Los viñedos de altura ya son bastante conocidos, al menos entre los consumidores que se interesan de saber de donde proviene el vino que hay en sus copas. Cafayate, Valle de Uco y Pedernal, son palabras clave y reconocibles. También, poco a poco los vinos de altura comienzan a hacerse un lugar con características diferenciales; una mayor concentración de colores, aromas y sabores, y una intensidad como más nítida, aunque esto dependa mucho del trabajo del enólogo en la bodega. Pero hay una persona que quiso ir más allá que todos, tanto que estableció un nuevo record Guinness. Se trata de Donald Hess y sus viñedos más altos del mundo. Plantados en 2003, recuerda Thibaut Delmotte enólogo de la familia, con muchas expectativas. Esos viñedos se denominaron Altura Máxima y constan de tres paños a 2900, 3000 y 3100 metros de altura, sobre suelos de origen volcánico. En total son 25 hectáreas, y no se puede crecer más porque no alcanza el agua. Sin dudas es un lugar muy extremo, habitado sólo por el ingeniero agrónomo Rafael Racedo Aragón, guardián de esas viñas.

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Siguiendo sus propios instintos Donald Hess marcó donde había agua, y así fue posible empezar a delinear este sueño, hoy hecho realidad. Todo comenzó con una hectárea experimental con muchas variedades para ver cual podía madurar y como se comportaban allí en condiciones tan particulares. En pocos años se dieron cuenta que las variedades de ciclo largo no llegaban a madurar, y así se reemplazaron en 2007 las Cabernet Sauvignon, Petit Verdot y Tannat, por Sauvignon Blanc, Pinto Noir y Malbec; los varietales que hoy salen a la luz. Rafael vive allí, aislado de todo (incluso de su familia) gran parte del año, y cuenta que en sus tres viñedos tiene las uvas conducidas en espaldero, y además un Malbec en parral con pie franco. También algo de Torrontés, Chardonnay y un Merlot (¿secreto bien guardado?) que siguen siendo experimentales. Empezaron de cero, porque antes nunca hubo viñedos en ese lugar, sólo plantaciones de porotos y alfalfa. Es decir que no había referencias, ellos inventaron todo y por eso hubo fracasos. Las primeras vides que plantaron se las comieron las liebres, y así perdieron un año de trabajo. Luego, con las primeras uvas en las plantas, los pajaritos se volvieron locos. Y así poco a poco tuvieron que acomodarse a la naturaleza del lugar, hasta llegar a hacer un buen vino respetando la biodiversidad. Sin dudas son vinos de sacrificio, concebidos en un terruño muy particular a 3111 msnm.

Trece años después, los vinos Altura Máxima llegan al mercado. El primer Malbec de la cosecha 2012, junto al Sauvignon Blanc 2015 y al Pinot Noir 2014. Un verdadero premio al trabajo de largo plazo y a la visión de un hombre, que siempre creyó en la posibilidad de tener grandes vinos a partir de las viñas más altas del mundo. Para ubicarnos en el mapa, las fincas de Altura Máxima quedan a 4 horas de Salta, cerca de Payogasta (de donde vienen los hombres y mujeres que trabajan en la viña) y Cachi. Es decir, un lugar más remoto que Colomé, con más llamas que gente asegura Rafael, quien reconoce que es un gran sacrificio vivir allá arriba.

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Thibaut Delmotte sabe que todavía nadie los igualó, y calculo que tardarán mucho en cometer esa locura. Mientras tanto, esto marca el comienzo de un camino, tras la visión vínica de Donald Hess. Ahora viene el turno de calibrar el estilo del vino con el lugar. Y para ello deben entender lo que está pasando a esa altura, la influencia de las brisas que barren y aportan a la sanidad de las plantas, esa lluvia escasa (sólo 100mm al año) y esa luz única que significan muchos rayos u.v., y por eso la uva tinta genera pieles más gruesas y esto da naturalmente más color, más cuerpo y más estructura. Además, las noches son frías y ayudan mucho al blanco. En verano la mañana comienza con 6 grados y puede alcanzar los 25 durante el día; esto guarda la frescura de la fruta. Para el enólogo de Colomé, la palabra clave de Altura Máxima es elegancia, pero una elegancia en versión potente y concentrada.

 

Los vinos de Altura Máxima

El Sauvignon Blanc fue una apuesta. Hoy (por suerte) hay varios en el Valle. Son sólo 2 has y la 2015 es la segunda cosecha comercial, pero la quinta que hace Thibaut., incluyendo los ensayos. Recuerda que la 2013 la vinificó con mucha madera y era casi intomable. Con eso aprendieron y este 2015 llega a partir de una producción muy baja, de menos de 4000 kg por ha, con mucho manejo de canopia para que no se quemen los granos. En bodega se fermenta en tanque y 1/4 en barrica, y luego se cría en tanques y sólo una pequeña parte en barricas.

Thibaut Delmotte lleva el Pinot Noir en la sangre y en su corazón. Nació con Pinot (en la Borgoña ) y lo bautizaron con Pinot; es por ello que está muy entusiasmado con su 2014 (segunda cosecha). Todavía aprendiendo de la variedad en ese lugar. Sabe que es muy sensible a la naturaleza y que no lo van a poder producir todos los años. El vino se crió durante 18 meses en barricas de roble usadas. Es un vino al que Thibaut le tiene mucha fe y confía en poco tiempo lograr un exponente de muy alta gama.

Pero sin dudas el gran orgullo de la familia es el Malbec 2012, porque se adelantó a todos los pronósticos. Incluso al de Donald Hess quien nunca pensó que sus grandes vinos de Altura Máxima llegarían tan rápido.

¿Como nació el vino? En 2011 hubo una barrica que los alertó, y a partir de allí comenzaron a realizar muchos trabajos en el viñedo, cuidando cada planta. Sí, planta por planta, para llenar apenas 6 barricas a partir de 3 ha de viñedo. Algo así como una gran micro vinificación. Nunca probé un Malbec así dice Thibaut; y experiencia le sobra como para creerle. Según el enólogo, el vino ya refleja el terruño, es muy floral, y después de la explosión aparece la delicadeza y la mineralizad, dice. Se cosecha bien maduro pero no sobre maduro, en Abril, para guardar frescura. Y se le hace una maceración larga de 30/35 días para lograr el volumen en boca. Luego, pasa dos años en barricas muy usadas, porque considera que es un vino muy delicado para pasarlo por barricas nuevas. Ya tiene varias cosechas esperando en bodega y para él, el Malbec 2014 fue cosechado en el momento justo. Igual, con la humildad que lo caracteriza, reconoce que este no es el mejor Altura Máxima que hizo, porque son plantas muy nuevas, y sabe que hay que esperar unos 10 o 15 años para lograr ese objetivo.

Pero  más allá de la calidad actual, lo que importa es que los atributos del lugar y del hombre se combinan para concebir algo único.

1) Lote Especial Sauvignon Blanc 2015 (viñedo Altura Máxima)

De buen cuerpo, con fluidez y equilibrio. Hay carácter vegetal pero con delicadeza. De trago vivaz y largo, con un final leve perfumado y floral. Paladar franco, integrado y con una suave profundidad. No posee las piracinas de los vinos saltemos, pero si hay un equilibrio entre lo verde y la fruta, con un volumen y una textura muy agradables. Es un blanco serio, para lucirse en la mesa.

Puntos: 90

 

2) Lote Especial Pinot Noir 2014 (viñedo Altura Máxima)

De aromas y aspecto típicos, con buen volumen. De trago muy agradable con una textura casi mordiente, y cierta vivacidad refrescante y especiada. Su gracia no está en la fruta sino en su paso por boca incipiente. En la copa va ganando equilibrio en sus expresiones. Un tinto que va más allá de la originalidad que propone el varietal en esas alturas.

Puntos: 89

 

3) Altura Máxima Malbec 2012

De aromas profundos y amables, bien de Malbec. Con cierta frescura. Se nota su fuerza y potencia, de buen volumen y taninos incipientes, aspecto profundo, buen músculo y con fluidez. Taninos finos y la potencia que sale. Se puede y debe servir refrescado. Hay mucho carácter y la madera aparece muy bien integrada. Es un vino muy tomable pero con cuerpo, hay que tenerle respeto porque tiene fuerza. Beber entre 2016 y 2025.

Puntos: 93