Todos sabemos quién es Susana Balbo, y más ahora que ha trascendido el mundo del vino con la política (es Diputada Nacional por Mendoza). Pero no sólo fue la primer Lic. en Enología del país, sino que se ha convertido en la mujer más importante de la vitivinicultura argentina.

Empezó elaborando vinos para su familia en los ochenta, pero rápidamente decidió emprender su propio camino, ya que creía mucho más en la calidad que en la cantidad. Con Catena Zapata puedo recorrer el mundo y conocer los mercados de consumo más importante, sus exigencias y sus requerimientos. Con todo ese bagaje y un mercado ya conquistado, funda Dominio del Plata a fines de los noventa.

Fue en ese (su segundo emprendimiento propio después de Lovaglio-Balbo) que conocí a Susana y a sus vinos. Y, como la gran mayoría de los “nuevos grandes vinos” argentinos, eran pretenciosos, con la mira más puesta en conquistar paladares alrededor del mundo que en la búsqueda de un estilo propio.

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Pero en estos quince años muchas cosas cambiaron, y yo fui testigo de ello. Hoy la bodega se llama Susana Balbo Wines, y está bien porque en los vinos de hoy se siente su impronta. Esto no quiere decir que los de antes no eran buenos y los de hoy sí, tampoco que su estilo cambió, sino más bien que evolucionó. Antes, (cada etiqueta en su segmento) estaba enfocado en agradar e impactar al consumidor, con el roble como principal aliado. Y hoy la confianza está puesta en las uvas y en su origen (terruño) y a partir de ahí nacen los vinos.

Como en un barajar y dar de nuevo, Susana vuelve a vinificar en familia, pero esta vez junto a sus hijos, y a un compañero vitivinícola de lujo como es Edy Del Popolo. Hoy, todos los vinos su bodega son diferentes, pero esta palabra no es suficiente. Evolución es la que mejor los define; significa: Cambio o transformación gradual de algo, como un estado, una circunstancia, una situación, unas ideas; y por que no unos vinos.

Lejos del facilismo que usan de muletilla la mayoría de los enólogos al definir a su mejor vino como el próximo, acá los cambios se percibieron en las copas. Y como muchos otros vinos argentinos, los de Susana Balbo gozan de un presente que proponen un nuevo futuro. Esto implica un cambio o evolución de estilo aunque seguramente no de filosofía, porque nadie puede poner en duda que ella siempre quiso hacer los mejores vinos posibles. Pero como la mayoría de sus colegas, Susana vivió una transición, porque en la medida que se concebían sus nuevos vinos, y de cómo se vendían, el aprendizaje proponía cambios. Y si bien cosechó muchos fans y conquistó diversos mercados con sus vinos en la primer década del nuevo siglo, su estilo se empieza a percibir más nítidamente en sus vinos actuales.

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Hoy en la bodega está José Lovaglio (su hijo) que hace rato dejó de ser el hijo de. Tercera generación de enólogos, José es de los que creen en el terroir, y esa es la razón fundamental de su gran entendimiento con Edy, uno de los agrónomos más respetados y que más conoce el Valle de Uco. Es cierto que José y Ana, su hermana, también han cambiado los Crios, la línea joven de la bodega, transformando cada una de sus etiquetas en un concepto definido a partir de un vino. Y las ventas les están dando la razón, porque Crios no sólo es una línea de vinos jóvenes, sino que son vinos que nacen en el viñedo y se elaboran pensando en sus paladares y en las ocasiones de consumo de las nuevas generaciones.

Ellos y muchos más forman un gran equipo dirigido por Susana, quien ya no está en el día a día, pero sigue definiendo los momentos de cosecha y los cortes de los vinos.

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Susana Balbo, Wines del tercer milenio

No se puede hablar del gran cambio pero si de muchos cambios que confluyeron en tiempo y forma, es a lo que yo llamo evolución. Por un lado con un Edy Del Popolo que colaboró en que la bodega se apoyara más en las uvas del Valle de Uco para lograr una sana evolución. José proponiendo vinificaciones con menos intervenciones y Ana con los diseños de todos los vinos y en las propuestas de comunicación y turismo de la bodega, sobre todo en sus dos emprendimientos gastronómicos (Osadia de Crear y Espacio Críos), asesorados por el chef Hernán Gipponi.

Hoy, los blancos de Susana Balbo están entre los más destacados de la Argentina, empezando por su Torrontés. Que nació en 2010 como Susana Balbo Signature y que desde 2012 fermenta en barricas (siempre poco tostadas), el 2013 salió más cálido y maderoso pero el 2014 fresco y curioso. Y desde la cosecha 2015 se denomina Barrel Fermented, recibiéndose de gran blanco. Es un vino que ha crecido mucho en sus últimas cosechas, y algo debe tener que ver que fue la primer cepa elaborada por Susana. Además, el material genético con el cual se plantó el viñedo de Altamira (elegido por sus suelos parecidos a los de Cafayate) en 2005 es propio y seleccionado personalmente de Cafayate. Ella asegura que el 2015 es el más exótico de los Torrontés que elaboró, ahora su apuesta es ver su potencial de guarda, algo que deslumbró a Luis Gutiérrez (el degustador de Robert Parker).

El White Blend, que tiene como base el mismo Torrontés de Altamira pero fermentado 100% en barricas, combinado con Sauvignon Blanc y Semillón, llegó a ser con solo una cosecha en el mercado (2015) uno de los blancos más aclamados. Dueño de una complejidad y un potencial propio de los grandes vinos.

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Los tinos demuestran la misma elocuencia. En Abril de este año pude degustar algunos vinos junto a Edy Del Popolo en La Cabrera (https://www.fabricioportelli.com/2016/04/14/susana-presenta-su-nueva-edycion-limitada/), entre ellos los Benmarco 2014 Malbec y Cabernet Sauvignon y el Expresivo 2013. En aquel entonces me impactó el cambio, ya que se trataba de una de las líneas más clásicas de la casa. Mucho más en los nuevos varietales porque venían a decir otra cosa.

Hoy, los 2015 y el Benmarco Expresivo 2014 no solo confirman el cambio, sino que hablan de una consistencia con mayor claridad en su mensaje. El Malbec proviene de Los Chacayes, en un año que Edy califica ideal para dicho terroir, con un carácter más de frutas negras y especias. El Cabernet proviene del mismo viñedo de Los Árboles que el Susana Balbo, pero de otra parcela; desde siempre una de las uvas preferidas de la enóloga. El Expresivo 2014 es un corte tipo Bordeuax, pero esta vez es un burdeos mucho más moderno, a base de Malbec y Cabernet Franc del Valle de Uco.

Un escalón más arriba están los vinos que llevan el nombre de ella. El Susana Balbo Malbec 2014 de Altamira (la misma finca de donde sale el Torrontés) y el Cabernet Sauvignon de Los Árboles, que han cedido mucho en el roble utilizado (barricas muy poco tostadas) para la crianza de 12 meses. El Brioso fue el primer gran vino de la casa en 1999, y el 2014 también es un blend de estilo bordolés, proveniente de Agrelo a base de Cabernet Sauvignon, Malbec, Cabernet Franc y Petit Verdot. Algo más concentrado que los varietales pero con la misma impronta.

El Nosotros fue, desde su creación en 2005, el vino que mejor representa a la familia. Y es otro de los vinos que más ha cambiado y evolucionado de la casa, más allá de ser siempre Malbec por definición. El 2011, que por primera vez se elaboró con uvas fuera de Agrelo, acaba de ser incluido en los Top 100 de James Suckling en el puesto 36 (que incluye sólo 8 vinos argentinos). El 2012, es un vino fiel a Vista Flores, y más parecido a sus antecesores, un vino más corpulento y de impacto, con mucha fruta y buena madera. Pero el Nosotros 2013 es otra cosa, un Single Vineyard de Gualtallary fermentado en cubas de roble nuevas. Este vino empieza a reflejar las mayores ambiciones de Susana y su familia, y es el fruto de un trabajo en equipo el cual elabora 5 Malbec de diferentes zonas y de la misma manera (por eso lo de vino nómade) para que ella misma elija a ciegas.

Pero sin dudas el vino más impactante y que confirma lo acertado del nuevo rumbo de la bodega, es su flamante rosado. Porque es un gran vino argentino, que además es rosado. Un Malbec-Pinot Noir, ideado por José y Ana Lovaglio, tan elegante por fuera como por dentro, delicado y complejo como pocos. Y lejos del temor de sus hijos, que la política aleje a su madre de su verdadera pasión, este vino delata su sana evolución y la confirma más vínica que nunca.

 

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Degustación de los vinos de Susana Balbo

(restaurante Siete Cocinas, Mendoza)

 

Susana Balbo Signature Rosé 2016

Susana Balbo Wines, Altamira, Valle de Uco

$ – $$ – $$$ – $$$$ (Oct2016 $572)

A partir de Malbec (60%) y Pinot Noir, José Lovaglio ha logrado un vino que patea el tablero de los rosados. Porque demuestra que un rosé también puede ser un gran vino. Entra por los ojos, pero luego supera las altas expectativas generadas por su botella (elegante y original). De aspecto bien pálido y tonos muy delicados. Aromas equilibrados, de buen volumen y paladar franco. Paso graso con tensión, sabores suaves y fugaces, pero persistentes con dejo floral. Goza de buena estructura para lucirse en la mesa, pero también se puede servir sólo y disfrutar de su armonía y apreciar todas sus sutilezas. Beber entre 2016 y 2017.

Puntos: 92

 

Susana Balbo Barrel Fermented Torrontés 2016

Susana Balbo Wines, Altamira, Valle de Uco

$ – $$ – $$$ – $$$$ (Oct2016 $394)

De aromas delicados y florales, paladar refrescante y vivaz. Sin profundidad pero con clase, incluso con dejos herbales. Paladar mordiente e integrado, ideal para llevar a la mesa. Este blanco es más vino y menos Torrontés que el 2015, porque si bien su tipicidad se siente, es la austeridad de su paso por boca la que define su carácter. Y su tensión y volumen hablan de un atractivo potencial. Beber entre 2016 y 2018.

Puntos: 92

 

Susana Balbo Barrel Fermented White Blend 2015

Susana Balbo Wines, Valle de Uco

$ – $$ – $$$ – $$$$ (Oct2016 $572)

Sus aromas son intensos y originales, con los florales del Torrontés que van evolucionando. Frescura sostenida y buen graso, con dejos maduros. Hay sabores combinados, florales frescos y frutados maduros. De buen volumen, paladar tenso y refrescante, con la untuosidad y la profundidad de una acertada fermentación en barricas. Se siente también la combinación de la austeridad del Semillón (La Consulta) con la vivacidad del Sauvignon Blanc (Altamira). Su potencial está garantizado, la clave estará en cómo se comporten las expresiones del Torrontés con la estiba para aportarle más complejidad. Beber entre 2016 y 2018.

Puntos: 93

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Benmarco Malbec 2015 (lanzamiento Mar17)

Susana Balbo Wines, Los Chacayes, Valle de Uco

$ – $$ – $$$ – $$$$

Respecto de la cosecha 2014 (actualmente en el mercado), este Malbec ha ganado en muchos sentidos. De buena expresión, algo salvaje con frescura. No es profundo pero sí vertical, hay volumen con vivacidad, es mordiente y tiene fuerza, con dejos herbales. Refrescante con estructura, se nota la falta de botella en su juventud y en sus taninos incipientes, casi firmes, que tienen que amalgamarse.

Puntos: 90

 

Benmarco Cabernet Sauvignon 2015 (lanzamiento Mar17)

Susana Balbo Wines, Los Árboles, Valle de Uco

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Mucho más integrado que su antecesor, con frescura y también apoyado en la fruta roja, algo que distingue a este Cabernet Sauvignon. Hay fuerza y taninos firmes, bien equilibrados por su volumen. De paladar fresco, vivaz y persistente, moderno y con clase más allá de su juventud. Un tinto con carácter propio y buen potencial.

Puntos: 91

 

Susana Balbo Signature Malbec 2014

Susana Balbo Wines, Altamira, Valle de Uco

$ – $$ – $$$ – $$$$ (Oct2016 $394)

De aromas integrados, con buen volumen y un dejo herbal muy agradable. Hay taninos incipientes y vivaces, de paso refrescante y mordiente con músculo. Buen cuerpo, profundo y joven, con gran potencial, se nota que va a desarrollar mucha complejidad porque ya despliega capas de sabores, y sus texturas son firmes y definidas. Beber entre 2016 y 2020.

Puntos: 93

 

Susana Balbo Signature Cabernet Sauvignon 2014

Susana Balbo Wines, Los Árboles, Valle de Uco

$ – $$ – $$$ – $$$$ (Oct2016 $394)

De aromas integrados, paladar compacto y apretado por joven. Con taninos muy filosos, paso refrescante y muy vertical pero con volumen. Hay ciertas notas de crianza que se sienten en boca y comparten cartel con las expresiones austeras del vino. Un final largo y fresco y un gran potencial por delante. Beber entre 2017 y 2022.

Puntos: 92

 

Benmarco Expresivo 2014

Susana Balbo Wines, Gualtallary, Valle de Uco

$ – $$ – $$$ – $$$$ (Oct2016 $598)

La mayoría de este vino concebido como un blend bordelés está compuesto por Malbec y Cabernet Franc, y según su hacedora es “el vino que más crece en ventas”. Hay volumen con fluidez, un carácter de fruta negra fresca y dejos herbales típicos de Gualtallary. Taninos incipientes y un final profundo, con leves ahumados delicados que le aportan complejidad. Es un vino que tiene mucho más para dar. Beber entre 2017 y 2024.

Puntos: 92

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Susana Balbo Brioso 2014

Susana Balbo Wines, Agrelo, Luján de Cuyo

$ – $$ – $$$ – $$$$ (Oct2016 $671)

Las uvas para elaborar este blend de Cabernet Sauvignon, Malbec, Cabernet Franc y Petit Verdot provienen de la parte del viñedo plantado en alta densidad (8000 plantas x ha). De aromas intensos e integrados, y un carácter más classy. Paladar compacto y con fuerza. Hay tensión y taninos algo firmes. Necesita tiempo para desplegar su carácter, frutal e interesante. Es un tinto importante y vivaz, que está muy joven. Beber entre 2017 y 2022.

Puntos: 91

 

Nosotros 2012

Susana Balbo Wines, Vista Flores, Valle de Uco

$ – $$ – $$$ – $$$$ (Oct2016 $1771)

Un gran Malbec de aromas y sabores francos, algo classy y compacto. De buen ataque, con taninos que se agarran y la madera muy bien integrada pero protagonista, al menos por ahora. Hay calidez del año en su trago, de estilo bien classy, compacto pero con fluidez que se va abriendo en la copa. Con estructura suficiente para seguir evolucionando con la estiba. Beber entre 2016 y 2020.

Puntos: 91

 

Nosotros 2013

Susana Balbo Wines, Gualtallary, Valle de Uco

$ – $$ – $$$ – $$$$ (Oct2016: aún no lanzado al mercado

Este Malbec vuelve a ser Single Vineyard, pero ya no de Agrelo ni de Altamira ni de Vista Flores como sus antecesores, sino de Gualtallary. De buena fluidez y un carácter frutal propio, con algo cárnico. Hay músculo y frescura, con taninos vibrantes que dan profundidad, despliega capas de texturas y sabores en el paladar. Y si bien la madera dice presente, acompaña aportando cierta complejidad. Además, goza de un muy buen potencial. Este gran vino que resume el comienzo de una nueva etapa.

Puntos: 94

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