añada (2007) del vino se llamó Cayu. LTU según pasan los años Como todo gran vino que nace de un solo lugar y con la misma filosofía, vive la influencia del clima y del aprendizaje del hombre. La 2008 fue una añada fría, y en 2012 hubo menos kilos por la helada de 2011. Ese año fue muy maduro por el viento Zonda del año anterior, que provocó un corrimiento natural (menos granos de uva por racimo). Para Toti, el 2008 está evolucionando y aún no pasó su mejor momento. El winemaker asegura que “el LTU tiene capacidad de sorprender en le tiempo”. Pero es muy interesante, sobre todo en esta cata vertical, percibir la evolución del vino y las personas. “Yo tengo un ciclo personal como enólogo, en 2010 hago un clic para respetar el lugar en Koyle, Valle de Colchagua hacia la Cordillera, y comienzo a hacerlo biodinámico”, relata Cristóbal. Por eso en el estilo desde 2011 hay un quiebre. En los 2009 y 2008 predomina la barrica nueva. Y si bien las fechas de cosecha cambian recién a partir de 2012, desde 2010 bajaron el uso de barricas nuevas para destacar más la fruta. El 2009 fue un año cálido (mucho calor en marzo y abril), de mucha deshidratación y sacaron pasa (granos deshidratados) a lo loco, mientras que el 2008 se salva por el frescor del año, destaca el enólogo. Por eso cree que va a seguir evolucionando muy bien, mientras que el 2009 recomienda descorcharlo ya. Aunque con sus notas de higo maduro es el que más triunfa en los Estados Unidos, donde obtuvo 94 puntos, y terminó siendo el mayor éxito comercial. En 2011 ya se siente el cambio, fue un año de final de ciclo cálido, pero en el que cosecharon más temprano y solo la mitad del vino reposó en barricas nuevas (antes hasta 30 meses ahora con 24 meses de guarda) para resaltar esa fruta negra tan característica de la finca. La cosecha se hace en un día y participan todos, en 2015 lo cosecharon la última semana de marzo y en 2016 no habrá por la baja producción de la viña. Y si bien puede no sonar a buena noticia, habla de la coherencia del emprendimiento y de la cultura vínica que hay detrás. “El tiempo es el que le da peso a los vinos”, afirma Julio al tiempo que destaca esa hermandad que diferencia a LTU, ya que todos tienen los huevos puestos en el vino con visiones diferentes, pero con la misma intención de crear algo único, a partir de un tratamiento respetuoso y natural de la tierra. “Hay que aprender a vivir con el agua en la vitivinicultura, hay que tener nobleza en el viñedo”, remarca Toti. Casi toda la producción (75/85%) va a los mercados exteriores, y si bien el precio del mercado interno no es rentable, hoy el proyecto está en “break-even”, se financia y tiene posibilidades de crecer, aunque no quieren hacer más botellas. Como próximos pasos están analizando para hacer un gemelo en Chile, y quizás un segundo vino mendocino, como tienen los Chateau de Burdeos. Es evidente que el hecho de no vivir de este vino les permite tomarse el tiempo para hacerlo de la mejor manera que consideran para lograr cada año el mejor LTU. Que busca ser, ni más ni menos, el fiel reflejo de un lugar a partir de una interpretación; un vino por gusto al vino. Degustación Vertical por orden de preferencia LTU 2013 LTU, La Consulta, Valle de Uco $ – $$ – $$$ – $$$$ (llegará en 2017) De aromas muy intensos, cargado y con buen carácter. Es moderno y fresco pero potente, con cierta calidez de fruta negra, muy de La Consulta. Paladar franco, nuevo y contundente, con taninos finos y muy firmes. Hay una profundidad alcohólica y licorosa pero con frescura, muy buen volumen, y la madera está empezando integrarse. Con dejos herbales y fruta negra, es interesante su textura. Por ahora con mucha fruta pero también con mucha madera. Es un vino importante y prolijo, bien del nuevo mundo, largo y con cierto clasicismo en su expresión. Va a ganar en este año de estiba en bodega el equilibrio que le falta. Puntos: 92 LTU 2012 LTU, La Consulta, Valle de Uco $ – $$ – $$$ – $$$$ (Jul2016 $560) La flamante cosecha de este Malbec de amigos chilenos y argentinos creado en 2007 está por llegar al mercado. De aromas bien integrados y menos contundentes que sus antecesores, y por eso mas austero pero siempre dentro de su propio estilo. Con la misma fruta roja y negra y bien intensa, que remite a su origen sin escalas. Taninos incipientes y finos, hay volumen con frescura, su paso es mordiente con dejos herbales, y la madera se está integrando. De trago franco y fresco, se lo nota joven y con buen potencial. Beber entre 2017 y 2022. Puntos: 91 LTU 2011 LTU, La Consulta, Valle de Uco $ – $$ – $$$ – $$$$ (Jul2016 $560) Es el vino bisagra, ya que los 12 y 13 son más frescos, además de haber sido cosechados antes y con menos roble. Este 2011, según su hacedor, es un Malbec más de Burdeos y no tan Borgoña como los que le siguieron. De aromas bien integrados y delicados, paladar fluido y paso equilibrado. Fresco y compacto, con taninos firmes y trago no muy profundo. Se siente algo de madurez de fruta en su carácter y las notas de crianza bien integradas. Beber entre 2016 y 2018. Puntos: 90 LTU 2008 LTU, La Consulta, Valle de Uco $ – $$ – $$$ – $$$$ (vino guardado) De aromas intensos y no muy expresivos, hay frescura y buena fluidez pero ya no tiene tanto cuerpo, y los taninos se hacen sentir en su paso. El carácter de la fruta habla de un Malbec que no sobrevivió tanto al paso del tiempo, más allá que mantiene su agarre. Pero es la madera la que se hizo protagonista en el paladar. Beber entre 2016 y 2017. LTU 2009 LTU, La Consulta, Valle de Uco $ – $$ – $$$ – $$$$ (vino guardado) De aromas frutales bien maduros con bastante presencia de madera. Paladar franco y directo, con taninos firmes y un final muy ahumado con potencia y calidez. Se nota mucho la influencia del clima en este vino al cual ya le pasó su mejor momento.